Fauna de la Serranía de Ronda: Halcón peregrino
Andrés Rodríguez González Marzo 18th, 2011
FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA.
Serie
Halcón Peregrino
De nombre científico Falco peregrinus
Es otra de las especies que puede ver amenazada su vida en el Tajo de Ronda si se monta el espectáculo de cetrería en el anfiteatro. Pero no es una especie más, se trata del ave más estudiada por los ornitólogos, por ello es de las más conocidas, tal vez por ello se sepa que su población no ha hecho sino disminuir por la mortalidad y la cetrería.
Los machos adultos tienen la cabeza, nuca y el dorso del cuello de color azul pizarra con la base de las plumas de la nuca de color parduzco. El dorso de las alas y la espalda hasta el nacimiento de la cola, son gris azulado rayadas de pizarroso oscuro. La cola es azul grisácea, más oscura en el extremo y con barras negruzcas que son más anchas al final, terminadas las plumas rectrices en puntas blancuzcas. En los lados de la cara poseen una característica mancha negra en forma de mostacho, que juntamente con los ojos muy oscuros rodeados de un anillo orbital amarillo, le dan un aspecto inconfundible. El mentón y la garganta son blancos. La parte superior del pecho es pardo rosada con rayas oscuras que se van ensanchando hasta tener la forma de gotas. El resto de las partes inferiores son pardo rosados rayados con estrechas listas transversales negras que en algunos machos apenas son perceptibles. Los flancos y las alas también son rayadas de oscuro con más densidad en las axilas. La mitad de los tarsos están emplumados; patas y pies amarillo brillante; ojos color avellana; pico ganchudo, azul pizarra, amarillento en la base y negro en la punta de la mandíbula superior y las uñas negras.
Las hembras son de mayor tamaño, a veces hasta 10 cm. más largas que los machos. El color general es más oscuro en la espalda. En la parte superior del pecho tiene muy marcados unos puntos oscuros en forma de gotas y el resto de las partes inferiores están, en general, más densamente rayadas que en los machos.
Los inmaduros durante el primer año de vida y a menudo en parte de su segundo año, son de color marrón por encima y pardos por debajo, rayados verticalmente de marrón. No se reproducen hasta que tienen dos años de edad.
Los halcones que nacen entre abril y junio de cada año pero no empiezan a mudar sus plumas hasta marzo siguiente. Otros hasta que tienen ya un año.
También es una característica a señalar el diente que tiene en la mandíbula superior que encaja muy bien en una muesca de la mandíbula inferior. Este diente puede ser insertado en el cuello de cualquier pájaro, de manera que por simple presión seguida de rápido giro, el Halcón Peregrino es capaz de romperle la espina dorsal. Las patas son gruesas y musculosas y los dedos largos y poderosos.
Lo más impresionante de esta rapaz es su vuelo poderoso y ágil con no muy profundos batidos de alas, interrumpidos a intervalos por cortos planeos. Cuando caza, los movimientos de las alas son más rápidos, fuertes y profundos. Suele lanzarse en picado, con alas casi o totalmente plegadas junto al cuerpo, desde mayor altura que otras especies de halcones. Algunas veces se cierne como el Cernícalo Vulgar. Por su vuelo rápido y agresividad son los más estimados de todas las especies de halcones para el mal llamado “deporte de cetrería” y resultan relativamente fáciles de capturar, amansar y entrenar. Las velocidades en el vuelo de caza no han sido debidamente medidas. En un «picado» puede alcanzar velocidades de 200 a 300 km. por hora, pero por métodos más modernos se ha podido calcular que en determinados momentos llegan a más de 400 km. por hora y que son capaces de respirar a estas impresionantes velocidades.
El Halcón Peregrino habita acantilados marinos, pero también roquedos del interior, eludiendo los bosques y volando con preferencia en terreno abierto. La cornisa del Tajo es un lugar perfecto para ellos, lo que debió ser una población abundante en otros tiempos ha quedado reducida a una sola pareja. Pero esa disminución no es un hecho aislado.
