Andrés Rodríguez González Marzo 11th, 2013
Escorpión o Alacran (Scorpiones o Scorpionida).
El animal que puede comer solo una vez al año.
Pertenecen al grupo de los Arácnidos, como las arañas, los ácaros y las garrapatas. Son Artrópodos como los insectos, es decir animales con las patas articuladas y una protección exterior, llamada esqueleto externo que es una cutícula de una proteína la “quitina” que tiene la particularidad de brillar con luz ultravioleta. La característica fundamental de estos arácnidos es que poseen un par de pinzas y una cola terminada en un aguijón.
Se conocen unas mil cuatrocientas especies en todo el mundo. Alcanzan tamaños corporales entre los nueve milímetros del más pequeño y los veintiún centímetros de los más grandes, los llamados Escorpiones Emperador.
Suelen vivir en terrenos arenosos o rocosos, en los alrededores de Ronda son muy abundantes bajo piedras en el Tajo del Abanico y en los pinares de La Dehesa, precisamente donde hizo la foto que acompaña al texto un magnífico fotógrafo, Antonio Anillo que gentilmente nos la ha cedido.
Son muy abundantes en zonas tropicales y desérticas, pero se pueden encontrar en todo el mundo excepto en la Antártida. Muy pocos son arborícolas trepadores o cavernícolas. La mayoría no poseen picadura mortífera, solo unas 30 o 40 especies son mortales afortunadamente, aunque en algunas personas especialmente sensibles pueden ocasionar reacciones intensamente dolorosas e incluso la muerte al ser picados.
Su cuerpo se puede dividir en dos partes: un tronco y un abdomen que a su vez se divide en otras dos partes claramente diferentes. En el tronco, la región corporal anterior (técnicamente llamado cefalotorax) llevan la boca, los ojos, la cabeza, los quelíceros (unas pequeñas garras junto a la boca), los pedipalpos (dos pinzas enormes) y las ocho patas (el número típico de extremidades de todos los arácnidos), con ellas cavan oquedades bajo las piedras, además de cazar y agarrar a sus presas. A los pedipalpos con enormes pinzas en forma de tijeras les siguen cuatro pares de patas ambulatorias. El segundo segmento abdominal llevan los órganos genitales y en último lugar, unos enormes “pectenes” o peines. El ano está en el quinto segmento abdominal.
Comen insectos, caracoles, otros arácnidos y pequeños vertebrados como lagartijas e incluso roedores. Son animales muy especializados en la alimentación.
A sus presas las perciben fundamentalmente mediante un órgano especial con el que reconocen las vibraciones de cualquier movimiento siempre que se encuentre como máximo a unos cincuenta centímetros de distancia. El tronco está provisto además de un par de ojos compuestos y hasta cinco ojos simples menores, que sólo le proporcionan una orientación básica: posición solar, luz lunar, etc.
Otra curiosidad de estos animales es que pueden engordar hasta un tercio de su peso corporal con una sola comida, lo que, unido a su gran eficiencia asimilativa y a su baja tasa metabólica, les permite ayunar durante hasta ¡doce meses¡.
Son exclusivamente noctámbulos. La mayoría de las especies acechan a sus presas en las cercanías de sus propias cuevas u otros lugares de refugio. Algunos tipos son capaces incluso de cazar insectos voladores. También hay entre ellos cazadores activos. Durante la caza se emplean ambos pedipalpos como tenazas, y si no bastan para neutralizar a la víctima, entra en juego el aguijón, que se lanza por encima de la cabeza en menos de un segundo, envenenando a la presa. Luego desmenuza a la presa con las mandíbulas, mientras al mismo tiempo unas enzimas comienzan la digestión del alimento. La papilla alimenticia, en forma líquida, es absorbida a través de la garganta hacia los intestinos. El proceso de alimentación puede requerir varias horas.
Son devorados por diversas aves, sobre todo los búhos, lagartos, serpientes, grandes sapos y mamíferos. Además muchos se cazan entre sí y también tienen enemigos entre artrópodos mayores como los ciempiés y arañas cazadoras.
Han desarrollado varios mecanismos defensivos para enfrentarse a ellos. La defensa más llamativa es el aguijón, dotado de un potente veneno, que se produce en el último segmento corporal y suele componerse de dos partes, una para matar a los artrópodos de los que se alimenta y otra contra los vertebrados, como defensa. El de la mayoría de las variedades supone poco peligro para los vertebrados mayores. Sin embargo, algunas poseen venenos también peligrosos o mortíferos para los humanos. El compuesto químico es una mezcla de componentes que funcionan como una neurotoxina. Al año fallecen entre mil y cinco mil personas por picaduras suyas, principalmente en México. En caso de pinchazo fatal, se encuentra a las entre cinco y veinte horas la muerte por apnea. Algunos depredadores se han especializado en estos arácnidos hasta el punto de haber desarrollado inmunidad contra su veneno o comportamientos que les permiten esquivar la picadura.
Por su modo de vida noctámbulo y su comportamiento, se mantienen casi siempre ocultos con lo que evitan además el contacto con la mayoría de sus enemigos potenciales.
La mayoría son solitarios, ya que tras el nacimiento sólo establecen relaciones de cazador o presa así como para el apareamiento. Algunas especies muestran sin embargo un marcado gregarismo. Así, algunas hibernan formando agregaciones biológicas compartiendo guarida. Algunos forman grupos familiares que incluso cazan juntos.
Desde hace milenios han desempeñado papeles culturales los escorpiones. En los mitos y leyendas suelen representarse como seres peligrosos y mortíferos. La primera nominación de un escorpión conocida es el rey egipcio Escorpión.
En la superstición y la medicina popular desempeñan un papel importante en los pueblos, sobre todo debido al veneno.
Con las reticencias que estas “seudomedicinas” tienen para mi, he encontrado en la bibliografía que en el año 1985 un equipo de científicos de la Facultad de Ciencias Médicas de Guantánamo en Cuba, inició los estudios sobre la posible aplicación del veneno del Escorpión Azul en el tratamiento del cáncer. Producto de esta labor surgió un medicamento natural, nominado Escozul, todavía en fase de investigación y validación. Estudios más recientes llevados a cabo en los Laboratorios Biológicos Farmacéuticos en La Habana han confirmado la viabilidad de producir medicamentos anticancerígenos partiendo de esa sustancia.
Por último otra curiosidad es que se han congelado escorpiones durante una noche, y al ponerlos al sol, al día siguiente, se ha visto cómo se han descongelado y vuelto a estar activos.
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