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Recuperación de pinsapos en Sierra Hidalga y Puerto de Lifa.

Andrés Rodríguez González Marzo 26th, 2021

Recuperación de Pinsapares en Sierra Hidalga y Puerto de Lifa.

En terrenos del Parque Natural Sierra de las Nieves, una vez superado el Puerto de Lifa, desde la derecha del camino, se extiende una amplia zona que podríamos limitar por las cumbres de Sierra Hidalga, el Carramolo del Queso, Puerto Frío llegando incluso a las proximidades del Cerro La Yedra, ya cercano al Refugio Félix Rodríguez de la Fuente. Es un páramo pedregoso con gran cantidad de rocas calizas  muy erosionadas aflorando entre pequeñas dolinas. Por toda la zona existen pequeños rodales de pinsapos incrustados en las grietas de las rocas buscando el escaso suelo, la mayoría de ellos han sido despuntados por las cabras, pero también existen algunos pocos ejemplares de gran porte que se presentan muy envejecidos, además aparecen restos de madera de otros ya muertos y algunos rodales con protectores instalados por los voluntarios de Sierra de las Nieves hace ya varios años. En otras zonas vecinas pertenecientes a la finca de Los Peñoncillos también se ven algunos ejemplares de gran porte, pero ya situados fuera de los límites del Parque Natural Sierra de las Nieves. En esta finca existen manchas de matorral importantes que sin duda, protegen los pinsapos de pequeño tamaño, si bien la dura competencia por la luz y los escasos recursos del suelo, impiden su normal desarrollo. Las dificultades de acceso a la propiedad privada no nos han permitido ver el estado de los pinsapos de la finca Los Peñoncillos.

Son los restos del Pinsapar más cercano a la ciudad de Ronda. Las causas de su decrepitud fueron el pastoreo excesivo de cabras y el uso de la madera de pinsapo fundamentalmente para carboneo, una práctica habitual en tiempos pasados aprovechando la relativa facilidad para sacar el carbón obtenido hacia la ciudad de Ronda.

Actualmente ya no pastorean los rebaños de cabras y la zona se dedica al pastoreo extensivo de ovejas. El efecto producido en la vegetación natural de la zona de Lifa ha sido muy positivo. Existen abundantes brotes de encinas que están adquiriendo una cierta altura y los pinsapos parecen querer emerger de entre las grietas de las rocas donde se protegen de los dientes de los rumiantes.

A efectos de una posible regeneración de los pinsapos, parece lo más adecuado la colocación de protectores de plástico alrededor de los pinsapos incrustado entre piedras para conseguir que las yemas de crecimiento alcancen una altura suficiente en la que se encuentren a salvo de las ovejas. Dadas las dificultades del terreno y que necesariamente deben hacerse los trabajos sin ayuda mecánica alguna se propone que la actuación se haga por fases empezando por los pinsapos más cercanos al camino de Lifa dentro de la finca del mismo nombre. Se colocarían unos 40 – 50 protectores de plástico con dos varas grías de metal por protector en los matorrales de pinsapo más recortados y comidos, se aprovecharían los protectores existentes de otras actuaciones y se liberarían aquellos pinsapos que hubieran desarrollado un porte suficientemente alto para ser considerados como libres del peligro de ser destrozada su yema de crecimiento.

Todo ello contando con el permiso de la propiedad del terreno ya que se trata de una finca privada, trámite que intentamos gestionar en la actualidad.

Baños de Bosque III: Lifa.

Andrés Rodríguez González Diciembre 16th, 2019

Baños de bosque III, en Lifa.

Un valle con valores medioambientales absolutamente maravillosos. Alberga un bosque de Cornicabras arbóreas que goza de alta protección en el Parque Natural Sierra de las Nieves. Dedicado a la ganadería de ovejas y algunas cabras que habitan en los cortados rocosos, con pequeñas zonas de cultivo en los terrenos más llanos y fértiles. En la ladera de Sierra Hidalga y en los roquedos más escarpados algunos hermosos y escasos pinsapos indican que allí existio un bosque de esta especie, entre las grietas de las rocas calizas aún algunos minúsculos pinsapos siguen intentando recobrar pasados esplendores, un sueño mientras los dientes de las cabras no lo consientan. Los potentes arroyos que se forman con las lluvias torrenciales se reúnen en el Arroyo de Lifa que presidido por los restos de una torre vigía árabe, recoje aguas para el río Turon. En el regreso siempre se puede tener la suerte de ver algún venado de Los Peñoncillos.

Paisajes de la Serranía de Ronda: Cortijo de la Viborilla.

Andrés Rodríguez González Enero 19th, 2017

Paisajes de la Serranía de Ronda
Cortijo de la Viborilla.

