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CARACOLES

Andrés Rodríguez González Agosto 27th, 2010

Fauna de la Serranía de Ronda
Caracol de jardín (Helix aspersa)
Con el nombre de Caracol se designa un amplio grupo de animales Moluscos, formado por unas 50.000 especies en todo el mundo. Son gasterópodos (literalmente, animales con el pie en el estómago) marinos, que han adaptado su singular modo de locomoción a un amplio abanico de hábitats terrestres y acuáticos, desde las profundidades y las costas de los océanos hasta todas las masas de agua dulce, y de las áreas tropicales a las montañas y los desiertos. Poseen una concha que se enrolla en espiral. Los caracoles marinos son denominados Caracolas. Existen muchas variedades de caracol según los tamaños y especies. Algunos como las Vaquetas o Serranas, son considerados un exquisito manjar en la Comunidad Valenciana y en las comarcas catalanas del Ebro, donde precios desorbitados.


Los caracoles, se alimentan de materia vegetal y de materia en descomposición, son muy importantes de la red trófica, ya que son una fuente de alimento para gran cantidad de seres vivos. El caracol se alimenta por medio de la Rádula, una lengua en forma de cinta que contiene muchos miles de dentículos, o dientes, que salen de la abertura de la boca y raen las rocas y las hojas.
Se mueven muy lentamente, alternando contracciones y elongaciones de su cuerpo, con lentitud. Producen una mucosidad llamada “mucus” para ayudarse en la locomoción reduciendo así la fricción. Esta mucosidad contribuye a su regulación térmica, también reduce el riesgo del caracol ante las heridas, las agresiones externas y las infecciones bacterianas y de hongos, también las defiende de sus principales enemigos, las hormigas. El mucus sirve además al caracol para desembarazarse de ciertas sustancias como los metales pesados y entra también en la composición de la cubierta.
Cuando se retrae en su concha, secreta un tipo especial de mucosidad que se endurece para cubrir la entrada de su caparazón formando una estructura llamada Operculo. Son bastante similares a las babosas, pero éstas tienen algo parecido a una cáscara debajo de su piel superior para prevenirlas de desecarse por completo. Este opérculo suele ser fino en las especies terrestres y en otras como las marinas, muy duro.
Descontando los caracoles marinos, en invierno o en estaciones secas, muchas especies terrestres o de agua dulce, hibernan en su concha sellándose con el opérculo, que le sirve de protección para la hibernación y que es destruido en la primavera o cuando el entorno se hace más húmedo. Algunas especies se reúnen e hibernan en grupos mientras que otras se entierran antes de la hibernación.
Muchos caracoles miden tan sólo 0,1 cm de longitud; el caracol de tierra más grande es el caracol gigante africano que puede medir hasta 30 cms, el caracol de manzana gigante, es el caracol más grande de agua dulce, con su tamaño que alcanza los 15 cm de diámetro. El más grande de todos los caracoles es una especie marina que vive en Australia.
Cuando el caracol crece, también lo hace su concha. Un caracol cerrará una sección de su concha y añadirá una nueva cámara al crecer, cada cámara será más grande que la anterior por un factor constante, se ha estudiado que la concha forma una espiral matemáticamente perfecta. Después, el caracol construye un reborde alrededor de la apertura de la concha, deja de crecer, y comienza a reproducirse.
La concha del caracol y las cubiertas de los huevos están formadas principalmente por carbonato de calcio. A causa de esto, requieren una buena cantidad de calcio en su dieta y ambiente acuoso para producir una concha fuerte. La concha de la mayoría de los caracoles terrestres se arrolla casi siempre en sentido dextrogiro, es decir en el mismo sentido que las agujas del reloj, aunque en algunas especies su concha lo hace en sentido contrario. La concha de los caracoles se puede dañar con facilidad, sobre todo si su dieta no incluye mucho calcio. Por lo general, un caracol puede reparar su daño en la concha con el tiempo, si sus condiciones de vida mejoran, pero algún deterioro lo bastante grave podría ser fatal para el caracol. Es por eso que los caracoles se desarrollan mejor en las zonas calizas como la Serranía de Ronda. Donde el carbonato cálcico escasea, algunas especies faltan y otras, las más adaptables, tragan piedrecitas que contienen calcio, roen los huesos, la pintura, el “encalao” de los cortijos antiguos o plantas ricas en calcio.


Una particularidad de los caracoles es que son hermafroditas, producen espermatozoides y ovulos. Pero para reproducirse deben acoplarse porque no pueden autofecundarse. Están equipados de un pene y del órgano receptivo correspondiente. Los caracoles de jardín, por parejas, se inseminan el uno al otro, para fertilizar internamente sus óvulos. Generalmente, en la primavera y el otoño de las zonas templadas, mientras el tiempo permanece caliente y húmedo. La cópula se hace generalmente de noche y dura de promedio entre 4 y 7 horas. Se lanzan el uno al otro una saeta espiral de carbonato cálcico, que desaparece en el interior del receptor, donde se disuelve y libera el esperma. Después hacen un agujero, enterrando sus huevos algunos centímetros bajo la superficie de la capa fértil. Pasados entre doce días y un mes según las condiciones climatológicas, estos huevos eclosionan y surgen las caracolitas. Cada puesta consiste en unos 100 huevos. Son capaces de poner huevos una vez cada mes.


