El buitre negro y buitre leonado
Andrés Rodríguez González Febrero 20th, 2014
BUITRES DE LA SERRANIA DE RONDA Los buitres europeos son el buitre negro, el buitre leonado, el alimoche y el quebantahuesos. El buitre negro (Aegypius monachus) es una especie de ave rapaz de la familia Accipitridae, única de su género. La envergadura media de esta especie es de 250 cm, algo más que la del buitre leonado, es el ave rapaz más grande de la península. Aunque se han detectado ejemplares aún más grandes. Su principal área de distribución es asiática, desde Turquía hasta China. En Europa se le puede encontrar en Grecia, varias islas mediterráneas y el suroeste de la Península Ibérica. En la Serranía de Ronda es bastante raro, tan solo llegan algunas especies divagantes. El plumaje es negro, con algo de marrón oscuro en el dorso. El cuello y parte de la cabeza son negros y desprovistos de plumas, aunque en la cara y coronilla se puede encontrar un poco de plumón negro. El pico destaca por su color gris claro, aunque la punta también es negra. Ambos sexos tienen plumaje idéntico y a simple vista no se logra identificar el sexo del individuo. Los individuos más jóvenes tienen el plumaje más oscuro que los adultos. Como casi todos los buitres, el buitre negro también es un planeador que rara vez bate las alas. En el aire recoge la cabeza hacia atrás y mantiene las alas desplegadas, mientras que la cola hace el papel de timón. Su silueta de vuelo es parecida a una tabla, con el cuello recogido mientras vuela, la cola corta y triangular y las plumas primarias muy desplegadas, lo que refuerza su empuje hacia lo alto. Su voz es ronca y silbante pero la emite raras veces. Habita en roquedos y barrancos con abundante vegetación. En la Península suele preferir zonas de bosque mediterráneo, pero en Mallorca vive en los acantilados. Es de carácter más bien solitario y rara vez emigra, algo que hacen más frecuentemente los jóvenes que abandonan el nido. Los buitres negros suelen ser más delicados que los buitres leonados en cuanto a comer carroña ser más escrupulosos que los buitres leonados a la hora de comer carroña. Son los primeros que intentan llegar a los cadáveres de los grandes mamíferos, después de desgarrar la piel se alimentan casi exclusivamente de musculos, evitando comer vísceras. En caso de tragar piel o pelos, los expulsan más tarde en forma de egagrópilas. Los buitres negros complementan su dieta con animales pequeños que capturan al vuelo y llevan a sus nidos, como conejos, liebres, lagartos y hasta tortugas. Esta especie es monógama y anida en los árboles. No siempre crian un ejemplar al año, a veces pasan alguno sin procrear, la pareja retorna al mismo nido que han usado año tras año, reparándolo hasta llegar a alcanzar un diámetro de 2 metros y una altura de hasta 1 metro. Donde habitan también leonados, suele descansar en nidos vacíos de éstos. La hembra pone un solo huevo que la pareja incuba por turnos durante 55 días. El pollo nace a primeros de mayo y es alimentado por los padres hasta que puede emprender el vuelo. Para que se vaya del nido debe ser expulsado violentamente por uno de los adultos. Esta especie está protegida en varios países, después de que haya sido perseguido durante decenios por los pastores que lo consideraban equivocadamen un peligro para sus rebaños. Posiblemente la mayor causa de mortalidad de la especie sea el veneno. Otras amenazas importantes son la explotación inadecuada de determinadas masas forestales, la eliminación sistemática de carroñas y la gestión inadecuada de los montes. Su comportamiento es menos gregario que el del buitre leonado. La Sociedad Española de Ornitologica, SEO/BirdLife, declaro al buitre negro Ave del Año 2010. En la Serranía de Ronda dejo de reproducirse en el siglo XIX, tan solo se ven algunos buitres negros divagantes, casi siempre jóvenes, que se unen a los buitres leonados en los festines. El buitre leonado (Gyps fulvus) es una especie de la familia Accipitridae. Es una de las mayores aves rapaces que puede encontrarse en la Península, mayor incluso que el águila imperial ibérica. Puede llegar a los 10 kilos de peso, con una envergadura que supera los dos metros y medio. Las plumas son de color ocre y canela en la mayor parte del cuerpo, de ahí el motivo de su nombre “leonado”. Estas plumas leonadas, se tornan marrón oscuro o negro en la cola y extremo de las alas. La base del cuello está rodeada por unas plumas parecidas a plumón a modo de gargantilla. Tienen un poderoso pico en forma de gancho especializado en desgarrar tejidos, es pardo gisáceo en la base y amarillento pálido en los lados. Los tarsos y dedos son grises y grandes, aunque mucho más débiles