El poder visual de esta especie es muy grande cada ojo del Halcón Peregrino pesa 28 gramos, siendo por lo tanto más grandes y pesados que los de un ser humano. Si nuestros ojos estuvieran en la misma proporción a nuestros cuerpos como los del halcón al suyo, un hombre de 84 kilogramos debería tener los ojos de 7,5 cm. de diámetro y pesar nada menos que dos kilogramos. La retina de los ojos de un halcón tiene un poder de resolución de objetos distantes dos veces tan aguda como la de la retina humana. Aún es mayor este poder resolutivo en visión lateral, hacia arriba y abajo y en la visión de objetos distantes que es ocho veces la del hombre. De esta forma con ligeros giros de la cabeza puede controlar cualquier movimiento de un pequeño animal por lejos que esté.
En migración pueden volar a considerable altura casi siempre solitarios y raramente varios juntos, en general a lo largo de costas y ríos. Su velocidad media en estos vuelos de crucero y migración, puede no superar los 100 km por hora.
El hecho más importante en la vida del Halcón Peregrino y por lo que siempre ha tenido fama es por la habilidad extraordinaria que despliega al capturar y matar sus presas. Son curiosas, sin embargo, sus reacciones en muchos casos en los que el pájaro vuela o está posado y nadie puede esperar que vaya a matar una presa. Así, algunas veces sin previo aviso ataca y mata a cualquier pájaro que pasa cerca de él. En estos casos puede dejar abandonada su presa y volver a ella más tarde cuando de verdad está dedicado a la caza. El vuelo de caza suele ser corrientemente precedido por alguna forma de juego, espantando con sus ataques fingidos a grupos de gaviotas, chovas, cornejas. Aun cuando esté hambriento y haya matado una presa, puede permanecer posado al lado de ella durante 10 ó 15 minutos antes de comenzar a comerla. En estos casos si el pájaro muerto no tiene alguna herida por la que sangre, el halcón provoca la salida de sangre y cuando brota come inmediatamente.
Puede cazar en un territorio durante varios días y luego no volver a ser visto durante una semana o más. Puede cambiar entonces de lugar a otro cazadero no muy distante, aunque se han comprobado casos en que los halcones al escasear las presas se mueven hasta 30 km. más lejos. La caza en días soleados la efectúa remontándose a gran altura y al atacar le basta en general un solo «picado» sobre la presa. Si el ataque falla, lo intenta de nuevo, pero casi siempre con otra presa. Normalmente puede matar al caer en picado pájaros dos veces tan pesados como él mismo. Antes de empezar a comer una presa la despluma, algunas veces totalmente, otras solamente quitando unos mechones de plumas. Cuando han capturado un pájaro, los halcones sujetan la presa con la garra interior de una o las dos patas. El desplumado no les suele ocupar más de dos o tres minutos. Comer la presa está en función de su tamaño, pero oscila entre 10 y 30 minutos. Si la presa es muy pesada la come en el mismo lugar donde la mata. El terror que infunden en estos pequeños pájaros no es para ser descrito. El vuelo raso sobre el agua puede muchas veces salvarles la vida. Las palomas sufren un terror tal que muchas mueren al estrellarse contra los árboles o acantilados, buscando un agujero donde refugiarse.
El mismo lugar o nicho es usado año tras año para anidar. Cada pareja ocupa una amplia zona. Nunca una pareja abandona su zona y se introduce en la colindante. El Halcón Peregrino no construye nido y sí únicamente en la mayoría de los casos una pequeña oquedad en el suelo.
La coloración de los huevos varía ampliamente en la tonalidad general entre pardo anaranjado y marrón rojizo con manchas más oscuras. Las puestas suelen comenzar en la segunda semana de abril, aunque se conocen fechas anteriores. La incubación es efectuada por ambos sexos y la hembra realiza la mayor parte de la tarea siendo alimentada por el macho que varias veces al día se acerca al lugar con una presa. El macho puede también aportar presas a una repisa próxima o a la misma del nido donde son recogidas por la hembra.