Son muy apreciados por el hombre, para colecciones de conchas o fines gastronómicos.  La antigüedad del caracol en la dieta humana se remonta a la Edad del Bronce, al menos 1800 a. C., basándose en fósiles encontrados. Pero parece ser que fueron los romanos los que explotaron sus propiedades alimenticias llegando incluso a crear lugares para criarlos denominados cochlearium. Los romanos consumían a los caracoles no solo como alimento sino que suponían que era un remedio eficaz para enfermedades del estómago y de las vías respiratorias como dejó constancia Plinio El Viejo, que recomendaba la ingesta de caracoles en número impar como remedio para la tos y males estomacales. Los Escargots, los caracoles de la cocina francesa, son producto de la cría de caracoles de tierra y las especies aptas para ello no son más de quince. La variedad que existe en Chile, Helix aspersa Muller, es la segunda comestible en importancia del mundo. Otros caracoles comestibles son la oreja de mar de California y Japón, el bígaro europeo, el bígaro surafricano y la caracola reina de las Antillas. El caracol terrestre forma parte de la cocina mediterránea como uno de los manjares más exquisitos. También cabe destacar que al margen de estas cocinas el consumo del caracol se considera un uso culinario extraño, especialmente en Estados Unidos donde se equipara a consumir una Bobosa, puesto que el caracol es precisamente eso, solo que posee una concha propia. Suele cocinarse al hervor y servirse acompañado de diversas salsas, aderezadas con Hierbabuena. Varias especies de caracoles son también consumidas en la cocina asiática.
Los caracoles, tanto terrestres como acuáticos, son portadores de muchos parásitos, tanto unicelulares como pluricelulares que infectan a los animales que los ingieren. Son portadores intermedios de parásitos que afectan al intestino de los Rumiantes. En los trópicos, la enfermedad de la Esquistomatosis afecta a 200 millones de personas.

Rana Común

Andrés Rodríguez González Junio 20th, 2010

FAUNA DE LA SERRANÍA DE RONDA
Rana Común. De nombre científico  Pelophylax perezi


Los Anuros son anfibios sin cola, son las Ranas y los Sapos.
Se distribuye por toda la Península Ibérica y el sur de Francia. Ha sido introducida en las Islas Baleares e Islas Canarias.
Se trata de una Rana de tamaño mediano, de hasta 110 mm de longitud. La coloración es muy variable, aunque suele ser verde, con manchas negras. Usualmente presenta una línea vertebral clara. El tímpano es bastante grande y los pliegues dorsolaterales están moderadamente desarrollados. Los dedos de las extremidades posteriores están unidos por membranas interdigitales ampliamente desarrolladas.
A efectos de conservación a nivel del mundo y de España se considera como de “Preocupación de grado menor”.
Esta especie vive estrictamente en el agua. Ocupa todo tipo de zonas acuáticas aunque está presente fundamentalmente en ambientes permanentes. Muestra escasos requerimientos en relación a la calidad del agua.
Su alimentación es a base de consumir principalmente invertebrados, destacando por su frecuencia de aparición y abundancia de moscas y mosquitos, escarabajos, hormigas, abejas y avispas. Ocasionalmente consume vertebrados, incluidos ejemplares de la propia especie.
El período reproductor se extiende fundamentalmente desde abril hasta julio. La reproducción tiene lugar principalmente en ríos de aguas permanentes o en charcas que no se sequen. Los adultos seleccionan negativamente como hábitats reproductores ambientes con escaso recubrimiento de vegetación de ribera. Durante la época reproductora las hembras pueden desovar un número medio de 2.300 huevos. La duración del desarrollo larvario  suele ser de dos meses. Los machos alcanzan la madurez sexual con dos años de edad y las hembras con uno.
Comparte hábitat con numerosas especies de anfibios de hábitos terrestres cuando éstas acuden a los cuerpos de agua a reproducirse. Cuando detectan la proximidad de un depredador, la huida hacia el agua es uno de los principales mecanismos de defensa. Entre sus depredadores se encuentran anfibios, reptiles, aves, mamíferos y crustáceos.
Los machos emiten dos tipos dos tipos de sonidos de diferentes cantos. Han sido relacionados con la atracción de las hembras y el mantenimiento de pequeños territorios dentro del cuerpo de agua que ocupan. Los adultos toman frecuentemente el sol alrededor de las zonas acuáticas, donde también cazan.