Entre la Sierra Hidalga y la Sierra de Las Nieves existen una serie de “cortijos” que son impresionantes. No por parecerse a los cortijos andaluces del Valle del Guadalquivir, sino por todo lo contrario. Estos no están rodeados de fértiles tierras sino de esterilidad y rocas desnudas. Cortijos son el nombre con el que se les conoce, pero son actualmente una ruina con cuatro paredes que apenas se levantan del suelo, al lado suelen tener una menguada fuente, algún moribundo o fallecido árbol y una pequeña “era”, testimonio de que los escasísimos suelos con poca pendiente entre rocas eran cultivados. Cuando estaban habitados, sus condiciones no debían ser mucho mejores, la dureza del clima con frecuentes y duras nevadas, la incomunicación a la que estaban sometidos sus habitantes, con veredas maltrechas y empinadas, la escasez de agua con menguados nacimientos  y, a veces, alejadas fuentes, debían hacer muy duras las condiciones de vida. La pobreza de estos terrenos áridos, de calizas y margocalizas, con fuertes pendientes, contrasta con los suelos de la otra ladera de Sierra Hidalga, la que mira a Ronda, de suelos fértiles y con horizontes bien desarrollados. En los terrenos que hoy nos ocupan la mayoría de la superficie está cubierta por piedras y rocas que carecen de suelos, entre los escarpes rocosos serpentean pequeños torrentes que vierten sus escasas aguas hacia la cabecera del río Guadalevín o su principal valedor, el arroyo Carboneras que recoje aguas de las Cañadas del Cuerno y de Enmedio del Pinsapar de Ronda y de La Fuenfría.

El agua está presente en épocas de lluvias pero en verano, gran parte de la primavera y bien avanzado el otoño, aquellos terrenos bien pueden confundirse con una zona desértica o un predesierto de Almería. En determinados lugares, el agua filtrada en el suelo o la caída en forma de nieve, aflora al exterior cuando las arcillas impermeabilizan el terreno, y lo hace en forma de escasas fuentes; cerca de ellas, si el escaso suelo lo permitía, a veces existen restos de pequeñas albercas y lo que debieron ser pequeños huertos. Y entre los minúsculos llanos con un poco de tomo de suelo, se adivina, con mucha imaginación, que eran los dedicados a los cultivos de cereales, cultivos casi artesanales que debían hacerse con arado romano y mulo o burro como toda ayuda, en un intento de arañar algo productivo a la tierra esteril.
Siempre que visito estos cortijos, la Sardina Baja y Alta, el Hoyoncillo, Malillo, Cobatillas, Colmenarejo… tanto si entro por Manaderos como si lo hago por Lifa o por el arroyo Carboneras junto al Refugio de Quejigales, pienso en la dureza de la vida de los aparceros que por aquí sobrevivían.  Y digo bien, sobrevivir, por que vivir aquí no es vivir. Veo a los pastores cuidando rebaños de los señoritos de Ronda, pensando cómo justificar ante ellos no poder pagar la aparcería por la sequía, la enfermedad o la espantá de los rebaños por los truenos y tormentas, veo a los muchachos mal vestidos y peor calzados, ocupados todo el santo día en buscar la oveja o la cabra “paria” que no aparece, en evitar que las cabras invadan el huerto o se coman los cultivos de cereales; pienso en las muchachas ayudando a la madre en sus múltiples obligaciones, tal vez soñando con un hombre que les saque de allí para llevarles a una vida mejor; pero sobretodo, pienso en las mujeres que aquí vivieron, aquí parieron, lloraron a sus hijos muertos al nacer o picados por víboras, despeñados en algún tajo; tal vez soñando con que alguno de sus hijos pudiera irse a Ronda como “aprendiz” de algún oficio o alguna de sus hijas a casa de los señoritos a “servir”. Imagino mujeres duras, descalzas por darles sus zapatillas a las hijas, temerosas por el futuro de sus hijos y a la vez valientes para vivir el día a día. Y sobre todo pienso en las mujeres que vivieron en el cortijo de La Viborilla. ¿Y por qué en éste? Porque desde aquí se ve Ronda, que representaría el paraíso prometido, el lugar donde se iba un par de veces al año. Donde vivían parientes y quizás, algún novio que trabajaba en una tienda de la calle La Bola, un mozo que le prometío una vida mejor cuando viniera de “la mili”, y que no pudo cumplir su promesa porque antes el amor fue truncado por una suegra que le arreglo el matrimonio con alguna vecina, una “casi suegra” que le jodio la vida y, a la vez, le dio los sueños de la vida que nunca vivirá.


Imagen de Josep Cuatrecasas del año 1930, cuando vino a realizar una visita a los pinsapos.

PAISAJES DE LA SERRANIA: LIFA

Andrés Rodríguez González Junio 3rd, 2013

PAISAJES DE LA SERRANIA

Lifa.

Con Vicente Astete

Con el nombre de “Lifa” existen varios elementos del paisaje en una zona determinada de la Serranía de Ronda entre las Sierras Blanquilla e Hidalga.

