FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA: Cerambyx cerdo y C. welensii
Andrés Rodríguez González Julio 12th, 2020
FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA
Cerambyx cerdo y C. welensii
Cerambyx es un género de coleópteros perteneciente a la familia Cerambycidae compuesto por unas 35 especies de distribución paleartica occidental. En Europa pueden encontrarse siete especies: C. carinatus ; C. cerdo; C. dux ; C. miles; C. nodulosus ; C. scopolii y C. welensii. En la península Ibérica tan sólo aparecen tres especies C. welensii, C. cerdo y C. miles.
Son escarabajos (también llamados coleópteros) de gran tamaño, pueden superar los 5 cm de longitud, sin contar las antenas. La morfología de las tres especies ibéricas es muy similar y es necesario un examen detallado de ciertas estructuras para poder diferenciarlas, lo que ha llevado a confusión en numerosas citas. Según Vives, en un trabajo publicado en 2001, C. cerdo es la especie más común en la península Ibérica, estando presente en todos los encinares y robledales, incluidos los de Mallorca. C. welensii es de distribución algo más restringida, estando presente en las Béticas, Sierra Morena, Sistema Central, Alentejo y Algarve, montes Galaico-Leoneses, Cordillera Cantábrica, Pirineos, Valle del Ebro y Sistema Ibérico. En Extremadura es mucho más frecuente Cerambix welensii.
Su biología es muy similar, los adultos son de actividad crepuscular. Tras la copula, las hembras ovopositan bajo la corteza del tronco y ramas gruesas de varias especies de frondosas como Hayas, Castaños y Olmos, aunque son mucho más frecuentes sobre cualquier especie de Quercus. Tras la eclosión, las larvas comienzan a alimentarse de la corteza, introduciéndose posteriormente en la madera para permanecer allí durante dos o tres años, hasta alcanzar un tamaño muy grande, de hasta 7 cm. Mientras tanto, cada larva habrá excavado un buen número de galerías de sección elíptica de gran tamaño. Cuando la larva va a pasar a su estado de pupa excava un orificio de salida del árbol, tras lo que vuelve a la galería del interior de la madera para formar un capullo de protección. La pupa eclosiona en otoño, pero el imago permanece todo el invierno en la galería hasta su emergencia a comienzos de verano.
Los adultos pueden observarse lamiendo las exudaciones de heridas de árboles, generalmente producidas por podas mal ejecutadas. Los adultos ponen los huevos cerca de estas heridas abiertas, como vía para acceder a su recurso alimenticio principal, el xilema de los árboles.
Los árboles infestados con ataques iniciales no muestran síntoma alguno. Conforme aumenta la población de larvas y el tamaño de las mismas, pueden observarse acumulaciones de serrines. Tras las primeras emergencias de adultos se observan claramente los orificios de salida y una mayor abundancia de serrines. Estos insectos pueden seguir reproduciéndose sobre los mismos árboles durante años, ya que las larvas se alimentan de xilema, no produciendo una muerte directa e inmediata del árbol. De cualquier modo, la copa del árbol afectado, o una parte de ella si sólo afecta a una rama gruesa, va perdiendo vigor y la defoliación se hace más patente con el paso de los años. Con la destrucción de los vasos de transporte de sabia bruta disminuye a la cantidad de agua que puede subir el árbol a la copa y este reacciona reduciendo su masa foliar.
Un árbol en esas condiciones puede aguantar muchos años. Los árboles afectados por Cerambyx suelen morir por otro motivo, inducido por la pérdida de resistencia de la madera taladrada por las larvas. Esta pérdida silenciosa de resistencia se va acumulando hasta que se produce el desgajado del sistema principal de ramaje.
De hecho, las ramas que se parten son las de mayor tamaño, ya que son las de mayor peso. En ocasiones ocurre que los árboles se parten longitudinalmente por la mitad, literalmente. Se trata por tanto de un proceso lento, oculto y silencioso, que tarda muchos años en producirse, ya que es acumulativo, y que, en un instante puede acabar con la vida un árbol centenario.
Estos ataques son de gran importancia en las dehesas y alcornocales corcheros de Andalucía occidental, Extremadura y los encinares de Baleares.
La especie Cerambyx cerdo está protegida en la Unión Europa al estar incluida en el Convenio de Berna, “Especies estrictamente protegidas”, por la Directiva Hábitat en “Especies de interés comunitario” y anexo 4, “Especies sujetas a protección estricta” y catalogada como Vulnerable por la IUCN.
La Universidad de Huelva ha desarrollados diversos tratamientos contra estos devoradores de encinas. Uno de ellos consiste en un difusor que tiene forma de blíster, con una duración en campo de 60 días, está envasado individualmente en un sobre de aluminio con etiqueta de especificaciones. Una vez extraído del envase, el difusor no necesita ninguna operación de activación, ni debe abrirse, tan sólo colocarse adecuadamente en la trampa.
Se instalarán 1 o 2 trampas cebadas por hectárea entre junio y agosto, dependiendo de la especie. Se puede intensificar el esfuerzo de seguimiento colocando hasta 3 trampas por hectárea, con distancias entre trampas de entre 100 a 500 m. Las trampas se instalarán sobre pies con evidencias de ataque, para lo que habrá que fijarse sobre todo en la presencia orificios de salida y serrines en la base de los árboles. Se recomienda la captura en seco y una revisión semanal o quincenal de las trampas para evitar interferir con la fauna auxiliar.
Existen otras trampas para atacar a los perforadores, como las especialmente diseñadas para la captura de insectos que caminan sobre la corteza de los árboles, capaces de adaptarse al perímetro del tronco gracias a su embudo flexible.
La trampa consta de un embudo blando de 30 cm de diámetro, conectado al colector de capturas. En el lateral de la trampa, en contacto con el árbol, se ubica una lámina de policarbonato celular, plegada en forma de tejadillo. La trampa se sujeta al árbol mediante dos cordeles de nylon. El cordel inferior sostiene la trampa y une la lámina al embudo mediante una serie de perforaciones y ranuras troqueladas en la lámina. El cordel superior sirve para mantener la lámina unida al árbol. La lámina también cuenta con una serie de orificios laterales para colocar el atrayente. Las láminas, el embudo y el colector están tratados con un producto deslizante que aumenta considerablemente las capturas, impidiendo además que escapen.
Foto de Gonzalo Astete
Bibliografía
https://www.cerambyx.es/
- fauna
- Comments(0)