Fauna de la Serranía: Rata Común

Andrés Rodríguez González Marzo 23rd, 2010

RATA COMÚN Rattus novergicus
La Rata Común o de alcantarilla, es también conocida como Rata Parda por la coloración de su pelo. Es un roedor de mayor tamaño que su congénere la Rata Negra o Campestre (Rattus rattus) de la que también se diferencia por su mayor peso, mientras que esta especie puede alcanzar los 600 gramos de peso, la rata campestre no suele sobrepasar los 250 gramos. Otra circunstancia diferenciadora es que la rata de alcantarilla ocupa medios más urbanos y más humanizados que su congénere la rata campestre o negra,  de la que también se diferencia por el menor tamaño de sus orejas (más grandes en la rata campestre y más cortas y gruesas en la rata parda) y por la longitud de la cola, de modo que mientras que en la rata campestre, la longitud de la misma supera notoriamente la de la cabeza más el cuerpo, en la rata parda o de alcantarilla no alcanza nunca esta longitud. Los ejemplares urbanos, por lo general, son de más tamaño que los ejemplares silvestres.
La rata de alcantarilla es originaria de China y de la zona este de Rusia, de donde comenzó a extenderse en épocas relativamente recientes, de modo que en los siglos XVI y XVII ocupaban Centroeuropa y en el siglo XVIII llegó a Francia. Se dice que en el año 1750 llegó a Paris, y de Francia pasó a España en el siglo XIX. También se ha dicho, aunque no es un dato que haya sido contrastado científicamente, que vino acompañando al ejercito de Napoleón en su invasión de España. Actualmente ocupa prácticamente todo el planeta y no hay lugar ni isla habitada que se vea libre de la presencia de esta rata, que se sirve del hombre y de los barcos para viajar y expandirse por el mundo. En España la rata de campo ocupa todo el territorio nacional, incluidas las Baleares y Canarias, aunque en cotas no muy altas, ya que a partir de los 1.000 metros de altitud su presencia se hace escasa, llegando incluso a desaparecer.
La rata común es buena nadadora y buceadora, pero trepa mal, por lo que en aquellos edificios en que coexisten ambas especies, la rata campestre suele ocupar las partes altas del edificio (desvanes, solanas y altillos), mientras que la común ocupa las partes bajas (sótanos, cloacas, alcantarillas, desagües, corrales; etc.); aun cuando lo normal es que la rata común, por su mayor tamaño y agresividad, desplace a la rata campestre. Con poco más de un siglo de presencia de nuestra geografía, es el roedor más abundante de las ciudades, donde se considera que en algunas de ellas hay más ratas que habitantes humanos.


La fotografía de una rata muerta junto a unas tijeras de podar permite hacernos una idea del tamaño. Observese la larga longitud de la cola.

La rata parda o común, es una especie comensal del hombre, por lo que se ve fundamentalmente asociada a la presencia humana, viviendo principalmente de sus desechos y basuras, aunque también hay poblaciones silvestres. En cualquier caso el agua es fundamental en su ecología, de la que ingiere de 17 a 38 ml. diarios de agua, encontrando su óptimo entre las alcantarillas, de donde adquiere uno de sus nombres comunes, así como en lugares húmedos y bordes de cursos de agua (riberas) con vegetación densa.
La rata común o parda, a diferencia de la rata campestre, es buena excavadora y cuando construye sus habitáculos, acondiciona una o varias entradas de 6-9 cms. de diámetro, normalmente localizables en pendientes del terreno, entre la vegetación. Suelen presentar montones de la tierra extraída en la boca, contando con un sistema de túneles de gran longitud, varias cámaras dormitorio en las que acondiciona camas con pelos, lana, papeles y materia vegetal. Estos refugios subterráneos, también cuentan con túneles ciegos, cuya finalidad es la de distraer a los depredadores que los visiten.
Territorialmente la rata común es muy agresiva y de agrupación social más organizada que la rata campestre. Los miembros del grupo se identifican y reconocen por el olor corporal del grupo, común a todos ellos, al tener un olfato muy desarrollado; también tiene un oído muy fino, siendo la vista su peor sentido, no diferenciando los colores.
Come de todo y es muy oportunista, presenta una dieta muy variada, aun cuando en las ciudades se suele alimentar de basura y desperdicios, mientras que los ejemplares más silvestres prefieren cereales y frutos, aunque la carne también forma parte importante de su dieta. Tiene desarrollada la especie una especial cautela y recelo hacía los alimentos nuevos o desconocidos, por lo que los venenos no suelen ser muy efectivos para combatir a la rata común.  Se ha comprobado que ante un alimento nuevo la colonia manda a un individuo dominado a que pruebe el cebo, la muerte tras la ingesta pone en alerta a toda la colonia, que relaciona el consumo del cebo con la muerte y evita el cebo, por lo que los tratamientos suelen perder eficacia. De hábitos esencialmente crepusculares y nocturnos, puede también verse durante el día, particularmente cuando no es molestada, ni existen gatos en las inmediaciones que las persigan.

Fauna de la Serranía de Ronda: Cabra, Cabra Montes

Andrés Rodríguez González Marzo 10th, 2010

Cabra, Cabra Montes Capra pyrenaica
La Cabra Montes presenta dos subespecies, Capra pyrenaica victoriae y Capra pyrenaica hispanica, además también tenemos otras dos subespecies extinguidas, Capra pyrenaica pyrenaica (bucardo) y Capra pyrenaica lusitanica
La Longitud del cuerpo es entre 100-145 cm. Su cola es pequeña de unos 12 a 15 cm. Su alzada de hasta 90 cm y su peso entre 80 y 120 kilos en los machos y entre 40 y 75 kg las hembras. Animales pertenecientes a la familia de los Bovidos. Tiene su origen en la zona central y oeste de Asia, desde allí se extendieron por Europa y África, en el Neolítico, hace unos 9.000 años ya tenían en Mesopotamia las primeras cabras domesticadas, actualmente, tanto en forma doméstica como asilvestrada, se pueden considerar como cosmopolita. Las cabras son hoy en día uno de los principales animales domésticos en Oriente Medio, en el norte y este de África y en todo el Mediterráneo. Son animales gregarios, es decir que viven en manadas pero, al contrario que sus próximos parientes, las ovejas, las cabras son animales adaptados a comer arbustos y matas correosas propias de medios secos y montañosos. Suelen ser animales ágiles, capaces de trepar con facilidad por pendientes sumamente empinadas y saltar de un risco alejado a otro. Aun cuando se trata de una especie esencialmente polígama, de modo que un solo macho es el que fecunda a un grupo de hembras, del que se hace dueño tras enfrentarse a topetazos a sus competidores en unos espectaculares combates, los casos de poliandria en los que una hembra es fecundada por más de un macho no son raros. Durante la época de celo el macho apenas come y se dedica a actividades sexuales. Las especies salvajes presentan un marcado dimorfismo sexual, manifestándose grandes diferencias de talla, color y cornamenta entre machos y hembras; sin embargo las diferentes razas domésticas estas diferencias no son tan evidentes.