Tenemos un Valle de alta montaña, un Puerto a más de 1.000 metros de altitud, un cortijo con abundante ganado de ovejas y cabras, un arroyo que vierte al río Turón y un cornicabral que es una zona de excepcional valor ecológico en EL Parque Natural de la Sierra de Las Nieves.

También tenemos los restos de una torre árabe de vigilancia ocupando un escarpe rocoso que domina todo el valle. Sus coordenadas son 36º45´17´´N

5º01´45´´O

967 mt elevacion.

Ruta entre El Burgo y Ronda por Lifa.

Andrés Rodríguez González Mayo 23rd, 2013

ARACA organiza para el SÁBADO  25 de mayo una salida para realizar la

ruta entre El Burgo y Ronda por Lifa.

Vamos en autobús hasta El Burgo y regresamos andando. Hemos quedado a las 9 h. en el gimnasio de la circunvalación de Ronda.

Tenemos que saber el nº de plazas para el autobús, en caso de querer venir avisar a pasolargo@gmail.com antes de las 20 h. del viernes.

Rutas previstas de ARACA y www.laserranianatural.com

Andrés Rodríguez González Agosto 30th, 2012

Rutas previstas de ARACA y www.laserranianatural.com

Durante la temporada 2012 – 2013 vamos a hacer una serie de rutas a los pueblos vecinos.

-    Semicircular Ronda: Salida desde el Barrio S. Francisco, por El Duende, La Indiana, Camino de Los Contrabandistas, Arriate, Arroyo de La Ventilla, Cañada Real,  Ronda. Fecha: Setiembre 2012.
-    Ronda - Juzcar por el Almola y los Riscos de Cartajima. Octubre 2012.
-    Ronda - Montejaque y Benaojan por el Camino Viejo. Noviembre 2012.
-    Ronda - Grazalema por el río Campobuche. Diciembre 2012.
-    Ronda – Villaluenga del Rosario. Enero 2013.
-    Ronda – Setenil por el cortijo de Panta. Febrero 2013
-    Ronda  - Acinipo por el Camino de La Serrana. Marzo 2013
-    Ronda – Monasterio de Caños Santos. Abril 2013
-    Ronda – El Burgo por Lifa. Mayo 2013
-    Conejeras – S. Pedro de Alcántara por el Cordel de los Pescaeros. Junio 2013 .

Las fechas concretas saldrán publicadas en www.laserranianatural.com. con antelación.

Ruta de Ronda a El Burgo por Lifa

Andrés Rodríguez González Junio 1st, 2012

Próxima ruta de la Serranía Natural y ARACA.
A pesar de la lluvia y algún otro problemilla que surgió, conseguimos hacer la ruta prevista a Acinipo el día 19 de mayo. Ya la habíamos suspendido dos veces y ese día, a pesar de las dificultades, la hicimos.
Tenemos previsto hacer una travesía de Ronda a El Burgo el día 03 de junio, domingo. Son unos 23 Km por el río Turón y unos 27 por La Fuensanta, sobre la marcha decidiremos que recorrido haremos.

Del Puerto del Viento a El Burgo por Los Empedraos, La Añoreta y el Boquete de Roque.

Andrés Rodríguez González Febrero 23rd, 2012

Del Puerto del Viento a El Burgo por Los Empedraos, La Añoreta y el Boquete de Roque.

Nos desplazamos en coche hasta el Puerto del Viento. En los Llanos de las Margaritas, poco antes de las rampas que coronan el puerto, encontramos a la izquierda las ruinas del cortijo de La Breña. Un lugar con historia ya que fue el lugar donde el juez y los notables de Ronda esperaron a que sacaran el cadáver de Pasos Largos, una vez muerto en la Cueva de Sopalmito, situada en la vertiente de Sierra Blanquilla que da al sur, hacia Lifa. Dejamos los coches en el mirador situado en lo alto del puerto.
Estamos a unos 10 Km. del cruce de la circunvalación de Ronda. A nuestra izquierda queda el Cancho La Pepa, que uno de los senderistas llamaba “el Cancho de los Rojos”, sin duda por alusión a la Guerra Civil española, de aquella funesta época quedan también restos de trincheras en las laderas del Cancho. El Puerto del Viento tiene 1.190 metros de altitud, el frío y el viento son compañeros habituales de viaje en estas tierras. Descendemos un tramo de 1,2 km por alguna de las estrechas veredas del ganado dejando la carretera a la izquierda. No conviene ir por la carretera ya que es estrecha y el arcén no existe, llegamos junto a un puente de la carretera, lo pasamos, a la izquierda  encontramos la cancela de entrada al Cortijo del Nogal y una alambrada, desde hace pocos años se intenta repoblar esta zona con desigual éxito.
Avanzamos siempre con la carretera a la izquierda unos 150 metros hasta próxima curva, encontramos entonces unos grandes matorrales de Espino Majoleto; en la carretera, que aún tenemos al lado, se marca el punto kilométrico 13, el viejo camino empieza a hacerse notar, poco a poco dejamos la carretera cada vez más alejada por nuestra izquierda que siga su ruta a El Burgo y suavemente comenzamos a ascender, los primeros 500 metros de camino están muy poco marcados por lo que debemos evitar perderlo, unos grandes bloques de piedras nos servirán de hitos. El camino se hace cada vez más evidente, seguimos ascendiendo, la vereda del comienzo es ya un camino bien marcado con piedras a los lados y vierteaguas para evitar que la erosión de escorrentía destroce el camino, a tramos se conserva el empedrado original, todo esto nos indica que debió ser un camino transitado por pastores, arrieros, bandoleros y todo tipo de gentes que se movían entre el Valle del Guadalhorce y la Serranía de Ronda. Cuando estamos a unos 800 metros de la carretera, justo en el momento que el sendero comienza la parte final de ascenso, a la derecha en dirección a las grandes paredes de rocas, se encuentra el magnífico pilar de la Fuente de La Alberquilla, sus aguas son limpias y tan frías que las encontramos cubiertas de una gruesa capa de hielo, es de admirar la perfección y las dificultades de la construcción.

