Ruta por La Nava
Andrés Rodríguez González Enero 6th, 2008
RUTA POR LA NAVA DE S. LUIS.
Por Andrés Rodríguez, de A.R.A.C.A.
Los llanos de La Nava están comprendidos entre las Sierras del Oreganal, de La Nieve y Alcojona, también llamado Cerro Alcor. En esta planicie se encuentran, en orden de cercanía a la carretera de S. Pedro, el Área Recreativa de Conejeras, el Camping Conejeras, Rajete, La Fuenfría y la finca de La Nava de San Luís.
El acceso más cómodo y fácil a la Nava es a través del carril de Quejigales, el cual se toma en la carretera de Ronda a San Pedro de Alcantara y a unos 11 km de esta primera población un panel del Parque Natural indica el inicio de este carril.
La finca de La Nava de S. Luis es de propiedad particular, está situada en el camino de acceso al Área Recreativa de Quejigales. Las vistas de las montañas que la rodean, los materiales geológicos (Brecha de La Nava), los bosques de encinas, el magnífico pinsapar de la ladera del Alcojona, los pastizales, el interés micológico, los bosques mixtos de encinas y pinsapos y alcornoques y pinsapos la hacen enormemente atractiva para el botánico, el geólogo, naturalista y también para el caminante que guste de disfrutar de un paisaje inigualable.
Si queremos visitar un pequeño e interesante alcornocal partimos de un camino justo detrás de la casa en dirección este, muy cerca de las edificaciones se divide en dos tomamos el de la izquierda que a penas a ochocientos metros nos deja en el alcornocal, atrás hemos dejado el llano antiguamente dedicado al pastoreo y formaciones vegetales con matorral y mezcla de encinas, alcornoques y algún pinsapo que poco a poco va dejando paso a los alcornoques.
La finca ha pasado por diferentes vicisitudes tanto en la propiedad como en el estado de conservación de la masa arbórea. En 1.917 era propiedad de Rafael Corró, con el nombre de Las Navas de la Asunción según un curioso escrito de Pablo de Azcárate; en el año 1970 pudo haber cambiado la suerte de este lugar debido a un oscuro intento de especulación urbanística que afortunadamente no se produjo; pasó a sus actuales propietarios en los años ochenta con el nombre actualmente conocido.
Ha sido dedicada tradicionalmente al pastoreo de ovejas y cabras. Es propiedad privada por lo tanto, siempre debemos pedir permiso para visitarla. Otro de sus usos es el cinegético, actualmente tiene introducidos muflones y gamos, otra razón para pedir permiso por que depende de la jornada de caza donde se este desarrollando haremos uno u otro recorrido. Otro de sus usos es para de turismo rural.
El pastoreo abusivo fue el origen del estado de absoluto deterioro que
encontró Laza Palacios en 1.935 en los bosques de la finca; los pinsapos eran eliminados por los rebaños y una oruga parásita; a pesar de todo el autor muestra cierto optimismo sobre la regeneración si se protegiera el pinsapar “por la gran vitalidad y capacidad de resistencia que da muestras este bosque”. Efectivamente, el estado actual del pinsapar de la Nava confirma las previsiones que este autor realizó hace más de setenta años. Como curiosidad, decir que hace muy pocos años fue victima de una nevada un enorme matagallo de porte arbóreo que existia en la parte trasera del cortijo. Cerrando la finca por el sur encontramos el cerra Alcojona y cerro Abanto
El Alcojona o Cerro Alcor, se alza sobre el gran llano de La Nava con sus 1420 m. de altitud, se le ha dado también el nombre de Alcor. El Alcojona es calizo; el Abanto, peridotítico; el contacto de los dos cerros se denomina Puerto Capuchino, de aquí desciende un torrente llamado arroyo de los Quejigos que junto al Cambullón de Vélez forman la cabecera de río Verde. Al cerro Abanto también se le conoce como cerro Negro. Tiene una altitud de 1450 m.
Al fondo en sentido contrario a la entrada de la finca y ya fuera de La Nava se encuentra el Pinsapo de La Escalereta que es el mayor ejemplar de la sierra. Para acceder a él lo mejor es regresar a la entrada de la finca y comenzar a ascender por el carril que lleva a Quejigales, a unos 2,5 Kms parte a la izquierda un carril que es conocido tradicionalmente como el Camino al Puerto de Las Golondrinas, es nuestro camino, descendemos unos 2 Kms teniendo a nuestra derecha las preciosas vistas de La Nava, vemos como los pinsapos intentan con éxito extenderse hacia las partes bajas de la ladera compitiendo con las encinas y escalando las alturas del Alcojona. Cuando perdemos de vista La Nava, el camino hace un recodo alrededor de un magnífico pinsapo piramidal, parte entonces un camino a la derecha que debemos seguir, en un llano situado a penas a quinientos metros donde encontramos pinos encinas y pinsapos, parte a la izquierda una vereda que en pocos centenares de mettros nos dejara en el extraordinario Pinsapo de la Escalereta.
El árbol alcanza unas proporciones realmente gigantescas. Según datos de Julián de Zulueta, el tronco tiene 5,10 m. de circunferencia y 1,62 m. de diámetro. Según cálculos de Juan Antonio del Cañizo, la edad es de entre 351 y 528 años y según estimaciones del propio Zulueta tiene unos 400 años. En el libro “Árboles de Málaga”, se describen los siguientes datos: Se encuentra a 1100 m de altitud, edad unos 200 años, su sombra abarca unos 200 m2, su altura es de 26 m, a los 3 m de altura, el tronco se divide en tres ramas de 80 a 90 cm de circunferencia y una de éstas se subdivide a su vez en dos. Visto en su medio es sencillamente impresionante, incluso por sus dimensiones puede parecer de mayor edad, pero lo cierto es que los pinsapos no son árboles tan longevos como los tejos o los cedros.
Este pinsapo ha merecido la calificación de árbol notable de la provincia de Málaga, además está incluido en el catálogo de monumentos naturales de Andalucía.
Para ascender al Cerro Alcojona lo mejor es dirijirse hacia el sur desde el pinsapo de la Escalereta buscar el filar de rocas que marca el límite entre los materiales calizos del Alcojona y los peridotíticos del Abanto. La subida directa desde La Nava es muy dura.
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