Otra especie invasora en la Serranía, Los Cerdos Asilvestrados.
Andrés Rodríguez González Diciembre 6th, 2013
Otra especie invasora en la Serranía
Cerdos Asilvestrados.
La triquinosis es una enfermedad que afecta al cerdo y que se considera erradicada de Europa, sin embargo periódicamente aparece algún caso que la devuelve a la actualidad. Hace unos pocos años, volvío a dar señales de existencia en algunos cerdos asilvestrados, animales que viven y se reproducen de forma natural y espontánea en muchos cotos de la Serranía. Uno de los últimos casos se localizó una montería cebrada en un coto perteneciente al término municipal de Benarrabá.
La preocupación por la presencia de triquina se centra casi exclusivamente en los cerdos asilvestrados que son una verdadera plaga por toda la Serranía y la provincia de Málaga. En especial, por las consecuencias que pueda tener para la salud si alguno de estos ejemplares es matado de forma incontrolada y termina siendo consumido por personas, lo que podría ocasionar la muerte. Y es algo que todos podemos suponer que puede producirse y más en tiempo de crisis como los actuales. Por ello se ha insistido por parte de los veterinarios y autoridades sanitarias en pedir que se faciliten la realización de controles, en especial, para aquellas familias que suelen realizar matanzas, y que con la crisis han introducido la fórmula de mezclar las carnes de los cerdos domésticos con los que han podido matar en el campo fuera de las monterías organizadas de forma oficial.
También, en periodo de caza, los agentes de Medio Ambiente extreman al máximo los controles en las monterías autorizadas para que ningún cerdo asilvestrado que sea abatido salga sin haber pasado por el protocolo sanitario de seguridad.
Fundamental es recomendar que únicamente se acuda a monterías autorizadas y con los pertinentes controles sanitarios, ya que la mayoría de los cazadores que asisten a las mismas que quieren llevar a casa las piezas cazadas.
Los cerdos asilvestrados son unos animales muy inteligentes, son omnívoros, es decir comen de todo; con una enorme capacidad para reproducirse y subsistir en condiciones muy precarias y, sobre todo, se reproducen casi como los conejos. El cerdo asilvestrado o guarro jabalí es una plaga en la provincia de Málaga.
Arrasa con campos agrícolas, invade zonas ganaderas, campos de golf, propiedades privadas, devora crías de corzo, crías de perdices, conejos y lo que se tercie y levanta el terreno en busca de raíces, lo que está afectando a muchas fincas de la provincia.
Para controlar esta invasión de cerdos asilvestrados, un cruce de jabalíes con cerdos domésticos (por lo que también ponen en peligro la pervivencia de la especie pura de jabalí), las Delegaciones de Medio Ambiente de la Junta periodicamente utorizan batidas para controlar su expansión. Actualmente se desconoce la cifra exacta de cerdos hibridados sueltos en la naturaleza, pero se estima que miles, ya que su capacidad para reproducirse es tanto mayor como impuros sean, es decir cuanto más parecidos sean a los cerdos más crías tienen en una camada. Los jabalíes, por término medio, suelen criar cuatro o seis, y los cochinos silvestres pueden llegar hasta diez. Además, su capacidad para subsistir en el medio es altísima, ya que comen de todo, desde raíces hasta pequeños animales, hasta carroña.
Tampoco hay ningún predador en las sierras malagueñas que los elimine. Así que, en pocas palabras, el monte es suyo. Y no solo el monte, ya que han empezado a ser también un problema en las zonas costeras de Mijas, Marbella, Ojén y Estepona, donde rompen vallas y entran en urbanizaciones y campos de golf, que son levantados como si fueran arados. El jabalí puro empieza a ser una especie poco común en la provincia. No es fácil diferenciarlos, pueden ser casi del tamaño de los cerdos domésticos, con pequeños cambios, o tener los rasgos más propios de los jabalíes, que son fundamentalmente más oscuros, con pelos fuertes y largos, negros o canosos dependiendo de la edad, más estrechos que los cerdos y con un hocico más prominente. En común tienen un gran olfato que les lleva a percibir comida a gran distancia. Y como son listos y hábiles rompen vallas, vadean cercas y llegan hasta su cometido. De ahí que sean tan dañinos.
La Junta se resiste a considerarlos como especie cinegética, el no tener enemigos naturales, junto a su gran capacidad reproductiva hacen que su población sea sencillamente enorme.
Voy a hacer una propuesta que seguramente levantará una polvareda, para controlar los cerdos asilvestrados nada sería mejor y más barato que reintroducir unos pocos lobos en la Serranía, de donde fueron eliminados a principios del siglo XX (los últimos en Tolox). Algunas personas dirán que los lobos pueden atacar al ganado doméstico pero sólo unos de cada veinte ataques de lobo es a las especies domésticas y, en ese caso, se debería proceder a compensar económicamente a los ganaderos que los sufrieran, siempre sería más barato que las enormes pérdidas económicas que originan los cerdos asislvestrados, además del problema sanitario de la Triquina.