Regresamos al viejo sendero, ahora ya muy bien marcado, ascendemos hacia el Puerto de Los Empedrados, en la parte más alta en camino casi se pierde ya que está lleno de aulagas, que por otra parte, es el escaso matorral que ha quedado en la zona después de siglos de duro y erosivo pastoreo. La zona alta del Puerto de Los Empedrados en un canchal de rocas calizas donde quedan las ruinas del ventorrillo, absolutamente ruinoso con dos construcciones, en una de esas míseras cabañas nació el día 4 de mayo de 1.873 el bandolero Pasos Largos”, de nombre Juan José Mingolla Gallardo. La humildad de las casuchas nos indica la dureza de la vida que la familia de Pasos Largos debió llevar en estos estériles terrenos; los restos de las construcciones son de piedra sobrepuesta sin argamasa alguna, al lado, otros restos de construcción indican lo que debían ser las cuadras o zahurdas; a unos cincuenta metros hacia Levante, una pequeña oquedad es conocida como la Cueva de Pasos Largos. Desde la portada del Cortijo del Nogal hemos recorrido 1,7 Kms.

El camino, hasta lo alto del Puerto se conserva relativamente bien, es de construcción medieval según Bartolomé Nieto, aunque no es descartable que se construyera sobre un viejo trazado romano.
Dejamos a nuestra espalda las ruinas del Ventorrillo y debemos andar unos cuatrocientos metros por un camino poco marcado que gira en el descenso hacia la izquierda ligeramente, encontramos una alambrada que la superamos a través de una angarilla de hierro de grandes dimensiones, a nuestros pies se abre un carril bien dibujado, lo tomamos hacia la izquierda, en el suave descenso encontramos una repoblación de pinos parasitada por las orugas “Procesionarias”; estamos en Los llanos de La Añoreta; el camino nos deja en una cancela que atravesamos dejándola de nuevo cerrada. En el camino es frecuente encontrarse bolas de mineral de hierro. Cruzamos la carretera y buscamos el viejo camino que gira a la derecha, al Este. Nos vamos alejando de la carretera que queda a nuestra izquierda, desde el Puerto de los Empedraos hasta la carretera tenemos 2,8 Kms.  El camino, en la otra parte de la carretera, se encuentra al principio poco marcado pero con cuidado no lo perdemos, poco después aparece perfectamente dibujado, entre algunos pinos de repoblación y rebaños de ovejas, lo seguimos, poco después de que por la izquierda se le una otro camino, nos conducirá hasta el Cortijo de La Añoreta, con su pozo y varios pilones de piedra revestidos de cemento, vemos las ruinas de la gran cortijada y el pequeño nuevo cortijo, unos grandes árboles dan sombra, destaca un sauce llorón de enorme tronco, continuamos unos metros hasta encontrar un amplio carril que cruza el nuestro, (si continuáramos por él llegaríamos a los Cortijos de La Vívora Alta y La Vívora Baja), andamos unas pocas decenas de metros a la izquierda a través del amplio carril y giramos a la derecha, nuestras referencias serán una era cuadrada enmarcada por grandes piedras, un olivo y la presencia de algunas encinas pequeñas, apenas hemos circulado nos centenares de metros el camino aparece claro y cuando los primeros pinos están cercanos llegamos al Boquete o Portón de Roque. Desde que cruzamos la carretera hemos hecho algo menos de 2,5 Kms.
El Boquete de Roque es un mirador impresionante sobre el valle donde se asienta el pueblo de El Burgo y las Sierras de Alcaparaín, Blanquilla y Prieta, al fondo a la derecha se ve el pinsapar y la Sierra de Las Nieves, más cerca, en dirección sur, se adivina el encajonado río Turón, por la izquierda, al Este, la Depresión de Antequera. Es además, un punto de contacto importante entre rocas calizas (de tono más claro) y margocalizas (más oscuras y con curiosas forma plegadas). Desde el Boquete de Roque iniciamos un descenso hasta pueblo de El Burgo por el antiguo camino. Es éste una senda que, a tramos, se conserva perfectamente, se ve el empedrado original, los vierteaguas para evitar la erosión fluvial y como buscaron que las pendientes fueran suaves, en todo el trayecto contemplamos un precioso paisaje teniendo siempre delante al pueblo de El Burgo. Al decir de algunos expertos el camino puede estar asentado sobre una Vía Romana. El matorral es típico de zonas degradadas y más cálidas, a base de tomillo, matagallo, aulagas, esparto, hinojos y cuchillejas, jalonado por algunas encinas, acebuches y pinos de repoblación.
Tan solo son de 5 Kms de cómodo descenso. Nos acompañan en la parte de menor pendiente, cultivos de almendros y olivos, además de las siempre presentes aves entre las que destacan los enormes buitres que nos sobrevuelan.  El camino, ya cerca de El Burgo, desemboca en un amplio carril, en pocos centenares de metros llegamos junto a un parque a la entrada del pueblo, la carretera, entre grandes eucaliptos nos permite llegar a un pilón de agua junto a las primeras casas. Un poco más adelante, frente a la gasolinera, encontramos una estatua que nos recuerda que estamos en el pueblo que vio nacer al bandolero Pasos Largos. El último de una estirpe de un modo de vida que nunca volverá.

