FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA: MILPIES
Andrés Rodríguez González Octubre 30th, 2020
FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA
MILPIES
Pese a su nombre, la cantidad de extremidades de este animal no supera las 750, pero es el animal que más patas tiene.
Actualmente se han identificado al menos doce mil especies de milpiés, agrupadas en ciento cuarenta familias distintas. Antecesores suyos ya aparecen en el periodo geológico del Silúrico, hace 443 millones de años, lo que los convierte en uno de los primeros animales terrestres conocidos. Los milpiés prehistóricos pudieron alcanzar los dos metros de longitud y hasta más. Las especies conocidas hoy en día no superan los 38 cm.
No hay que confundir con el ciempiés, este puede atacar e inocular veneno por tener unos órganos parecidos a los quelíceros de las arañas, además es muy agresivo, los milpiés no pueden morder por carecer de esos órganos, como mucho se enrrollaran sobre sí mismos o produciran unos líquidos de pésimo olor y sabor. Otra diferencia importante entre los milpiés y los cienpies es que los primeros sí pueden criarse en grupos, siempre que pertenezcan a la misma especie. Otros especímenes se defienden por estar cubiertos de pequeños pelos que sueltan rápidamente, enredándose en las extremidades o boca de los depredadores que intenten comerlos.
Conforme van creciendo, los milpiés agregan un nuevo anillo a su estructura corporal, lo que significa que continúan estirándose hasta pasada su vida larvaria.
A primera vista puede parecer una serpiente, pero no tiene nada que ver con ellas, el milpiés no es un reptil, sino un tipo de miriápodo. Uno de los grupos en los que se dividen los Artrópodos, junto a Insectos, Crustáceos, y Arácnidos.
El cuerpo del milpiés está segmentado en dos regiones: la cabeza y el tronco. En la cabeza se encuentran un par de antenas cortas, los ojos y la boca, que en algunas especies ha evolucionado para excavar de manera más eficaz.
El tronco, por su parte, está constituido por un aproximado de 20 segmentos, de los cuales salen dos pares de patas, a excepción del primero y el último, que no tienen, si bien el segundo, tercer y cuarto segmento sólo poseen un par de patas cada uno.
La mayoría de las especies de milpiés son detritívoras, es decir, se alimentan de materia orgánica en descomposición, especialmente de hojas. Otros ingieren hongos, toman fluidos vegetales y algunos pocos son depredadores. En el caso particular de estos últimos, se inclinan por pequeños insectos e invertebrados diminutos.
Estos animales son lentos al andar, prefieren los lugares húmedos y les desagrada la luz. Esto implica que durante el día permanecen ocultos bajo las rocas o entre la corteza de los árboles. Uno de sus sitios predilectos, sin duda, son las cuevas, ya que cumplen sus requerimientos básicos.
Es posible encontrarlos tanto en zonas templadas como en las tropicales. No obstante, los milpiés también pueden vivir en zonas secas. Incluso, ciertas variedades viven en los desiertos. No suelen aparecer en las viviendas humanas ya que tienden a morir en el ambiente de las casas por falta de humedad. Su tiempo estimado de supervivencia en estos ambientes es de apenas un día.
Es entre la primavera y el verano cuando se da el proceso reproductivo del milpiés, que es un animal ovíparo. El milpiés construye nidos para poner su huevos, las larvas permanecen en ese estado durante al menos un año.
En cuanto a la muda se refiere, este mecanismo también le confiere otro segmento a su cuerpo, mientras se desarrolla la muda, los milpiés dejan de ingerir alimentos.
Aunque ciertamente no representan un grave peligro, una picadura de especies tropicales puede traer muchas consecuencias, especialmente si los ojos están comprometidos, pues pueden producir ceguera
Si la proliferación de milpiés no es controlada a tiempo, pueden convertirse en plagas de jardín. Son un verdadero dolor de cabeza, sobre todo, para quienes poseen invernaderos, ya que pueden causar graves daños a las plantas.
Bibliografía
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