La fotografía es de dos ejemplares machos de cabra doméstica

La cabra montes es una especie muy antigua, estimándose que en el Plioceno (hace 7 millones de años), los caprínidos de Asia central llegaron a Europa y fue en las glaciaciones cuando aparece la forma ibérica del género “Capra” ya diferenciada de la “Ibex” del centro de Europa. Ha sido una especie que se ha cazado desde los albores de los tiempos primitivos, como lo atestiguan las numerosas escenas de caza de cabras que representan pinturas rupestres. Por su caza, se refugió en las cumbres más altas e inaccesibles. Durante la Edad Media, los escasos ejemplares que aun existían en sitios muy apartados de la presencia humana, solo eran cazados por nobles y señores feudales, que eran los únicos que tenían este derecho; existiendo leyes durísimas para el que se atreviese a matar una cabra montés, sin que no obstante ello se pudiera evitar su caza, hasta ponerse en peligro la especie, por dos razones fundamentales: una el preciado trofeo que representaba la cuerna de este animal, que siempre ha sido codiciado por los cazadores y otra, el mundo de supersticiones y magia que ha rodeado la especie a la que se le atribuían una serie de propiedades mágicas, así la sangre y los cálculos estomacales, se creía constituían remedios infalibles contra muchos males, aun cuando lo más solicitado era el corazón, sobretodo cierta osificación de los cartílagos, de los que se decía tenían poderes curativos.


La primera medida de protección de la especie en España, fue la creación en 1905, por el rey Alfonso XIII, del Refugio Real de Caza de la Sierra de Gredos. A partir de 1950, se establece un programa de conservación de las cabra montés a nivel nacional, con la creación de numerosas reservas, lo que no obstante no ha impedido la regresión de la especie en algunas zonas como ha ocurrido en los Pirineos.
La cabra montés, habita en la península ibérica desde las altas cumbres de Sierra Nevada (Mulhacén 3.482 m.) hasta el nivel del mar en la zona costera que limita las provincias de Granada y Málaga (Cerro Gordo-Maro). Suele separarse en grupos de sexos que pueden superar los 30 individuos: los machos por un lado y las hembras junto con los jóvenes, por otro. Los individuos solitarios suelen ser raros, normalmente machos viejos que han perdido su poderío. Estas agrupaciones se desbaratan en tiempo de celo en el que se forman rebaños mixtos.
Se mueve con facilidad por las paredes rocosas gracias a la peculiaridad de sus pezuñas, cuya superficie interna es antideslizante, lo que le evita los resbalones, mientras que las puntas de las pezuñas, que además carecen de pliegue interdigital, son muy duras y agudas, por lo que pueden agarrarse a las rocas.

Existe una abundante población en la Serranía de Ronda, especialmente en la Sierra de Las Nieves. Hace unos años la enfermedad de la Sarna diezmo el número de ejemplares

Fauna de la Serranía, el Burro

Andrés Rodríguez González Febrero 16th, 2010

FAUNA DE LA SERRANÍA DE RONDA
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Burro.
También llamado asno (de nombre científico Equus asinus) es un animal doméstico de la familia de los équidos. Es, por lo tanto un mamífero.
Los ancestros salvajes del burro proceden de África. Hay varias especies y subespecies similares de asnos salvajes, como el asno salvaje africano, el onagro, el kiang, el khur, el kulán entre otras. Es frecuente que el burro sea considerado una subespecie del asno salvaje africano, con el nombre de Equus africanus asinus, aunque la tendencia actual es a separarlo en una especie propia (Equus asinus).
La palabra burro es un derivado del latín tardío burricus que significaba “caballo pequeño”; caballus era un caballo castrado usado para tirar o cargar.
En el norte y noroeste de España era frecuente distintas razas de burros negros que algunos citan como descendientes del Equus asinus somaliensis. Actualmente quedan muy pocos burros de estas razas, solo se empiezan, aún en peligro de extinción, a recuperar los de la raza Zamorano-Leonesa,  perdiéndose  los de otras razas de burros negros, al no haber machos aptos para la reproducción.
Los burros pueden ser cruzados con yeguas y producir Mulas o (mulo si es macho). Cuando se cruza un caballo con una burra sale un Burdégano. Los mulos son extraordinariamente dóciles, fuertes y resistentes (al contrario que las mulas) por lo que se consideran unos animales particularmente valiosos a la hora de llevar cargas pesadas durante largas distancias, sobre todo en terrenos montañosos y desérticos; antiguamente solían transportar el agua usada por el servicio de bomberos para apagar los incendios, ya que su desarrollado sentido de la obediencia prevalece incluso sobre el miedo natural al fuego. Los burdéganos, en cambio, son bastante pequeños y débiles. Aunque menos comunes, también se han conseguido híbridos de asnos domésticos y varias especies de cebras, conocidos como “ceburros”. Todos estos híbridos son estériles, ya que las especies del género Equus tienen diferente número de cromosomas. Los caballos, tienen 64 cromosomas, y los burros, tienen 62, producen crías con 63 cromosomas.
El hombre los ha utilizado como animales de carga y como cabalgadura desde comienzos de la historia, los burros han sido utilizados para trasladar cargas, tirar de carros y transportar personas. A pesar de no ser tan rápidos como el caballo, tienen una larga vida, su mantenimiento es menos costoso, tienen una gran resistencia y son ágiles en caminos deteriorados. Continúan siendo de crucial importancia económica en muchos países en vías de desarrollo.
Los burros tienen una larga reputación por su terquedad, pero esto se debe a la malinterpretación de algunas personas de su instinto de conservación altamente desarrollado. Es difícil forzar a un burro a hacer algo que contradice sus propios intereses. Son animales inteligentes, cautelosos, amistosos, juguetones e interesados en aprender. Una vez que se haya ganado su confianza pueden ser buenos compañeros en trabajo y recreación; por esta razón ahora son comúnmente conservados como mascotas en algunos países, en donde su uso como animales de carga ha desaparecido. También son populares por pasear niños en algunos lugares turísticos y de recreación.
En nuestro país el bienestar de los burros, es una preocupación y se han instalado algunos santuarios para burros veteranos.


