Petirrojo
Andrés Rodríguez González Agosto 18th, 2008
Petirrojo europeo
De nombre científico Erithacus rubecula es un pájaro de pequeño tamaño, unos 14 cm. Es el pájaro más conocido y, por lo tanto, más popular en el norte de España donde su abundancia es tal que no hay jardín, huerto, plantación, soto, bosquecillo, ni siquiera el patio de una casa de campo o labranza, que no tenga en todo tiempo del año por lo menos un Petirrojo que cante continuamente y defienda un pequeño territorio. Su presencia es realmente familiar.
Presenta dimorfismo sexual, es decir el macho y la hembra son claramente diferentes. Los machos adultos se distinguen por su pecho y frente rojos enmarcados en color gris. La hembra del petirrojo es de tamaño algo menor y de colores pardos, mucho menos llamativa que el macho. Los jóvenes petirrojos presentan manchas pardas, siendo característicos sus grandes ojos oscuros. Su rostro, pecho y flancos están franjeados de color pardo oscuro.
El petirrojo se encuentra por cualquier lugar, pero es más frecuente verlo en bosques húmedos y frondosos, con abundante matorral y espesa capa de hojas muertas o de musgo, también en parques y jardines con maleza. Tiene preferencia por la cercanías del agua. Es fácil verlo comiendo en el suelo y en zonas bajas de cualquier claro rodeado de árboles o arbustos. Frecuentemente se le puede encontrar en caminos y senderos con vegetación.
Es un migrante parcial, aunque en ciertas latitudes realiza largos desplazamientos. En nuestra península sólo cría en el norte y en las montañas. En invierno es más abundante por la llegada de migradores europeos. La mayor densidad de invernantes se da en las regiones mediterráneas y en zonas donde el suelo no se hielo con frecuencia, en la comarca es fácil verlo en zonas boscosas, jardines y bosques en galería, donde la arboleda palia el frío invernal.
Los machos cantan desde mediados de enero hasta mediados de junio, sobre todo al comienzo del día. También cantan al atardecer hasta bien avanzado el crepúsculo. Su canto es una forma de marcar su territorio, no duda en ahuyentar a otros petirrojos y especies muy emparentadas con el uso de la fuerza a base de picotazos y arañazos con las uñas de las patas. Es el color rojo del pecho lo que desencadena los ataques.
Durante la época de celo, el macho alimenta a la hembra. Ésta construye el nido en una depresión del suelo, debajo del césped alto o en los agujeros de los árboles, empleando hojas y tallos.
Suelen usar para anidar cajitas y otros artilugios colocados por los humanos.El petirrojo hace dos nidadas entre abril y julio. La puesta consta de 5 a 7 huevos, que son incubados durante unos 12 a 15 días. Los pollos nacen ciegos y desnudos, necesitando el calor materno durante algunos días. Permanecen en el nido de 13 a 15 días. Cuando aprenden a volar su pecho todavía no es rojo, por lo que pueden circular impunemente por el territorio de sus padres.
El petirrojo come insectos en el suelo; también arañas, lombrices y caracoles. En otoño se alimenta de bayas y frutos. En invierno se deja ver cerca de los graneros, donde come casi cualquier alimento blando.
Aprende pronto a tomar el alimento de la mano del hombre. En este sentido, los petirrojos del norte de Europa están más acostumbrados que los españoles, ya que su experiencia con la especie humana les ha permitido ser más confiados, en nuestro país la costumbre de comer pajaritos fritos ha generado que sean cazados frecuentemente y, por lo tanto, son más desconfiados.
Como todos los pájaros insectívoros, está protegido.
Las fotos que ilustran el texto son de mi amigo Juan Tebar, uno de los mejores fotografos de naturaleza de España. Podeis observar su calidad en www.juan tebar.com