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PLANTAS DE LA SERRANÍA DE RONDA Roble Melojo, rebollo.

Andrés Rodríguez González Junio 5th, 2016

PLANTAS DE LA SERRANÍA DE RONDA
Roble Melojo, rebollo.
Quercus pyrenaica

Árbol caducifolio de hasta 25 m de altura, con follaje de color verde claro en verano y pardo en el invierno. Es fácil de distinguir por su tonalidad y sobre todo por las hojas. Suele estar mezclado con encinas en las partes más bajas de su distribución y con pinares o matorrales de alta montaña en la parte superior de las montañas ibéricas donde habita. Cuando llega el otoño su típico color de primavera y verano, se torna pardo amarillento.
Las hojas son caducas, grandes, con lóbulos profundos cuyas incisiones en muchos ejemplares casi alcanzan el nervio central. Son pelosas por ambas caras, aunque se aprecia mejor este carácter por el envés, que muestra un tono verde más claro; esto es importante para diferenciar esta especie de los verdaderos robles. Cuando comienzan a brotar, muestran un tono algo rosado que cambia bruscamente al verde claro, y llegado el otoño se tornan pardo-amarillentas al secarse.
En las ramas es posible encontrar unas agallas muy características, provocadas por la picadura de una pequeña avispa, que pone sus huevecillos en los tejidos de la rama. Dichas agallas son de aspecto globoso y color pardo, con unos piquitos a modo de corona en la parte superior y, sobre todo en las que se encuentran en el suelo, un pequeño agujerito por donde ha surgido el individuo adulto derivado de la larva que se había alimentado de la agalla. Las agallas son mecanismos de defensa de la planta ante el ataque del insecto.

El rebollo es de los más extendidos representantes del género en la flora ibérica, ya que en nuestro territorio se encuentra el máximo de su distribución. Se extiende por las montañas que bordean la meseta del Duero, es decir, Cordillera Cantábrica, Sistema Central, Sistema Ibérico y las montañas del NE de Portugal. Además se encuentra en algunas zonas de Montes de Toledo, Sierra Morena y algunas sierras béticas, como Sierra Nevada. Fuera de la Península aparece en el sudoeste de Francia y en Marruecos, cubriendo además un amplio margen de altitudes, desde cerca del nivel del mar hasta más de 1700 m.
En la Serranía de Ronda son poco abundantes, probablemente por haber sido talados, en la Sierra de Las Nieves tan solo se conservan dos árboles en el Puerto del Robledal, cerca de la Fuenfría. El nombre del lugar, Puerto del Robledal, sin duda hace referencia a la presencia de estos árboles en número elevado, pero, tal vez por el pastoreo excesivo, quizás para obtención de madera, vigas para apuntalar galerías de minas, por incendios forestales o por todas esas causas a la vez está casi desaparecido. Aunque hace pocos años se ha realizado una repoblación importante en la zona. También existen en poca cantidad en Sierra Bermeja  y en los picos de Los Alcornocales como el Aljibe. (Gracias Carlos Guerrero Barragan por la información)
Curiosamente, a pesar del epíteto específico “pyrenaica” que indicaría su presencia en esta cordillera, realmente solo se encuentra en algunos puntos del Pirineo navarro. Ecológicamente desempeña un papel intermedio entre las especies más claramente xerófitas (encinas y quejigos) y los verdaderos robles. Se desarrolla principalmente sobre suelos silíceos (granitos, gneises, pizarras), muy raramente en calizas; deben ser húmedos, aunque en menor medida que para los robles por antonomasia. Soporta climas continentales, con fuertes heladas en invierno y un cierto grado de sequía veraniega, entre algo menos de 400 y hasta casi 2000 m como altitudes extremas. Puede formar masas puras (melojares o rebollares, localmente extensos en las montañas castellanas o en el Sistema Central) en que se encuentran arbustos como genistas o piornos y plantas herbáceas como las peonías o el helecho común. Puede también mezclarse con la encina y el quejigo en las altitudes inferiores, con el haya en las zonas más húmedas o con pinos de montaña a mayores altitudes.

Aunque las bellotas se pueden aprovechar para montanera, la producción es baja e irregular en comparación con la de la encina o el alcornoque.
La madera, muy fibrosa y de difícil secado, se ha empleado para hacer vigas, traviesas de tren y en minería. Se ha utilizado sobre todo para la producción de leña y carbón vegetal.

Bibliografía
http://www.arbolesibericos.es/