Existen amplias referencias populares y en la literatura en torno a los burros, fue símbolo del dios griego Dionisio, en la Biblia hay numerosas referencias al burro, no olvidar que habitaban en el pesebre donde nacio Jesús, en Roma se sacrificaba a los dioses por el tamaño de su falo y tomaban el encuentro con un asno como presagio de calamidades. No olvidar al maravilla poética de Platero y Yo. También existen referencia abundantes en el Quijote ya que Sancho Panza hacía los caminos a lomos de un burro.
En algunos paises europeos consideran que la cola del burro tiene poder curativo de la en casos de tos ferina y las picaduras de escorpión.

Camponotus cruentatus

Andrés Rodríguez González Enero 24th, 2010


Fauna de la Serranía de Ronda
Andrés Rodríguez González
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Hormiga Camponotus cruentatus.
Se estima que en el mundo hay unas 10.000 especies diferentes de hormigas. Todas son insectos sociales, viviendo en colonias de tamaño variable, normalmente formadas por una o varias reinas, uno o varios machos, y gran número de obreras. En algunas especies hay varios tipos de obreras, formando castas especializadas. Presentan comportamientos sociales de complejidad diversa, en esto podemos compararlas con las sociedades humanas. Algunas especies, las más primitivas, son cazadoras nómadas y no construyen hormigueros. Otras especies, más evolucionadas, son recolectoras de semillas que acumulan en sus almacenes. Las hay que pastorean pulgones, cochinillas o incluso orugas de ciertas mariposas, ‘ordeñando’ las secreciones azucaradas que éstos producen y defendiendo su ‘ganado’ de cualquier ataque. Las más sofisticadas, cultivan hongos en lechos de hojas que recolectan en los árboles y fermentan en cámaras especiales de sus hormigueros. Paralelamente, algunas especies han adoptado modos de vida parasitarios, secuestrando a otras especies de hormigas para que trabajen como esclavas en sus hormigueros.
Las hormigas del género Camponotus son normalmente polimórficas, es decir en la misma colonia existen ejemplares de diferente tamaño y funciones. En el mundo de las hormigas, las Camponotus, son consideradas como de gran tamaño, las reinas pueden llegar a medir 1,8 cm, las obreras 1,5 cm, los machos son más pequeños, apenas si llegan a 1 centímetro.
El rasgo más característico para identificarlas es la inserción de las antenas alejadas de la base del clípeo, que es la estructura que rodea a la boca.
Las Camponotus son hormigas frecuentes en bosques o zonas donde existen árboles, a ellos suben buscando alimento y pulgones, prefieren los bosques adehesados de encinas y alcornoques. Grandes y oscuras, desplazandose lentamente a veces en grupos pequeños, sin duda, los lectores que hayan permanecido un rato descansando cerca de una encina, las habrán observado ya que son muy abundantes en los encinares de la Serranía de Ronda.
Como alimento toman miel y néctar de las flores, pero en su dieta entra también carroña y son expertas cazadoras. Se atreven con insectos de bastante mayor tamaño a los que pueden atacar en grupo con mucha ferocidad. Usan aguijones y rocían con líquidos para matar a sus víctimas.


La foto tiene su historia, José Antonio Reina, el autor, habia ido a La Sauceda a fotografíar buitres, cuando regresaba, en la carretera, encontró una lagartija atropellada, con grandes dificultades por no tener en ese momento el objetivo adecuado, tumbado sobre el asfalto mientras que su hermano vigilaba por si venía algún coche, pudo hacer esta foto de un ejercito de hormigas que estaban devorando el cadaver.

Su clasificación por parte de los expertos no siempre es fácil por presentar variaciones en su cuerpo. Su distribución es mundial con más de 1.000 especies descritas, siendo la mayoría pertenecientes a los trópicos.  Suelen dividir en subgéneros que puede servir para ordenar el género debido a la gran cantidad de especies que presenta, incluso si tenemos en cuenta solo la zona mediterránea donde encontramos más de 120 especies hasta el momento, solamente en España están descritas 20 especies siendo las más conocidas la Camponotus cruentatus  y la Colobopsis truncatus, una curiosa especie que excava sus hormigueros en los troncos de las encinas y tapa la pequeño boca del hormiguero con la cabeza de una obrera que se instala en la puesta a modo de cerradura de seguridad.
Es el mayor grupo dentro de las Hormigas en cuanto a número de especies. El tamaño de las colonias varía también entre 200 y más de 15.000 individuos.


