Cultivo de Narcisos
Andrés Rodríguez González Marzo 11th, 2018
Cultivo de Narcisos
Los Narcisos son unas de las plantas bulbosas más cultivadas en la primavera junto con los tulipanes. Pueden vivir en macetas de barro y son muy fáciles de que se naturalicen en jardín plantados en grupos aislados, junto a arbustos o en rocallas.
Se deben plantar en otoño y florecen en primavera, pero si se plantan tarde también florecerán tarde y se estropearán en pocos días.
Para plantarlos mejor elegir lugares soleados aunque también aguantan la semisombra.
Los bulbos se pueden comprar en dos tamaños, los grandes deben enterrarse a unos 8-12 cm., mientras que los pequeños sólo se enterrarán 6-8 cm. Para sembrarlos colocar los bulbos con la punta mirando hacia arriba o incluso con el ápice sobresaliendo ligeramente del sustrato de la maceta. En el jardín, lo habitual plantar grupos pequeños de 15 ó 20 unidades por metro cuadrado.
Su cultivo es bastante sencillo, fundamental es que el suelo tenga un buen drenaje y riqueza de materia orgánica pero no estiércol muy reciente. También es importante que no los plantemos en un suelo con exceso de agua ya que se produciría la pudrición de los bulbos.
Soporta bastante bien el frío lo que indica que se dan muy bien en la Serranía de Ronda. Un indicador de ello es también que existen abundantes narcisos naturales en nuestros campos no cultivados incluso en los bordes de carreteras. Si plantas en macetas, resguárdalos de las heladas muy fuertes en un sitio oscuro, fresco y seco. Cuando el tallo asome por encima de la tierra sácalo para que les dé el sol, pero por la noche hay que volver a guardarlos si las temperaturas son muy bajas.
Cuando crecen mucho puede ser necesario poner un tutor en el tallo con unas cañitas de bambú o con palitos para que no se incline. Los Narcisos se pueden cultivar en el interior haciendo lo que se llama el “cultivo forzado”. Es de las bulbosas más fáciles de forzar. Para ello se deben adquirir variedades apropiadas para el forzado que son las de calibres mayores, nunca los pequeños. A continuación se plantan en una maceta de barro con turba y sin enterrar demasiado los bulbos. Se coloca la maceta en el interior de la vivienda a partir del mes de noviembre en la Serranía y a una temperatura de unos 10ºC, procurando que la maceta reciba el máximo posible de luz durante el día. Una vez que las yemas florales se han desarrollado adecuadamente, es decir, que muestran unos botones de gran desarrollo y muy compactos, deberás colocarlos en el lugar más cálido de la vivienda con abundante luz, un lugar con una temperatura comprendida entre 16 y 20ºC. Al cabo de pocas semanas los Narcisos abrirán totalmente sus flores. Conviene entonces aplicar algún fertilizante líquido y una vez que se marchiten las flores, se cortan, se abona y se sigue regando sin excesos. Al llegar los meses más cálidos, se suprime el riego totalmente y se espera que la planta se seque por completo. Al cabo de una semana se sacan saca los bulbos y se almacenan en lugar fresco y en la oscuridad hasta la plantación que se hará en el noviembre siguiente para un nuevo forzado.
Los Narcisos se naturalizan fácilmente en el jardín, mucho más fácilmente que los tulipanes y los jacintos que tienden a perderse con los años. Al cabo de un tiempo en el jardín va formándose una colonia. Los Narcisos naturalizarlos se dejan enterrados para que vuelva a florecer el próximo año, aunque personalmente, prefiero sacarlos para volverlos a plantar el próximo otoño. Para ello cuando se marchiten las flores, se corta el tallo de la flor y se deja que las hojas se sequen por completo, se sacan los bulbos con cepellón de tierra, es decir, pegadas a las raíces y se ponen a la sombra para que puedan las hojas marchitarse, después los bulbos madres se separan, se clasifican por tamaños y se almacenan sobre bandejas en lugar fresco, seco y oscuro.
Bibliografía
http://www.infojardin.com/