Distancia recorrida: 12,51 kilómetros
Altitud min: 606 metros, max: 1.178 metros
Desnivel acumulado subiendo: 511 metros, bajando: 870 metros
Grado de dificultad:  Moderado
Tiempo empleado:   4 horas 17 minutos
La ruta NO es circular.


Los mapas son de Jesús Ripalda

El personaje de la ruta es Pasos Largos.
De su infancia poco se sabe, el pequeño Juan José Mingolla Gallardo, que quizás ya había heredado ese apodo de su abuelo o de su padre, vivió por esos duros y alejados parajes, quizás cuidando con su hermano mayor algunas cabras y oyendo historias y fantasías de los arrieros y viajeros que por el ventorrillo pasaban. Cuando Juan José cuenta con 17 años la familia se va a La Romerosa, un cortijo no alejado de Los Empedrados donde se dedican a la agricultura y la ganadería, pero Pasos Largos nunca mostró el más mínimo interés por estos ni por ningún oficio, tan sólo la caza le interesaba. En 1.895 es llamado a filas para ir a Cuba, poco antes había muerto su padre, en esta triste campaña colonial permanece tres años hasta ser repatriado. Regresa a Ronda enfermo, sin haberse repuesto del desgaste físico de unas fiebres cogidas en la isla caribeña (quizás enfermó también de tuberculosis), y el panorama que encuentra en su casa es bien triste, su hermano mayor ha muerto, el pequeño ha formado una familia y se ha marchado hacia Estepona y Juan José tiene que trabajar duro para subsistir junto a su anciana madre. Cuando muere la madre en 1.901, sólo, sin obligaciones familiares, puede dedicarse a lo único que le interesa, la caza. Ya se había formado plenamente el aspecto y la personalidad que le acompañaría toda la vida, era hombre de pocas palabras, alto, muy delgado, de constitución enjuta, de aspecto “mal encarado”, tosco, jugador de cartas en la taberna de Sibajas situada en la calle de la Bola de Ronda, esquina con Plaza del Socorro, donde llevaba los trofeos que capturaba en sus cacerías, le daban algunas monedas que, inevitablemente, se jugaba a las cartas y perdía. Dentro del panorama rondeño de la época era un tipo que llamaba la atención. ¿Pero quien fue este personaje singular? Quizás un demente, indudablemente un inadaptado social, ¿valiente tal vez, osado, inconsciente?…. Para mi existen varios hechos significativos que indican la personalidad del bandolero, los asesinatos del Los Tribuleros, la aventura en el Cortijo Santiago y la Cancha Cantarranas, el Enfrentamiento en el Cerro del Mures y la propia muerte del bandolero. El primer caso que he citado decidió a Juan José a tirarse al monte, se había aficionado a cazar furtivamente en los alrededores del Cortijo de El Chopo, los aparceros puestos de acuerdo con la Guardía Civil consiguieron que se confiará y fue atrapado, al llevarlo al cuartelillo, por el camino que actualmente pasa por el interior de la finca de los Aguilares, la pareja de civiles le dio una brutal paliza de la que tardó casi un mes en recuperarse en el Hospital de Ronda, Pasos Largos se vengó matando a los dos aparceros, padre e hijo e inicio su vida de bandolerismo, el segundo caso fue un secuestro de un rico propietario de apellido Villarejo, que años después, ya rehabilitado, le dio trabajo, es el primer ejemplo y que yo conozca el único, de Sindrome de Estocolmo que se dio en la Serranía. Otro fue el enfrentamiento a tiros en el Cerro del Mures que ya contaré en la siguiente ruta pues se trata de una de los más llamativos recorridos que se pueden hacer desde Ronda. Por último la muerte del bandolero en la Cueva de Sopalmito también está rodeada del misterio y el poco conocimiento que de la vida del bandolero se tiene a pesar de que es bastante reciente, la cueva, se encuentra situada en un lugar no lejano a de donde él mató a sus víctimas, digamos que es otra ladera de la misma montaña llamada genéricamente “Sierra Blanquilla”. Su cadáver fue sacado a lomos de mulo hasta el Cortijo de La Breña. Según la versión oficial murió en un tiroteo con la Guardia Civil el 18 de marzo de 1.934. Según la creencia popular fue traidoramente asesinado, así lo escribe Isidro García en su libro “Bandoleros en la Serranía de Ronda” y asi se lo contó a él, Manuel Torres, de apodo “Galan”, un pastor que sacó el cadaver de la montaña; según Galan,”Pasos Largos” fue asesinado la tarde antes por unos tramperos y ofrecido su cadaver a la guardia civil a cambio de favores en la caza furtiva y la protección de los poderosos. Según la versión del estudioso del personaje, Fernando Ramos, su muerte ocurrió a causa de su enfermedad y su compañero en aquellos momentos le disparó ya fallecido y ofreció su cadáver a la Guardia Civil a cambio de poder seguir ejerciendo la caza furtiva.