Las fotografía que ilustran son de un magnífico fotógrafo de naturaleza, el malagueño José Antonio Reina Hervas.

 

Mariposa Arlequin

Andrés Rodríguez González Diciembre 20th, 2009

FAUNA DE LA SERRANÍA
Andrés Rodríguez González
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Mariposa Arlequin o de las Aristoloquias.
La mariposa arlequín (Zerynthia rumina) es una mariposa, su nombre hace referencia a los colores y motivos de las alas que recuerdan a un arlequín. También se la denomina como la mariposa de las Aristoloquias, por utilizar a estas plantas para la alimentación de sus larvas.
Es una mariposa de tamaño mediano a grande, que alcanza hasta 5 centimetros de envergadura alar. Las alas presentan, en su cara superior, un ajedrezado amarillo, negro y rojo inmediatamente reconocible y único, no es posible confundirla con ninguna otra mariposa española, en el sur de Francia existe otra especie muy parecida emparentada con la Arlequin. Vive solo en el Suroeste de  Europa y el Norte de  África. En Europa, únicamente se observa en la Península Ibérica y en el Sureste de Francia.
En gran parte de su área de extensión, tan solo se observa una única generación que vuela de febrero a mayo. Cuanto más al norte es mar tardía esa única generación. Pero en el sur de la Península Ibérica y Norte de África aparece una segunda generación en septiembre.
Su ciclo de vida es el siguiente. Pone huevos que son esféricos normalmente en mayo de los que salen unas orugas cilíndricas y gruesas de color ocre amarillento o rosado una o dos semanas después, esas larvas tienen unas excrecencias espinosas y seis filas de pequeños trazos longitudinales marrones. Entre junio y julio la oruga se transforma en crisálida que tiene un aspecto rugoso y similar a una astilla de madera. Las larvas u orugas se alimentan de diferentes especies del género Aristolochia, los alcaloides tóxicos que contienen estas plantas son tomados por las larvas pero no son digeridos sino que son almacenados en el cuerpo y les confieren defensa contra posibles depredadores. Pasa el invierno como en forma de capullo o crisálida. Eclosiona en abril y revolotea hasta junio en las laderas de los cerros soleados a las horas de mayor calor. De adulta, sus intensos colores rojos y amarillos advertirán a sus posibles predadores sobre su toxicidad.
Es una mariposa típicamente mediterránea, habita en cerros de clima seco, con espacios abiertos y soleados. Viven en colonias muy localizadas y aisladas entre sí. En España se encuentra en ambas mesetas, la depresión del Ebro, el área mediterránea y el sur peninsular, siguiendo siempre la misma distribución que las Aristoloquiáceas. En Ronda y alrededores es especialmente abundante en la ladera de la Cueva del Gato.
La principal amenaza es la alteración de su hábitat. También le afectan las repoblaciones forestales  ya que eliminan los espacios abiertos donde se desarrollan las Aristoloquias, también es muy sensible a los insecticidas y el ganado caprino que tiene tendencia al consumo de su planta nutricia.
Es una verdadera preciosidad, por eso ha sido muy castigada por los coleccionistas y algunas Comunidades Autónomas la incluyen en su Catálogo Regional de Especies Silvestres Amenazadas.


La fotografía es de una postal editada hace 25 años por la Sociedad Portuguesa de Entomología.

Fauna de la Serranía: Oveja Payoya

Andrés Rodríguez González Noviembre 25th, 2009

OVEJA PAYOYA
Es un animal doméstico que tiene su origen en un carnero silvestre, el Ovis aries vigney, aunque otras teorías parecen hacerlo derivar del Ovis aries ligneriensis.

Es una oveja bastante rústica, muy adaptada a zonas de altitud media-alta y unos fuertes niveles pluviométricos. Se distingue por presentar un vellón semicerrado, con mechas irregulares, alargadas y a veces en forma de pincel. El color más corriente es el blanco, con abundante pigmentación rubia en la cabeza y extremidades en algunos ejemplares. También abundan ejemplares negros, marrones y berrendos.

Es conocida como Oveja Serrana. También se le llama Merina de Grazalema, se considera como una raza autóctona andaluza en peligro de extinción tanto por la FAO como por la Federación Europea de Zootecnia.

Parece tener su origen en el cruzamiento entre la raza Merina y la raza Churra, pero posee unas características que la hacen ser diferente, se separa de ambas gracias al aislamiento de la zona y a una reproducción cerrada durante décadas. La variedad Churra sería la causante de lo basto de su lana y de su abundante capacidad lechera, que la hacen diferente de la Merina auténtica.

Se trata de una raza que ésta únida a la producción de lana para la fabricación de las peculiares Mantas de Grazalema, por ello ha tenido un importante papel social en el mantenimiento de la tradición y el desarrollo rural de la comarca.
La tradición textil de Grazalema se desarrollo a través de sus mantas, también llamadas “manta capote” y “manta estribera” que fueron empleadas durante años durante años para proteger el cuerpo de los pastores de la lluvia. Estas mantas reciben un tratamiento especial de “Emborrado”, mediante la inmersión de la lana en aceite que una vez pasada por el Batán la hace prácticamente impermeable y muy duraderas. Actualmente la fabricación de mantas de Grazalema no cubre los costos.

