Encina
Andrés Rodríguez González Febrero 23rd, 2008
Encina.
Quercus ilex, subespecie Ballota L .
Familia Fagáceas
La encina de la fotografía es un buen ejemplo de esta especie, se encuentra situada en los terrenos de la Finca Algaba de Ronda, pero no es un ejemplar único, como ella e incluso de mayor porte existen varias en esta finca que, además, alberga un magnífico Centro de Educación y Congresos.
Por toda la Serranía encontramos encinas de enorme tamaño. Una extraordinaria encontramos en Parauta, muy cerca del pueblo; también en la carretera de Ronda a Yunquera, una vez pasado el pueblo de El Burgo y antes de llegar al Puerto de Las Abejas, existe una encina de similares características a la Parauta. Espectaculares son las que habitan entre Majaco y la Laguna de Alberca. Otro buen ejemplar lo encontramos en el Cordel de Los Pescaeros, entre el cruce de la Venta Ramirón y el Pilar de Coca.
La encina es el árbol más característico de la Serranía y del Estado Español. De magnífico porte, con copa redondeada, raíces superficiales, hojas perennes y buena producción de frutos llamados bellotas que resultan fundamentales para el alimento del ganado porcino, puede vivir hasta 700 u 800 años. Crece en todo tipo de suelo, especialmente en zonas calizas, tan sólo las arenas costeras y las zonas casi desérticas del sudeste mediterráneo no le son propicias. En cuanto a la altitud vive desde el nivel del mar hasta los 1.400 m, pudiendo llegar hasta los 1.900 m algunos ejemplares sueltos.
Es desplazada por alcornoques y quejigos en las zonas más húmedas, es resiste bien el frío, el calor y a la sequía. Con esas características no es de extrañar que forme buenos bosques en toda la Serranía destacando los magníficos ejemplares en la zona de Setenil y Majaco si bien ha sido víctima de talas excesivas para obtener madera y para carboneo que han mermado considerablemente su extensión. Ceballos en el año 1.930 destacaba como los mejores encinares de la Provincia de Málaga los existentes entre Ronda y Setenil.
En algunos sitios y donde el suelo tenia cierta calidad para el cultivo de cereales, como en los Llanos de Aguaya y Acinipo los encinares han sido casi completamente eliminados. Actualmente la fiebre constructora y los campos de golf amenazan con destruir los mejor conservados bosques de encinas de la Serranía.
A lo largo de los siglos, los encinares han constituido un aprovechamiento muy racional y equilibrado: Las Dehesas. Se trata de encinares aclarados en los que se alternan los cultivos de legumbres y cereales con el aprovechamiento ganadero y la obtención de leña. En las dehesas todos salen ganando; así, el ganado realiza la limpieza de matorral, come bellotas y aporta estiércol, el hombre obtiene cosechas y leña a la vez que limpia el bosque de matorrales, las encinas bombean de las capas inferiores del suelo gran cantidad de agua y nutrientes y evitan la competencia de otras especies gracias a los cuidados del hombre.
Los romanos llamaban “Ilex” a la encina, por eso Linneo, mantuvo ese nombre al crear la denominación científica.
Los cerdos engordados con bellotas y castañas son, sin duda los que proporcionan mejores jamones.
Encinares en la Serranía de Ronda.