Andrés Rodríguez González Junio 27th, 2023
Carlos de Hita en la Siberiana 2023. Presentado por Andrés Rodríguez.
Entre el 21 y el 24 de junio de 2023 se ha celebrado el cuarto certamen literario en Tamurejo (Siberia Extremeña). Trata sobre Liternatura, es decir, Literatura de Naturaleza es lo que se hace durante unos pocos días en un pueblo de 214 habitantes, una reunión literaria que cada año va adquiriendo más importancia hasta el punto de ser ya un referente a nivel nacional. Está dirigido por el escritor Gabi Martínez y gestionado por Rosa María Araujo presidenta de la Mancomunidad de Municipios de la Siberia Extremeña. La organización corre a cargo de la Diputación Provincial de Badajoz.
Ha sido para mí un honor presentar a Carlos de Hita en la jornada previa a la Siberiana que tradicionalmente se organiza en mi pueblo, Garbayuela. Esa presentación ha tenido como hilo conductor un diálogo entre este insigne personaje y yo, posteriormente y en el mismo acto, realizó una exposición de sus sonogramas.
El guión que diseñe como hilo conductor del dialogo como presentación es el que sigue, si bien se modificó sobre la marcha improvisando ambos interlocutores.
Carlos de Hita es uno de esos escasos personajes que forman parte de la Historia de la Naturaleza de España. Hoy tenemos la fortuna de tenerlo con nosotros.
Carlos escribe lo siguiente de las Dehesas: “Arboledas dispersas, bosques aclarados de encinas y alcornoques, ni bosque ni pradera, o las dos cosas a la vez, las dehesas, las sabanas ibéricas, se abren a los animales forestales al tiempo que dan sombra y cobertura a las especies de campos abiertos”.
Estamos en la Dehesa de Garbayuela, donde muchos naturales de este pueblo aún tenemos un derecho que no ejercemos pero al que no ha renunciado nadie que yo sepa, prueba evidente es que pagamos la “Contribución”. En esta dehesa se mantiene el uso antiquísimo de “el suelo y el vuelo”. El suelo es mancomunado, la hierba se la pueden comer los ovejas del arrendador –antes la devoraban los guarros que cuidaban los porqueros, los hermanos Miguel y José- mientras las bellotas y la leña de los carrascos pertenece a los particulares del pueblo. Pero es una práctica tan olvidada que podríamos decir que se desconoce por muchos naturales del pueblo. De la misma manera hemos olvidado que además de la vista tenemos otros sentidos. Y es aquí donde Carlos con la voz, sus sonogramas y su sensibilidad nos lo mostrará dentro de poco.
Recoge el escritor siberiano y catalán Gabi Martínez en su libro “Animales Invisibles”, unas palabras de la antropóloga estadounidense Margaret Mead pronunciadas en 1925 “… Si los viajeros modernos quieren repetir las emociones que experimentaron los primeros peregrinos, tendrán que afinar sus muy descuidados sentidos del gusto y del olfato. Las películas y el fonógrafo han eliminado los otros dos sentidos, y el tacto no parece tener demasiada importancia aquí.
LOS PAISAJES SONOROS INDICAN LA PERSONALIDAD DE CARLOS DE HITA
Para él, el objetivo principal no es registrar las voces de la Naturaleza, sino pasar desapercibido en ella, o mejor todavía, ser tolerado.
El camuflaje y el sigilo, la capacidad de esconderse, son fundamentales si se quiere observar la vida salvaje. Pero no hay nada comparable a la sensación de ser ignorado… me detectaron de inmediato (olfato, oído y astucia de zorros , lobos y grullas lo tienen de sobra). Es este el lance perfecto, el que termina con una retirada discreta, sin que ningún estampido rompa la serenidad del momento, la vida de nadie. En paz. Por eso vuelvo una y otra vez a la naturaleza. Por eso lo cuento.
Bueno es saber, al decir de Carlos de Hita, que “A un cuerpo pequeño le corresponde un sonido agudo, por el contrario, las llamadas de los grandes son más graves y rotundas
El silencio se puede definir de muchas maneras, para Carlos de Hita, basicamente, es el sosiego, lo que no excluye el sonido, pero si la perturbación, el tapiz de silencio, pues no está totalmente vacío.
Los observadores de la naturaleza tenemos una certeza que todos, alguna vez, hemos comentado con otros colegas: En el crepúsculo se escucha mejor. Con los libros sonoros de Carlos de Hita he aprendido que el Índice Crepuscular Auditivo es una predisposición a escuchar mejor, contener el aliento, prestar atención al silencio creciente que nos rodea, cosa que coincide con el “Índice Crepuscular Visual”: Luces tenues, sombras duras y altos contrastes. Luminosidad de la óptica a la hora del final de la tarde. Cuando parece que la luz se resiste a apagarse. Lo que los colegas más prácticos y menos poetas definen como la mejor hora para hacer fotos. Para Carlos de Hita es el momento de la unión de la luz y el sonido, de la vista y la audición.