PRÓXIMA RUTA: De Ronda a Los Alamillos por el Embalse de Montejaque

Ruta a El Burgo por el Puerto de la Mujer y la Fuensanta

Andrés Rodríguez González Octubre 29th, 2009

El Patronato Deportivo Municipal de Ronda (PDMR) y la Asociación Rondeña de Amigos de los Caminos Andaluces (A.R.A.C.A.), hemos organizado un recorrido entre Ronda y El Burgo. Una más de las magníficas e  interesantes iniciativa del PDMR que fomenta así una práctica deportiva en la que pueden participar personas de todas las edades y condiciones físicas, sin afán competitivo, en un ambiente sano que aprovecha el rico patrimonio medioambiental de la Serranía de Ronda. La realización de esta ruta y de otras que hemos realizado, como el Castaño Santo y la Vía Verde, cuenta con la colaboración imprescindible del PDMR.


Fue el día 17 pasado cuando realizamos la ruta entre Ronda y El Burgo por  el Puerto de Lifa. El tiempo nos acompaño en todo momento; el tramo primero, el recorrido por los Llanos de Aguaya y la subida al Puerto de Lifa, no se hizo pesada porque no hizo calor, y cuando éste apretó un poco estábamos en los pinares de El Burgo, donde la frescura del bosque aminora las altas temperaturas. El ambiente en el nutrido grupo de senderistas sencillamente perfecto y los paisajes preciosos y variados.
Fuimos un nutrido grupo de unas ochenta personas de edades variadas, desde un niño de 12 años acompañado de su madre, naturales de El Burgo aunque viviendo en Ronda (a cual más ilusionado en la realización de la travesía) hasta un señor de 69 años acompañado de su esposa, a destacar  también la presencia de varias jóvenes orientales estudiantes de español, acompañadas de sus tutoras en Ronda, que nos amenizaron todo el recorrido con sus charlas en un perfecto castellano.  Salimos sobre las nueve y cuarto del Polideportivo de la carretera de El Burgo. Partimos de la carretera de circunvalación de Ronda en el cruce con la carretera de El Burgo; un carril en dirección Este se dirige hacia la Sierra Hidalga. Apenas hemos recorrido 200 m. se pasa un pequeño puente sobre el arroyo de La Toma, que recibe el nombre porque aguas abajo, en las cercanías de la muralla de Ronda, fue la puerta de acceso de las tropas de los Reyes Católicos en la conquista de la ciudad a los “moros”.

