Andrés Rodríguez González Octubre 19th, 2013
Rutas por la Serranía de Ronda.: Pilón de La Zahibe, Pilas del Tunio y El Palo desde el Cortíjo de Líbar.
Esta ruta ha sido organizada por Pasos Largos y ARACA en homenaje a dos personas singulares que nos han abandonado recientemente, Paco Marín y Tony Bishop
Gracias a Juan Ignacio Amador Tobaja por permitirnos usar su detallada descripción del recorrido.
Distancia aprox. +/- 14 km
Desnivel aprox. ascendido: 700 m (descendidos, prácticamente igual).
Tiempo aprox. Unas 7 horas (contando con paradas)
Nivel dificultad: Medio en lo que se refiere a las ascensiones a Las Pilas del Tunio y El Palo. Sólo hay que destacar la abundancia de terreno con bastante canchal entre el Tunio y El Palo y posterior descenso hasta el puerto del Castor.
Tipo de recorrido: circular en el sentido de las agujas del reloj.
Fecha de realización: sábado 12 de octubre 2012.
Al llegar a Montejaque, preguntar por el camino de Los Llanos, en el extremo oeste del pueblo. Desde el inicio de pista a las afueras de Montejaque, hasta el inicio de ruta hay unos 8 km, sólo apto para 4×4. Los primeros 4 km discurren en suave ascensión entre campos de cultivo olivares y fincas ganaderas donde predomina el ganado vacuno. A nuestra izquierda, este, va quedando la Sierra de Juan Diego que alberga magníficos torcales en la cumbre del cerro Ventana. Mientras que a la derecha, oeste, empieza a aparecer la afilada sierra del Mojón Alto. Una vez superado el primer puerto se extienden ante nosotros dos poljes, el de los “Llanos del Pozuelo” y el de los “Llanos del Baldio. El primer llano grande que atravesamos es el “El Pozuelo”, cerca del cortijo, a la derecha existen dos profundas simas: Pozuelo 1 y Pozuelo 2. Después de dejar atrás Los Llanos del Pozuelo, nos adentramos en suave ascenso en una zona cubierta de grandes encinas y quejigos de troncas huecas, en medio de un pequeño claro a unos 20 m a la derecha del camino un pilón conocido como la Fuente Cufría y justo donde acaba este tramo de encinar se abre ante nosotros la imponente extensión de los “Llanos de Libar”, dejando nuestros coches aparcados a la derecha de la pista, a muy poca distancia del cortijo del mismo nombre.
Desde las proximidades del cortijo de Líbar donde dejamos los coches, comenzamos iniciamos la marcha por el camino en dirección norte, es decir, en sentido contrario al que habíamos llegado con los coches. Volviendo de nuevo a la pista, para regresar sobre nuestros pasos unos 300 m, para tomar el desvío nuestra izquierda, marcado por un discreto hito de piedras, adentrándonos en el sendero de La Perra. A 200 m del inicio el sendero pasa junto a un pilar conocido como Fuente Saucillo. Conforme vamos ganando altura, podemos contemplar a nuestra izquierda: Los Llanos del Pozuelo por los que pasamos con nuestros vehículos para llegar al inicio de ruta. Del otro lado de los Llanos del Pozuelo, la sierra de Montalate. La vereda nos lleva hasta una angarilla, situada en un puerto conocido erróneamente como de la Cufría. Dejamos cerrada la cancela, giramos a la derecha, dirección norte, orientando nuestros pasos hacia el cerro conocido como La Zahibe, que es la siguiente elevación en el cordal de cumbres hacia el norte.
El sendero pasa junto a un murete de piedra, tras el cual ya comenzamos a ver el peñón de La Zahibe hacia el que nos vamos dirigiendo, mientras que a nuestra espalda podemos distinguir perfectamente los tres peñoncitos que coronan el alto del Tunio. Unos metros más allá del mencionado murete de piedra, nos llamará la atención a la derecha del sendero una roca conocida como “La Rosa”. Justo antes de llegar al alto de La Zahibe al que no es necesario subir, llegamos a un pradito, donde conviene detenerse para poner nuestra mirada en el caos de rocas que hay a nuestra derecha, en cuyo interior se encuentra el escondido pilón de La Zahibe. En el mencionado collado, nos encontraremos con otra roca curiosa, conocida como la Pinza del Cangrejo, que dejaremos a nuestra derecha y a partir de aquí seguiremos un tenue sendero que pivota alrededor del mencionado caos de roca, que iremos rodeando, quedando éste a nuestra izquierda, hasta que justo cuando estamos a punto de rodearlo, nos encontramos con el nacimiento conocido como Pilón de la Zahibe. Volvemos sobre nuestros pasos hasta la mencionada angarilla que dejaríamos definitivamente a la derecha, al igual que el murete de piedra que parte de allí mismo, con la vista puesta en los tres peñones que coronan el Tunio, caminando por una senda de cabras. No obstante, en caso de duda entre pico y pico resulta relativamente cómodo caminar por encima de las lomas. Mientras tanto a nuestra derecha (OESTE), llevamos en todo momento la compañía de la sierra del Mojón Alto.
