Fauna de la Serranía de Ronda: Garrapata
Andrés Rodríguez González Julio 4th, 2012
Garrapata
Las garrapatas son arácnidos que pertenecen a la superfamilia de los ixodoideos (Ixodoidea) que incluye también los ácaros. Son siempre Ectoparásitos que se alimentan de sangre hematófagos y son vectores de numerosas enfermedades infecciosas entre las que destacan el Tifus o la Enfermedad de Lyme.
Estos arácnidos son siempre de pequeño tamaño, se pueden adherir a la piel de cualquier persona que pase por entre arbustos y pastizales. Una vez que se agarran a la piel, las garrapatas se desplazan hasta lugares calientes y húmedos, como las axilas, la ingle y el cabello. Entonces, se adhieren firmemente a la piel y comienzan a chupar sangre.
Las garrapatas pueden ser de un tamaño relativamente grande, como una cabeza de un alfiler de boda o tan pequeñas que es casi imposible verlas. Las garrapatas pueden causar una variedad de problemas de salud que van desde chupar un poco de sangre y soltarse hasta problemas muy importantes.
La garrapata se termina soltando del animal cuando se llena, pero esto puede tardar varios días. En su boca, las garrapatas tienen una estructura que les permite engancharse firmemente. La mayoría de las picaduras de garrapatas son inofensivas, es decir no trasmiten gérmenes patógenos; además, aunque inoculen gérmenes, la mayoría de las veces no se manifiestan síntomas de la enfermedad. Una vez detectada la garrapata se debe retirar lo antes posible pero sine precipitarse. Lo ideal es que lo haga un sanitario ya que no es fácil extraerla, se aconseja no usar métodos tradicionales como el alcohol, aceite, vaselina, petróleo, esmalte de uñas u otros productos, porque crean una especie de película alrededor de la garrapata que impide que respiren, lo que parece acelerar la regurgitación de sangre. Tampoco deben cortarse, quemarse y sobre todo no se debe tirar con los dedos aplastando su cuerpo, pues en este momento podría producirse la inoculación de fluidos infecciosos desde la garrapata hacia el cuerpo del hospedador. La forma correcta de retirarla es usando unas pinzas, de punta estrecha, a ser posible curvadas, con las que sujetaremos la garrapata por su zona bucal, lo más cerca posible de la piel del hospedador, evitando aplastar el cuerpo. A continuación realizar una tracción continua y lenta que podría llevarnos casi un minuto, progresiva, sin excesiva fuerza, nunca bruscamente, en perpendicular a la piel hasta conseguir su extracción. Nunca retorcer la garrapata. Si alguna parte del aparato bucal de la garrapata queda en el interior de la piel, usar la hoja de un bisturí o una aguja para extraer los restos; en cualquier caso si quedara algún cuerpo extraño lo normal es que pasados unos días fueran expulsados por nuestro cuerpo. Es fundamental quitar la garrapata teniendo cuidado de no dejar la cabeza incrustada en la piel. Esta primavera pasada, en una de nuestras rutas, una garrapata se adhirió en la pierna de una senderista, cuando se doi cuenta tenía la cabeza ya dentro de la piel, aplicamos aceite en un vendaje alrededor de la zona donde se alojaba la garrapata que, pasados unos diez minutos se soltó. Es decir, que aunque se aconseja no usar aceite ni otros productos, el aceite, desde luego, puedo certificar que funciona, al menos en este caso.
Las garrapatas se encuentran a menudo en la hierba alta, donde esperan en el extremo de una hoja para intentar engancharse a cualquier animal que pase. Una idea falsa muy común es pensar que la garrapata es capaz de saltar de la planta al huésped, pero el único método de transmisión es el contacto directo. Pueden esperar semanas o incluso meses antes de hallar un hospedador adecuado. Cuando encuentran uno por medio de sus quelíceros, perforan la piel y empiezan a succionar sangre; su cuerpo se hincha hasta varias veces su tamaño.
Aunque la mayoría de las picaduras de garrapata son inofensivas, estas pueden propagar una enfermedad recientemente identificada como Enfermedad de Lyme que ocasiona Artritis, trastornos del corazón y del Sistema Nervioso, pudiendo llegar a provocar Encefalitis o Meningitis, es decir es una enfermedad muy grave. La época de mayor riesgo para contraer esta enfermedad es al final de la primavera y el inicio del verano. Precisamente en la comarca, en estos días tenemos una epidemia de garrapatas, por ello debemos extremar las precauciones si salimos al campo, vigilaremos nuestro cuerpo por si alguna intenta incrustarse en él y también debemos vigilar a los animales domésticos.
Los síntomas por los que se identifica esta enfermedad son similares a los de una Gripe común (fiebre, dolor muscular, malestar general, cefalea y fatiga), precedidos de una mancha rojiza circular o sarpullido como primer signo de la enfermedad. El diagnóstico se realiza mediante una determinación de anticuerpos frente a la especie de garrapata causante, son pruebas que deben hacerse en un hospital. El tratamiento suele ser por medio de antibióticos.
Conviene aclarar que, a pesar de que comúnmente en los medios e, incluso, muchos médicos, las llaman erróneamente insectos, las garrapatas no lo son, sino arácnidos. La manera más fácil de distinguir entre insectos y arácnidos es que, mientras que los primeros tienen seis patas y muchas especies son capaces de volar, los últimos tienen ocho patas y nunca vuelan.