El camino comienza un suave ascenso, a la derecha queda el cerro de La Pastora; trás un repecho, al coronar el Puerto de Bilbao, encontramos a la derecha las ruinas del cortijo del Quemado, a ambos lados del carril se abren unos amplios campos de cultivo, los Llanos de Aguaya en los que se ha practicado la agricultura desde tiempos remotos.
A 3,5 Km. junto a la antigua Venta Ramirón, rehabilitada como cortijo, parte a la izquierda un desvío hacia el Pilar de Coca, situado en el magnífico encinar del Coto Cortina, a la derecha parte el reabierto Cordel de los Pescaeros que se dirige a Conejeras (comienzo de la Sierra de Las Nieves). Los Cordeles son vías pecuarias que tienen una anchura legal de 37 metros, el Cordel de Los Pescaeros ha sido rehabilitado en casi todo su recorrido y forma parte en las cercanías de Ronda de la amplia red de caminos que son utilizados para la práctica deportiva, senderista y bicicleta de montaña, por parte de una parte importante de la población.
No tomamos ni a derecha, ni a izquierda, continuamos al frente y pronto comenzamos a ascender. A 5,3 Km. justo cuando abandonamos los últimos campos de cultivo y comienza la parte más dura de subida se encuentra la primera cancela, los matorrales son cada vez más frecuentes.  Encontramos un paso canadiense junto a una verja, su objeto es impedir que el ganado y la caza mayor se escape de la propiedad, una señal nos advierte que está prohibido el paso de vehículos. A la derecha, encontramos restos de un molino y el nacimiento de la Hidalga. Este nacimiento, aunque dentro de la propiedad de la finca de Los Peñoncillos, es patrimonio de todos los rondeños y formaba parte de una red de suministro de agua a la ciudad, actualmente podemos beber sus aguas en la fuente del Pilar de Coca. El mantenimiento de este y otros nacimientos y caminos públicos es responsabilidad del Ayuntamiento de Ronda como propiedad municipal que son, la mejor manera de pedir su mantenimiento es usarlos.
La subida se endurece entre la vegetación de matagallos, esparrageras y aulagas en los márgenes del camino, siempre por nuestra derecha vemos la Cañada de la Hidalga, por donde un torrente solo lleva aguas cuando las precipitaciones son importantes. Restos de Caleras y encinas de escaso porte y jóvenes, son una prueba más de la deforestación que toda la zona sufrió por carboneros, pastores y fabricantes de Cal. La deforestación no sólo afecto a los encinares y matorrales, si observamos la ladera norte de Sierra Hidalga vemos que sobreviven algunos pinsapos, restos de lo que fue el pinsapar más cercano a Ronda. Una lástima que aún no se hayan realizado medidas de protección sobre esta interesante y escasa masa forestal. Estamos en zona de caza mayor, es necesario extremar las precauciones y no apartarse del carril bajo ningún concepto.

El carril de Los Peñoncillos lo dejamos a la izquierda, estamos a 7,5 Km del inicio. A 9 Km. del inicio parte a la derecha un carril en dirección Sur a la ladera de la Sierra Hidalga, si lo siguiéramos podríamos subir a la Peineta de Sierra Hidalga y acceder a la Sierra de las Nieves por el Cortijo de El Sabinar. Esta cortado al acceso a vehículos por una cadena. Nosotros seguimos por el camino de Lifa en dirección a El Burgo, llegamos muy pronto a una nueva alambrada y una cancela con un paso canadiense para evitar que pase el ganado, este lugar es el Puerto de Lifa, Km 9,2 un cartel nos indica que estamos en el Parque Natural Sierra de Las Nieves. Estamos a poco más de mil metros de altura sobre el nivel del mar. A nuestra derecha queda la impresionante imagen del Carramolo del Queso con sus 1.324 m de altitud. Estamos en la cancela del comienzo de la finca de Lifa. Continuamos en descenso por el carril principal en dirección Este por el llamado Valle de Lifa. Atravesar los llanos de Lifa hasta llegar a los proximidades de los restos de la Torre Vigia árabe situada cerca del Cortijo de Lifa acompañados de las ovejas y cabras y vigilados por los pocos pinsapos que sobreviven en  las escarpadas laderas que  enmarcan los llanos, es un hermoso paisaje que ha variado muy poco en los últimos siglos. Son algo menos de dos kilómetros de descenso hasta llegar a un cruce de caminos, a la derecha, muy cercano, el cortijo de Lifa, junto a una alambrada parte un  camino, pasamos una valla metálica y continuamos en dirección Este, es un terreno muy húmedo y que se enfanga frecuentemente, poco más adelante superamos otra valla y encontramos a la izquierda un camino bien marcado bajo los postes de un tendido eléctrico, a la derecha tenemos la Torre árabe de Lifa, son restos de un torreón de vigilancia de los que fue un sistema de comunicación defensiva que se extendía por toda la Serranía.

Allí paramos a tomar un tentenpie.
Desde aquí iniciamos un brusco descenso llevando a nuestra derecha un precioso Cornicabral, estamos en una zona de alta protección dentro del Parque Natural por lo que debemos extremar las precauciones y los cuidados ambientales, si marchamos en silencio es posible ver lagartos ocelados, buitres y hasta algún ciervo. Desde la torre se inicia un descenso por un camino pedregososo que tiene a la izquierda las laderas de la Cañada de Sopalmito, donde mataron al último bandolero de la Serranía, Pasos Largos, y a la derecha el increíble bosque de Cornicabras. Lo que en todos los lugares son matas de poca altura, aquí, es un verdadero bosque con árboles de varios metros de altura. Por eso es una zona de alta protección del Parque Natural Sierra de Las Nieves. Es importante no arrojar ningún resto de basura, el camino es ahora una estrecha vereda que desciende bruscamente hasta el final de la finca de Lifa marcada con una angarilla en la alambrada. Entramos en terrenos públicos, el camino está bien marcado ahora ya que ha sido recientemente rehabilitado por los voluntarios del Parque Natural Sierra de Las Nieves. En las inmediaciones tenemos dos cortijos abandonados, el viejo camino pasa junto a los restos de lo que fue el Cortijo de la Trocha (o de Muñeguito) y el de Buena Vista, situado en lo alto de una loma, de las construcciones y los restos del huerto apenas quedan unas ruinas, el manantial está destrozado por los jabalíes y los pocos olivos que sobreviven están comidos de Muerdago, las repoblaciones de pinos han sustituido a una forma de vida desaparecida para siempre.


