Ruta de Ronda a Grazalema por el Embalse de Montejaque, río Campobuche y Pto de Los Alamillos.
Andrés Rodríguez González Marzo 17th, 2012
Ruta de Ronda a Grazalema por el Embalse de Montejaque, río Campobuche y Pto de Los Alamillos.
Por Andrés Rodríguez González acompañado por miembros de ARACA y otros amigos.
Dedicada a Gregorio Pino, técnico del Parque Natural de Grazalema, que nos abandono muy joven, cuando aún tenía mucho que ofrecer gracias a su amor al Parque y a su enorme capacidad de trabajo.
Salimos de Ronda por el Barrio de La Dehesa bordeando la cornisa de El Tajo, el pinar queda a nuestra derecha, pasamos delante de la entrada a los viñedos de Los Descalzos Viejos, desde allí iniciamos un brusco descenso por un camino en mal estado que deja la carretera a la derecha, también podríamos bajar por las cercanías de la cornisa del Tajo hasta encontrar un primer cruce de caminos, a la izquierda por el puerto de La Muela, el carril se introduce en Los Molinos y va Ronda, en nuestra ruta seguimos por la derecha en descenso, como referencia sirva que siempre tenemos una alambrada a nuestra izquierda. Llegamos a un nuevo cruce de caminos, por la izquierda comunicaríamos con El Duende, por la derecha llegaríamos a la carretera de Ronda a la Estación de Benaojan, no vamos ni a un sitio ni a otro, para encontrar nuestro camino hemos de buscar un sendero que desciende cerca de una casas humildes que se encuentran muy cercanas. El camino está marcado con un poste de madera y una señal amarilla, el carril desciende entre casas y algún establo hasta la antigua Escuela Rural de La Indiana, encontramos la carretera que sólo debemos seguir unos 300 metros y desviarnos a la derecha por un amplio carril en las proximidades del puente sobre el río Guadalevin. Pasamos junto a la unión del río Guadalevin y el Guadalcobacin que dan origen al Guadiaro, después por el arroyo de El Cupil y junto a un cortijo en ruinas rodeado de olmos encontramos la vía del tren.
Tras pasar la vía del tren entramos en el Parque Natural Sierra de Grazalema, dos carriles se nos abren delante, el Camino Viejo de Ronda a Benaojan (a la izquierda paralelo a la vía del tren) y el Camino Viejo de Ronda a Montejaque, al frente, que es el nuestro, asciende entre campos de labor, la subida se hace más dura, cerca ya de un gran cortijo abandonado, “Cortijo Grande”, encontramos un cruce de caminos, abandonamos el Camino Viejo de Ronda a Montejaque que hemos traído y continuamos, por la derecha, ascendiendo por un camino poco marcado y en peores condiciones de conservación.
Los campos de cultivo van dejando paso al matorral, una lengua de campos de cultivo nos acompaña por la derecha, más allá tenemos las paredes verticales del Cerro Mures, en su base, en un entrante del Mures se encuentra “La Agarrá de Pasos Largos”, donde el bandolero fue tiroteado y herido en un enfrentamiento con la Guardia Civil. Continuamos nuestro ascenso entre rocas y piedra suelta pero con una verda bien marcada hasta llegar al “Boquete del Mures” un paso natural entre las montañas calizas. Es necesario parar y mirar atrás para contemplar la belleza del paisaje de la Meseta de Ronda y las montañas que la rodean. En la cima del puerto hemos llegado a un pequeño valle cultivado, continuamos el camino que pasa junto a un cortijo llamado “La Calera”, donde funcionaba hasta hace pocos años un horno de cal. Encontramos una carretera comarcal que por la izquierda se dirige a Montejaque y por la derecha a la que une Ronda con Sevilla. Cruzamos la carretera y encontramos un carril empedrado que, en descenso, nos deja junto a las ruinas de unas casas que fueron de la empresa constructora del Embalse de Los Caballeros (también llamado de Montejaque).
Junto al inicio del aliviadero de la presa se encuentra una estrecha y empinada vereda que desciende bruscamente, es la bajada a la Cueva de Hundidero. No es el objetivo de la ruta. Junto a un hermoso alcornoque encontramos una angarilla en una alambrada, tras pasar y dejar de nuevo cerrada descendemos hasta la zona ocupada a veces por el agua del embalse que, ahora, se presenta con su visión habitual, sin agua, ya que solo acumula agua cuando llueve intensamente; atrás va quedando la espectacular obra de ingeniería que se realizó entre los años 1930 y 1933 y supuso un hito importante ya que fue una de las primera presas de hormigón con construcción en herradura(muro en curva) que se realizó en España. Lástima que esa obra no sirva para nada (excepto para dar muchos jornales en su momento que dicen los naturales de la zona) ya que no se tuvo en cuenta que las rocas calizas sobre las que se asienta el lecho del embalse, al ser una roca muy fisurada y grieteada no puede almacenar el agua que es tragada por la Cueva del Hundidero para salir por la boca de Gato.