Al fondo cada vez más cerca tenemos dos pequeños peñones que forman parte de la cumbre del Tunio: el de la izquierda posee una plataforma que da vistas al valle del Guadiaro, donde al otro lado, E, destaca la cumbre del Conio y una bella estampa de Ronda al NE, que mas tarde veríamos. No obstante, nosotros dirigimos nuestros pasos hacia el peñón mas picudo (1.300 m, punto mas alto del Tunio), que es el de la derecha y precisamente por la derecha lo rodeamos para ahorrarnos saltar la valla y dar directamente con una angarilla.
En las proximidades de este picudo peñón vemos curiosas formaciones imitativas, como la famosa cara del Tunio, que se encuentra unos 50 m ladera abajo. A pocos metros de una de las pilas que han sido excavadas por la mano del hombre para recoger bloques de hielo al quedarse el agua congelada en las frías noches de invierno, que posteriormente guardaban en los neveros.
Descendemos del Tunio, camino del Palo, pasamos por Los Llanos del Nevero, donde nos encontramos con los restos del nevero a la izquierda. A partir de aquí comienza una ascensión continua hacia el vértice geodésico del Palo, abriéndonos paso por sendas de cabra que aparecen y desaparecen de forma intermitente, pasando junto a ruinas de viejos corrales, alguna que otra dolina, algún majuelo aislado aquí y allá, mientras progresamos a través de un canchal relativamente asequible. En nuestra ascensión, llega un momento que la cumbre queda unos 100 m a nuestra derecha, ya que la superficie que rodea al vértice geodésico si es bastante más accidentada.
Desde la cumbre del Palo las vistas 360º alrededor son sencillamente, espectaculares, entre los hitos más importantes podemos contemplar: Al sur tenemos la agreste cumbre del Martín Gil ( sierra Blanquilla), al SE el trayecto del valle del Guadiaro que va de Cortes de la Frontera hacia Las Buitreras, las siluetas de Los Reales, Crestellina y el cerro de Las Chapas formando una media luna, al igual que el hacho de Saucín. Al SO tenemos la sierra de Los Pinos y Salamadre; al Oeste el Navazo Alto de Villaluenga y la sierra del Endrinal, al NO: La crestería del Pinar, Las Grajas (tapando al Lagarín) y el cerro Malaver por encima del Mojón Alto; al Norte, todo lo que llevamos andado con el Tunio al fondo y por encima el cerro Ventanay a su izquierda El Terril. Al Noroeste: Las localidades de Arriate y Ronda por encima de la cual vemos el cancho de la Pepa, puerto del Viento y Peineta de Sierra Hidalga y al este: la sierra de Las Nieves, por encima del Conio y la sierra del Oreganal, al otro lado del valle del Guadiaro.
Comenzamos el descenso en dirección S hacia el puerto del Gastor, ubicado entre El Palo y el Martín Gil, por un prolongado canchal.
Al llegar al puerto del Gastor, donde se encuentra la Linde del Cordel de los Tres términos: Jimera, Villaluenga y Cortes. Descendimos hacia nuestra derecha, OESTE, siguiendo los restos de un antiguo sendero que discurre a la izquierda de la valla de piedra que iremos llevando a nuestra derecha, tal y como vamos descendiendo, mientras que a cada paso nos vamos aproximando a Los Llanos de Líbar, teniendo frente a nosotros el puerto del Correo, paso natural entre Villaluenga y esta zona de la Serranía de Ronda.
Tal y como nos vamos acercando a Los Llanos de Líbar, la inercia natural es salir en línea recta hacia Los Llanos, sin embargo, poco antes de llegar a Los Llanos, antes de abandonar el bosquete de encinas y quejigos por el que venimos descendiendo, lo suyo es comenzar a girar hacia la derecha, virando en dirección O-NO, de manera que ahora vamos caminando en paralelo a la base del palo que llevamos a nuestra derecha y Los Llanos a nuestra izquierda. De lo contrario, hubiéramos salido muy cerca del cortijo del Correo, lo que es desaconsejable por las malas pulgas del propietario del cortijo, ya que para llegar a los Llanos habría que pasar por su finca. Se llega a un paso abierto en una valla, tras la cual giramos 90º a nuestra izquierda hacia Los Llanos, a los que venimos a salir unos 200 m mas allá por una angarilla, directamente al camino de Los Llanos, teóricamente público, de hecho por allí discurre el GR.E-7 Tarifa-Atenas y por él se realizan varias carreras de montaña al cabo del año, como la que tuvo lugar aquella misma mañana.
Como vinimos a salir a la altura de la Laguna que se forma en lo que se conoce como Fuente de Líbar, clásico abrevadero para el ganado de la zona, no perdimos la ocasión para visitarla y de allí, directamente otra vez al camino de Los Llanos, en dirección N, llegando en escasos minutos a los coches que ya veíamos aparcados al fondo, junto al cortijo, donde habíamos empezado la ruta unas seis horas y media antes. Pues comenzamos poco después de las 10.00 y finalizamos antes de las 17.00 pm
Juan Ignacio Amador Tobaja
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