En una oquedad de la gruesa y baja pared de piedra que limita el camino, muy cerca del cortijo de La Trocha, encontré los restos de una pistola que he donado al Museo del Bandolero de Ronda, de la empuñadura de madera, nada queda pero el cañón aunque un poco oxidado se conserva perfectamente.
La unión de los arroyos de Lifa y el de la Higuera, es para muchos, el nacimiento del río Turón, que más abajo se llama Río de El Burgo. Pasamos el arroyo que no es fácil en época de lluvia y buscamos un camino que en empinada cuesta nos deja en un amplio y bien conservado carril. A la izquierda, siempre en descenso, tras unos siete Kms se llega  Pueblo de El Burgo. Los Huertos, las pozas de agua, los pinares, las hermosas vistas y las chimeneas de alivio de la presión del agua, acompañan en el recorrido. Varios senderistas  a los que venían a recoger sus familiares y no tenían plaza de regreso en el autobús, tomaron ese carril. El resto ascendimos por el carril que discurre entre grandes pinares de repoblación hasta el Puerto de La Mujer desde donde nos dirigimos hasta el antiguo molino de La Fuensanta donde comimos en el Área Recreativa que ha montado la Consejería de Medio Ambiente.  El agua fresca que nace detrás del viejo molino reconforta para poder continuar el corto trayecto que nos queda, efectivamente una vez superadas las  últimas rampas del Puerto de Los Lobos aparece las blancas casas de El Burgo, allí nos esperaba para traernos de regreso a Ronda, el autobús que había facilitado el PDMR al que siempre agradeceremos su colaboración generosa y su buena disposición para con nosotros en particular y con todas las iniciativas que para favorezcan la práctica del deporte en Ronda. El total casi 27 Kms que no se hicieron pesados en absoluto a pesar de que la cifra pudiera indicar lo contrario.

Datos Generales:
- Distancia: Unos 27 Kms por la Fuenfría y el Puerto de Los Lobos. De Ronda a El Burgo por el carril del río Turón, unos 23 Kms. Entre el Cortijo de Lifa y el enganche con el Carril del río Turón 4 Kms y desde este punto a El Burgo 7,5 Kms.
- Tiempo aproximado: 7 horas
- Modalidad: a pie, se puede hacer en bicicleta (entre el Cortijo de Lifa y en el carril del río Turón, solo para ciclistas muy acostumbrados a duros recorridos en Bici de Montaña). El paso de vehículos está prohibido a partir de la primera cancela que encontramos desde Ronda, en la entrada a Los Peñoncillos.
- Grado de dificultad: Alto por la distancia y las dificultades en el tramo entre Lifa y el carril del río Turón.
- Época recomendada: Primavera y Otoño.
- Consejos prácticos: Llevar calzado de botas y agua. No olvidar que parte del recorrido se hace por unos terrenos junto a propiedad privada donde se caza. El trazado ha sido recientemente señalizado como GR  por parte de la Diputación de Málaga y forma parte del GR de la Sierra de Las Nieves.

Nueva ruta de ARACA y el Patronato de Deportes de Ronda: vamos a El Burgo

Andrés Rodríguez González Octubre 1st, 2009

Ruta al pueblo de El Burgo por Lifa y La Fuensanta.
El recorrido está organizado por el Patronato Deportivo Municipal de Ronda (PDMR) y la Asociación Rondeña de Amigos de los Caminos Andaluces (A.R.A.C.A). El regreso desde  El Burgo se realizará en autobús y será patrocinado por el PDMR. Para realizar la ruta es necesario inscribirse en la Piscina Cubierta ya que las plazas son limitadas.
Día: Sábado  17 de octubre. Salida desde el Polideportivo de la carretera de El Burgo a las 9 horas.
Recomendaciones: Llevar agua, comida y calzado cómodo.


Torre árabe de Lifa
Se trata de un recorrido de unos veinticinco kilómetros de distancia que pasa por algunos de los paisajes más vistosos de la Serranía. La única dificultad es la subida al Puerto de Lifa, un largo y empinado tramo, que es necesario tomarse con cierta calma. Para completar el recorrido pasaremos por el Puerto de La Mujer y el antiguo Molino de La Fuensanta. El regreso en autobus será por la tarde desde El Burgo.

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