Continuamos el cauce del río Gaduares, también llamado Campobuche, entre altos matorrales de adelfas y algunas mimbreras, es conveniente cruzar el río y llevarlo a nuestra derecha, algunos grandes chopos nos acompañan hasta llegar a un viejo y derruido puente con historia, en sus enormes sillares, los maestros constructores grabaron sus marcas. En Montejaque dicen que el puente es de origen romano, desconozco la época de su construcción, pero es de una gran belleza y de dimensiones considerables lo que queda de él. Seguiremos el cauce del río en suave ascenso hasta que lo abandonamos para llegar al carril de Cucadero muy cerca del cortijo de los Calabazales. Pasamos junto a sus muros vigilados muy de cerca por enormes y pacíficas vacas retintas. El paisaje cambia desde el cortijo por que cambia el tipo de roca, de calizas pasamos a areniscas, también los llanos sin arboleda que encontramos desde el Embalse, cuando llegamos al cortijo de los Calabazares, se transforman en encinares, quejigos y alcornoques, poco a poco el ancho carril va sorteando los poderosos alcornoques, a la derecha queda un esbelto puente sobre el río. El puente tiene historia, el 20 de octubre de 1810, el guerrillero José Aguilar acompañado por 250 paisanos de los pueblos de la zona se enfrentó a 600 soldados franceses a los que venció. El puente queda a la derecha, no lo debemos tomar, seguimos por el carril que traemos que poco a poco se aleja del río, una vereda nos acerca de nuevo al cauce y regresamos de nuevo al carril unos centenares de metros antes de que desaparezca para transformarse en una senda justo en la alambrada que separa la provincia de Málaga (termino municipal de Montejaque, marcado con un hito con las siglas MP, monte público) de la finca del Higueron ya termino de Grazalema y provincia de Cádiz.
Ahora el sendero se adentra en un bellísimo bosque de alcornoques con sus matorrales de jaras y brezos, de nuevo el río nos acompaña por la derecha, llegamos a una pequeña presa que lo embalsa formando el llamado popularmente “Lago”, un lugar que invita a una parada, a la contemplación de los alcornoques que parecen querer meter sus troncos en el agua y a la visión siempre agradable de aves acuáticas o los poderosos vuelos de los buitres. La vereda zigzaguea entre el río, los matorrales, los grandes alcornoques y algún quejigo hasta llegar a unos llanos más despejados de vegetación, cruzamos el río para dejarlo a nuestra izquierda y dirigirnos a unos pocos y grandes árboles, atravesamos un carril al que luego volveremos para visitar una gran encina “La Chaparra de Las Ánimas”, en realidad es un gran alcornoque con un perímetro de trnco de 5,20 metros, llamada así por qué con el corcho que se sacaba de él se sufragaba el aceite que utilizaban en las iglesias de Grazalema para las lámparas dedicadas a las Ánimas Benditas.
Regresamos unos pocos de metros hasta el carril ancho que citamos antes, el pico del Reloj y la Sierra del Endrinar, nos acompaña por la izquierda, el carril asciende suavemente algo más de 1 Km hasta llegar al Puerto de Los Alamillos, cruzamos la carretera y buscamos una vereda estrecha y en malas condiciones de conservación que desciende bruscamente, pasa junto a la fuente de Las Diez Pilas (de las que solo quedan cuatro) de aguas ferruginosas (con mucho hierro que se nota en el sabor), llegamos a los llanos de Las Vegillas donde encontramos un carril que tomamos hacia la izquierda, ascendemos hasta la carretera, la cruzamos, por la calzada romana subimos hasta el pueblo de grazalema, desembocamos muy cerca de la plaza. Final de un recorrido de paisajes inolvidables.
Distancia recorrida: 25,5 kilómetros
Altitud min: 503 metros, max: 889 metros
Desnivel acum. subiendo: 1.702 metros, bajando: 1.010 metros
Grado de dificultad: Moderado
Tiempo: 6 horas 30 minutos
Fecha en que se realizó: o4 marzo, 2012
Finaliza en el punto de partida (circular): No
La próxima ruta será el día 14 de abril, iremos a Acinipo desde Ronda.
Singularidades del Paisaje de la Serranía de Ronda
Breve Historia del Embalse de Montejaque o de Los Caballeros:
La idea de construir una presa en la zona de Hundidero surge en los primeros años del siglo XX, unos geólogos, como Gavala, están a favor y otros como el portugués Fleury, en contra. La empresa Sevillana de Electricidad decide emprender la dificultosa tarea, para ello contrata una empresa sueca, Sociedad Anónima Sueca de Sondeos en Diamante, con grandes dificultades comienzan los proyectos en 1922, se construyen carreteras, se preparan los terrenos, se contrata técnicos y obreros desde enero de 1.923, el día 12 de octubre de ese año comienza el levantamiento del muro de hormigón de la presa. Los trabajos se hacían durante 24 horas al día, 7 días a la semana en tres turnos de trabajo, de seis de la mañana a dos de la tarde, de 2 a 10 de la noche y de esa hora a seis de la mañana, las grandes dificultades del terreno y diferentes problemas laborales retrasan y encarecen la construcción. El 26 de marzo de 1.924 se termina el muro de la presa. El gran problema del embalse es que la roca caliza sobre la que está construido presenta gran cantidad de grietas que ocasionan la pérdida del agua almacenada, bien pronto se manifestó la inutilidad del embalse, se trató de tapar las fisuras con cemento y asfalto, hasta se intentó impermeabilizar el fondo del embalse con arcilla, nada se consiguió sino gastar más dinero en una obra que ya era faraónica en sus planteamientos. La solución de taponar las surgencias de agua en el interior de la Cueva de Hundidero Gato tan solo permitieron abrir una comunicación entre ambas bocas de la cueva que se completo en septiembre de 1.929. Los intentos de impermeabilización continúan de forma intermitente durante los años siguientes, la llegada de la Guerra Civil marca el fin de la ilusión de retener el agua en el Embalse. A pesar de ello, los naturales de la zona aún dicen que la construcción del Embalse de Montejaque fue muy positiva “por que dio muchos jornales”. Muy propio del espíritu serrano.