Carlos hace compatible el disfrute de las grabaciones con llamadas de atención reivindicativas y de suma tristeza, siempre de forma templada y educada. Saber que forma parte de la historia de los urogallos le hace escribir lo siguiente: “Sé que nunca más volveré a un cantadero al amanecer, no en España. Que el silencio del bosque al final de la noche, sin la llamada que mejor define lo salvaje, es el testimonio inapelable de la magnitud de la crisis a la que nos enfrentamos.
ECOLOGIA Y PAISAJES
Una antigua tradición romana, el ¨Genis Loci¨ afirmaba que tanto las personas como los lugares tienen un espíritu guardián que les acompaña y define, según esa creencia, en su esfuerzo y éxito por ser tolerado con sus paisajes sonoros, ha encontrado el ¨Genis loci ¨ de esos paisajes. No sólo es tolerado, hasta forma parte de los paisajes más inestables, caprichosos y volubles: los paisajes sonoros de las estaciones.
La Ecología es la Ciencia de las Interacciones. Podríamos decir que la Ciencia de los Paisajes. En los cedros canarios, la diseminación de sus semillas en repisas montañosas volcánicas por parte de los animales es un ejemplo de esas interacciones, de los paisajes. La diseminación cercana es cubierta por los lagartos, los mirlos capiblancos se ocupan del rango medio y los árboles aislados establecidos en repisas inverosímiles son consecuencia del acarreo de semillas realizado por los cuervos.
El ecólogo del paisaje terrestre ibérico, de las dehesas extremeñas y salmantinas, de las charcas, Fernando González Bernaldez, solía decir que “los enemigo de los españoles son dos, las lagunas y los árboles, las lagunas las desecan y los árboles los cortan o los queman, sin embargo me parece un contrasentido que los humedales, los paisajes de aguas quietas, siendo tan odiados en España, reciban tantos nombres diferentes, hasta diez nombres reciben, como bien nos indica Carlos de Hita citando el diccionario de voces españolas geográficas, editado en 1796 por la academia de la historia. Yo me pregunto y pregunto a Carlos de Hita ¿Por qué dar tantos nombres a algo que se pretende eliminar? ¿Por qué dar tantos nombres al enemigo a batir? ¿No será más bien admiración lo que sentimos y no nos atrevemos a reconocer?
CON LOS SONOGRAMAS DE CARLOS SE APRENDE.
La doble superficie cóncava de la cara del búho actúa como un reflector parabólico y como micrófono binaural. Los búhos al parecer pueden prescindir de la visión y volar guiados por el oído, siempre que previamente hayan podido echar un vistazo para memorizar los obstáculos que la oscuridad interpone en su trayectoria.
Muestra su personalidad entre irónica y socarrona cuando dice “ los cuervos merodeando alrededor de las caravanas de dromedarios para los turistas, disputando con ellos -los dromedarios se entiende- por unos granos de cebada. Y también “pero hasta las alegrías acaban en disputas, a los herrerillos canarios les llaman en las islas “alegrías”.
Nos enseña que la naturaleza es paradógica, las grullas que vienen al sur huyendo del frío, como todas las aves migrantes, en la laguna de Gallocanta, se muestran contentas de volar hacia el invierno.
La naturaleza tiene sus límites. Las marismas de Doñana son inmensas, pero en ellas no cabe ni un grito más.
El tamborileo de los picapinos, machos y hembras, tal vez sea la búsqueda de un firma sonora.
La naturaleza enseña que donde hay necesidad siempre habrá gresca y que las peleas aparecen siempre en torno al legado de los muertos.
CON ALGUNAS FRASES DE SUS LIBROS SONOROS TERMINAMOS.
Uno busca una cosa y el campo le da lo que quiere.
La naturaleza pone el silencio contra el que se forman las voces de los animales.
Todo paisaje tiene su sonido.
Este es el lance perfecto, el que termina con una retirada discreta, en paz.
Año nuevo, la vida como siempre en conservación de la naturaleza, si se quiere se puede.
Las llamadas de las aves son los colores del paisaje.
Una espera en el campo nunca decepciona.
Donde haya caza siempre habrá cazadores.
La riqueza de la banda sonora de la naturaleza es sencillamente la medida de la biodiversidad.
El sonido de la naturaleza es, esencialmente, el sonido de los insectos.
Las peleas aparecen siempre en torno al legado de los muertos.
En los árboles altos hay cúpulas efímeras que caen a suelo sonando casi a nada. Pedro Fernández Cocero.
La naturaleza enseña que donde hay necesidad siempre habrá gresca y que las peleas aparecen siempre en torno al legado de los muertos.
Los sonogramas son más bien la caligrafía del sonido.
Bajo la luna llena cada bosque tiene su sonido
Los árboles carecen absolutamente de vanidad, nacen en cualquier parte e ignoran que solo por el hecho de nacer allí, aquel lugar queda ennoblecido. Weceslao Fernández Flores.
La Siberiana 2023 ha sido graba y se podrá visualizar en Radio Nacional de España, en el programa Nomadas. El 1 de julio de 7 a 8 h.
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