La incubación comienza con la puesta del segundo o tercer huevo y en todo caso antes de estar completada. Dura de 28 a 32 días. Durante el periodo de cria son especialmente agresivos atacando a toda ave que pasa cerca del nido, incluso ponen en fuga a los buitres.
El Halcón Peregrino es el ave de presa que ocupa en el mundo una mayor extensión, reproduciéndose en todos los continentes y en América desde el oeste de Groenlandia hasta Tierra del Fuego en el Sur. También es una de las mejor estudiadas y se han determinado con seguridad 15 subespecies o razas diferentes. Cría en toda Eurasia a excepción de Islandia y una estrecha zona al norte de China. Las poblaciones norteñas son migradoras en el otoño e invernan al Sur de su área geográfica. En general, no es abundante en ninguna parte de Europa y ha sufrido una enorme baja en su densidad debido a las causas que luego se explican.
En la peninsula el Halcón Peregrino es sedentario, pero algunos jóvenes del año efectúan desplazamientos relativamente distantes de su lugar de nacimiento en cuanto son totalmente independientes.
La disminución del número de parejas de Halcón Peregrino que se reproducen en Europa ha sido muy importante. En 1965 la desaparición de halcones había llegado a extremos de verdadera catástrofe en Francia, Alemania Oeste y Este, Suecia, Finlandia, Irlanda, etc. Esta situación obligó a los naturalistas responsables a iniciar e impulsar estudios para determinar con claridad las causas de esta drástica disminución. Pronto se apreció que descartando los enemigos naturales, muy escasos y que siempre han existido, la causa debería obedecer a un nuevo factor que había que descubrir. El primer síntoma se manifestó cuando los investigadores apreciaron un adelgazamiento progresivo en la cáscara de los huevos, rotura consecuentemente de éstos por los mismos pájaros en el nido, reducción del número de huevos eclosionados, menores puestas y parejas infértiles que se establecían pero no criaban. Análisis de laboratorio determinaron la presencia de productos químicos en la yema de los huevos y en el cuerpo y sangre de los propios pájaros. Especialmente los residuos de insecticidas organoclorados eran muy abundantes.
Con ser la contaminación uno de los mayores problemas a vencer para mantener y aun aumentar la actual población de Halcón Peregrino, no lo es menos también la auténtica moda de la cetrería que se ha extendido por Europa y que está haciendo un incalculable daño a muchas aves de presa. Desde hace unos años muchos extranjeros y nacionales desaprensivos se dedicaron a expoliar los nidos y a comprar los pollos de los nidos que los lugareños les facilitaban con gran entusiasmo y que luego aquellos traficantes vendían a precios que de citarse aquí parecerían a todos increíbles. Muchos que se titulaban ornitólogos o naturalistas y que bajo el pretexto de actividades científicas o cetreras han obtenido cuantiosos beneficios expoliando un bien que pertenece a todos los españoles por igual. La rapiña cometida en los nidos de Halcón Peregrino en determinadas provincias del centro de España es muy importante.
Se estima que en la última década los tratamientos fitosanitarios parecen haber comenzado a influir sobre la reproducción de nuestros halcones aumentando las puestas infecundas en un 30 por 100 de los nidos, mientras que el número de pollos que llegaron a volar ha sido hasta de un 50 por 100 inferior al de años anteriores. Por otra parte, la nefasta moda de la cetrería también ha repercutido muy negativamente sobre esta especie. Actualmente sólo en Madrid y sus alrededores existen, según datos de “Pajaritos”, unos cien «halconeros» responsables directos de que anualmente sean expoliados, más de 50 jóvenes halcones. Garzón, un famoso ornitólogo español, calcula que las depredaciones de nidos comenzaron en 1960, estimación optimista, desde entonces habrían sido capturados en la zona más de 700 ejemplares, cifra demasiado elevada para que se siga autorizando «legalmente» la cetrería.
El trampeo, la destrucción de nidos, la cetrería y la intoxicación con pesticidas agrícolas, que absorben con las presas, han acelerado de manera dramática la disminución de los halcones peregrinos.