Las explotaciones de Oveja Payoya o Merina de Grazalema son de carácter extensivo, pastorean todo el año en el campo, si bien en determinadas épocas desfavorables conescased de pastos se les aporta alimento complementario. Por lo tanto su manejo es Semiextensivo.
Su distribución es fundamentalmente por el entorno del Parque Natural de Grazalema y la Serranía de Ronda.

Es una oveja de doble aptitud, lechera y cárnica, que tradicionalmente se han mantenido en sistemas extensivos. Posee una capacidad lechera alta, siendo su época de lactación desde finales de enero a junio. La leche debido a un extraordinario aporte de grasa y un alto porcentaje de proteína proporciona quesos de excelente calidad, característicos de la región, como es el queso denominado “Queso de Grazalema”.

La tasa de nacimientos es de 130 corderos por cada 100 partos.

El rebaño fotografiado se encuentra en el Centro de Educación Ambiental La Algaba de Ronda

Tórtola Común

Andrés Rodríguez González Octubre 18th, 2009


TORTOLA COMÚN O EUROPEA (Streptopelia turtur)
Se trata de un ave muy conocida y popular, del mismo grupo de las palomas, científicamente se les conoce como Columbiformes.
Su peso es de unos 150 gramos aproximadamente. La envergadura con las alas abiertas puede llegar al medio metro y la longitud hasta 27 cms. aproximadamente, por lo tanto es un ave de tamaño entre mediano y grande. Con todo esto se considera la más pequeña de las palomas. Es fácil de identificar por lo vistoso de su colorido plumaje. La tórtola europea mezcla en sus alas los colores marrones, negros y ocres, que le dan un aspecto muy llamativo. El pecho es de color rosado y el vientre blanco, llamando poderosamente la atención la mancha orbital de color rojo, así como la gran mancha distintiva de listas negras sobre fondo blanco que lucen en el cuello cuando son adultos. Su cola es de color negro con la punta de color blanco. No existen diferencias apreciables entre ambos sexos.
Vive en zonas de escasa vegetación y zonas de monte bajo de tipo mediterráneo. Son sobretodo lugares donde hay grandes arbustos y es escasa la densidad arbórea como las lindes de los bosques y las estepas arbustivas. También habita las zonas de labranza con grandes setos. Especialmente abundante en zonas adehesadas que se cultivaban periódicamente con cereales.

Se alimenta fundamentalmente en brotes de hierbas y semillas de cereales y girasol. Su alimentación es esencialmente vegetal, aunque en época de cría pueden que capturar algún insecto pequeño. La tórtola suele alimentarse caminando por el suelo, picoteando en busca de alimento. Como ocurre con las palomas, las tórtolas beben aspirando agua de una forma continua, a diferencia de otras aves que tienen que levantar la cabeza para que el agua les llegue a la garganta. Tiene un vuelo acrobático, realiza fuertes aleteos seguidos de pequeños planeos, no demasiado lejos del suelo. Puede adquirir gran velocidad, a diferencia de las palomas, su aleteo es más rápido y ligero. Es una de las diferencias con la Tortola Turca que ha invadido muchas zonas de España desde hace unos años. Otra es que mientras la tórtola común es “montuna”, la turca vive en jardines y zonas rurales urbanizadas cerca de pueblos y ciudades.
Anida en árboles a poca altura, entre 2 y 5 metros del suelo. Hace una pequeña plataforma en ramas gruesas o en el cruce de ramas que es forrada de palitos y ramas donde la hembra incubará dos huevos de color blanco. Los pollos nacen tras 12 días de incubación y dos semanas más tarde saldrán del nido. Puede haber dos nidadas anuales.
El canto de la tórtola común es un suave runruneo que repite tres veces seguidas generalmente y que puede variar dependiendo de la situación  (época de celo, marcaje de su territorio). Se trata de un runruneo que manifiesta reiterativamente un gran número de veces.

Pese a que la población europea de tórtolas se calcula que oscila entre los 2,8 y los 14 millones de parejas, la mayor parte de ellas reproductoras en Rusia, España, Turquía y Francia, estimándose la población española entre 790.000 y 1.000.000 de parejas, se encuentra catalogada en el Libro Rojo de las Aves de España como Vulnerable, debido a que este ave ha experimentado un acusado declive a lo largo de los últimos decenios, estimándose los datos disponibles que éste supera el umbral de vulnerabilidad del 30% en las últimas décadas, provocado tanto por la degradación de los hábitats de cría e invernada como por la sobrecaza en períodos sensibles. Así se ha denunciado que cuando se concede el permiso de media veda en agosto (la media veda suele comenzar sobre el 15 de agosto), existen aun nidos activos de tórtola y muchos de los ejemplares que caen abatidas por los disparos están aun criando, con lo que su muerte también supondrá la de la nidada. Otro riesgo añadido de comenzar tan pronto la media veda es que muchos poyos aunque están plumados y volatean, son todavía incapaces de efectuar vuelos largos, con lo que las posibilidades de salvarse de los cazadores son mínimas.
La tórtola es, por tanto, una especie que aun siendo relativamente abundante aún, su población está disminuyendo de forma alarmante. Se calcula que en Andalucía y Extremadura se cazan más del doble de las que nacen.
Aunque puede vivir hasta 10 años casi ninguna tórtola que viva en el campo alcanza esa edad ya que suelen ser cazadas antes.