que los de otras grandes rapaces, siendo las uñas cortas y romas. Esta circunstancia, a la que hay que añadir especialmente el gran peso y lentitud de estas aves, hace que sea prácticamente imposible que los buitres den caza o maten a otros animales, como sí hace el resto de las rapaces. Se conocen dos subespecies de buitre leonado, el Gyps fulvus fulvus que se extiende por el noroeste de África y la península Ibérica hasta Oriente Medio, y el Gyps fulvus fulvescens por Afganistán, Pakistán y norte de la India. Las zonas habitadas por los buitres leonados suelen ser montañosas, aunque en el llano cualquier cantil vertical o extraplomado de más de 50 metros e inaccesible les sirve de buitrera o lugar de descanso. En la península Ibérica es una especie sedentaria que se puede ver todo el año, pero las poblaciones de otros lugares a veces emigran al sur para invernar y vuelven a sus lugares de origen para reproducirse. Los buitres leonados aprovechan las corrientes de aire caliente para ascender volando en círculos. El buitre leonado es un ave planeadora más que voladora, pues apenas mueve las alas en el aire, permaneciendo cernido en las altas corrientes durante las horas de más calor del día. Prefiere levantarse sobre corrientes ascendentes de aire que se producen por la convectividad térmica, brisas montaña valle o las cuñas de aire frío de carácter meteorológico que levantan grandes masas de aire caliente, pasando horas volando entre alturas de 1.800 a 3.500 metros sobre el nivel del mar, aunque en días excepcionales puedan llegar a los 6.000 metros sobre el nivel del mar y recorriendo desde 50 kilómetros a 300 kilómetros dependiendo de la potencialidad convectiva del día, a la búsqueda de grandes mamíferos muertos de los que alimentarse. Cuando planea, suele mantener las alas un poco por encima de la horizontalidad. Está especialmente adaptado para alimentarse de carroña, con su potente vista localiza cualquier cadáver en las cercanías, desciende para alimentarse, introduce sin problemas su cabeza y largo cuello para llegar a las vísceras del cadáver. Dada la escasez de caza, las carroñas dejadas por los pastores constituyen una parte importante de la dieta de este animal. Son frecuente las peleas en las aglomeraciones de buitres para disputarse las mejores tajadas. Los buitres leonados entran en celo en los meses de diciembre a abril. En ese momento forman parejas estables y pasan unos 58 días incubando su único huevo, en turnos de entre un día o dos cada uno. Posteriormente se turnan con la misma frecuencia para dar de comer a su cría. El polluelo crece a un ritmo bastante lento, pero constante. Al contrario que otras aves, si no recibe la cantidad precisa de alimento, no puede retrasar su crecimiento y muere de inanición. Las crías emprenden su primer vuelo hacia el mes de julio, pero siguen manteniéndose una temporada cerca del nido hasta que creen que ha llegado el momento de independizarse. A los cuatro o cinco años de edad se aparean por primera vez. Aunque no se considera una especie especialmente amenazada, el buitre leonado es un ave protegida en varios países. En otros tiempos los ganaderos perseguían y mataban a los buitres por considerarlas aves de mal agüero, que amenazaban al ganado próximo a parir. En España se ha estimado una población en el año 2008 de 25.000 parejas, con las mayores concentraciones en Castilla y León, Aragón y Andalucía. Se considera fuera de Peligro aunque está catalogado como especie De interés especial desde el 5 de abril de 1990. En la Serranía de Ronda son bastante abundantes, su población está en aumento, destacando la colonia del Peñón de Zaframagon. Los principales factores de amenaza sobre la especie son el envenenamiento por comer cebos envenenados colocados en el campo ilegalmente por cazadores o ganaderos para el control de depredadores, la falta de alimento por la escasez de muladares y la obligación retirar el ganado muerto por normativas de la UE. La caza ilegal no tiene la importancia que tuvo en el pasado. Además amenazan el hábitat del buitre leonado construcciones de infraestructuras (pistas forestales, caminos, rurales, cortafuegos, diques), urbanizaciones y las talas y aclareos abusivos en época de cría y en las zonas cercanas a las buitreras. Fue un animal muy importante en el mundo celtibérico, los cadáveres de los caídos en combate se dejaban para su alimento para que el alma del guerrero llegara antes los dioses del Cielo. El autor de la foto en la que se ven los dos buitres que hoy hemos descrito en el texto es de Juan Tebar, extraordinario fotógrafo de Naturaleza del que tengo el honor de ser amigo y que amablemente me la ha cedido la para la ocasión.