Sapo Común

Andrés Rodríguez González Octubre 7th, 2009

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Sapo común Bufo bufo (L. 1758)
Es el anfibio más conocido y popular. No aparece incluida en el catálogo andaluz de
especies amenazadas (Ley 8/2003, de 28 de Octubre, de la flora y la fauna silvestres),
al estar considerada como No Amenazada. Sin embargo la realidad es que cada día
escasean más. El Atlas y Libro Rojo de los Anfibios y Reptiles de España, editado en
2002, lo cataloga como “Preocupación menor”, e indica igualmente que a pesar de su
regresión generalizada en algunas zonas de nuestro país, no es una especie
amenazada, debido a su extensa área de distribución, elevado número de individuos y
no tratarse de una especie endémica española.
Debido a su aspecto francamente feo, desde la antigüedad ha estado asociado a multitud de leyendas negras que no le han perjudicado mucho. Sus requisitos ecológicos como aguas limpias, frescas y con cierta profundidad, han hecho que se encuentre en retroceso o incluso que desaparezca de muchos lugares donde anteriormente habitaba, además, los atropellos constituyen otro factor muy negativo para su supervivencia.
El tamaño de este animal es grande, con longitudes medias en los machos entre 6 y 8 cm., y de 7 a 12 cm. en las hembras, aunque en ocasiones pueden observarse tallas que superan los 20 cm. en las hembras. Su aspecto es el de un animal robusto, con una cabeza no muy grande en relación al tamaño del cuerpo, algo aplastada, ancha y con una desarrollada ceja. El hocico es corto y redondeado. Las glándulas parótidas son alargadas, muy desarrolladas, y los tímpanos, de la mitad de tamaño que las pupilas, son poco visibles. La pupila es horizontal, y el iris de un color rojizo, característica esta suficiente para diferenciarlo de otros sapos parecidos como el sapo corredor. Su piel es rugosa con abundantes verrugas distribuidas por todo el cuerpo. El diseño de la piel es muy variable, aunque dominan los tonos de fondo marrón o rojizo, salpicados de manchas irregulares más claras de color crema o amarillento. Dependiendo de las regiones pueden ser desde casi completamente negros a otros diseños pálidos, incluso verdosos. El vientre es blanquecino salpicado de manchas oscuras. Las patas anteriores son cortas con cuatro dedos y dos tubérculos en las palmas. Las posteriores son más largas y tienen cinco dedos con membranas interdigitales poco desarrolladas. Habitualmente se desplaza andando, aunque tiene capacidad para el salto, una de las características que nos sirven para diferenciarlo del sapo corredor. No existen muchas diferencias entre machos y hembras, aparte del tamaño y además de la presencia de dedos con un palmeado más extenso entre ellos en las patas traseras. Las hembras tienen una talla muy superior a los machos, se puede apreciar claramente en la época de celo cuando es frecuente encontrarse con una pareja apareandose. Las patas delanteras de los machos son más largas y  durante el celo muestran unas callosidades oscuras en los tres primeros dedos de las manos y una especie de dedo rudimentario que le permiten agarrar fuertemente a la hembra durante el apareamiento. Sus larvas son muy pequeñas, de unos 35mm. Son de color negro, y a simple vista es fácil confundirlas con las del sapo corredor.

Viven en una amplia extensión, por toda Europa hasta el círculo Polar Ártico por el norte y hasta Asia y Japón por el este, aunque en estas zonas no está muy claro si se trata de la misma especie u otra diferente. También aparece en el noroeste de África. En España continental se encuentra en todas las provincias, y tradicionalmente se han contabilizado tres subespecies diferentes, una en el tercio norte occidental, otra es un endemismo de la sierra de Gredos y la otra que ocuparía el resto de las regiones y alcanza el mayor tamaño de todos. Actualmente no está muy clara su separación en 3 subespecies, pues las diferencias genéticas existentes entre ellas no son muy significativas y se considera más bien que son sólo diferentes razas geográficas.
Se trata de una especie muy versátil, poco exigente a la hora de seleccionar el hábitat, por lo que podemos encontrarla en bosques, terrenos de labor, alta montaña y todos aquellos lugares que dispongan de aguas con corrientes lentas o aguas calmas de una profundidad por encima de los 50 cm. que necesita para reproducirse. Incluso está presente en lugares en principio  aparentemente poco aptos por su aridez y elevadas temperaturas, como zonas de media altura de las montañas. El sapo suele estivar  durante la época más calurosa del año, y también hiberna, sobre todo en hábitats situados a gran altitud. Busca para ello lugares con cierta humedad, como tocones, majanos, grutas o madrigueras. Tienen una actividad muy terrestre y se les puede encontrar bastante alejados del agua, a la que sólo acuden para reproducirse o para hidratarse.
Son animales predominantemente crepusculares y nocturnos, si bien en tiempo lluvioso y con  temperatura suave se les puede encontrar a plena luz del día.


Los sapos se alimentan de escarabajos, hormigas, larvas de insectos ciempiés y lombrices. Los grandes ejemplares de sapo común también pueden alimentarse de crías de ratón recién nacidas. Son atacados por mamíferos carnívoros, como turones, ginetas y tejones. Su principal mecanismo de defensa es la huida, ayudados por una piel abundantemente cubierta de mucosidad y su capacidad para saltar. Otro de sus mecanismos para defenderse consiste en inflarse para aumentar de tamaño e impresionar a sus posibles enemigos.

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