Muerdago
Andrés Rodríguez González Diciembre 5th, 2008
Árboles, Arbustos y Matas de la Serranía de Ronda
Muerdago. Viscum álbum
Pertenece a la familia de las Lorantáceas.
Su nombre científico, “viscum”, hace referencia a la viscosidad pegajosa de sus bayas, que son utilizadas en trampas para cazar pájaros vivos. Su nombre vulgar puede venir del latín morderé, el muérdago “muerde” los árboles para absorber la savia que corre bajo su corteza.
Es una planta semiparásita que crece en los troncos de más de 50 especies de árboles, entre especies como los chopos, pinos, sauces, álamos, abedules, almendros, espino majoleto, olivos…etc. En algunas especies como la encina es muy raro, pero la bibliografía dice que esta especie puede ser parasitada por muérdago, yo no he visto ninguna encina con este parásito.
Tiene las hojas coriáceas, persistentes, oblongas, del mismo color verde de las ramas. Entre febrero y mayo, según el clima, brotan pequeñas florecillas de un verde amarillento cuya fragancia recuerda el azahar. Tiene flores masculinas y femeninas. Los frutos, bayas del tamaño del guisante, tienen un color blanco verdoso que madura a finales de otoño. Se multiplican por semillas que transportan los pájaros, en especial por los mirlos y los tordos.
foto Andrés Rodríguez González
Muerdago sobre Espino en la Sierra de Las Nieves
En la antigüedad, esta planta se consideraba símbolo de la vida y la fertilidad y se le atribuyeran poderes de salud, suerte y prosperidad. Para los antiguos druidas celtas el muérdago era sagrado. Era considerado un símbolo de paz, un antídoto para venenos y un poderoso amuleto protector, además de afrodisíaco, por lo que era símbolo de la masculinidad (al contrario que el acebo, que simbolizaba la feminidad). El más preciado y de mayores poderes era el que se encontraba en los robles: su presencia era señal de que el árbol había sido escogido por los dioses y el muérdago “contenía” su alma. Los druidas llevaban a cabo una ceremonia compleja para obtener una pócima de esta planta, para asegurarse riqueza y buena suerte, ya que esta planta al secarse adquiere un color dorado y sus frutos parecen perlas. Tras poner el muérdago con agua, se distribuía la pócima a aquéllos que se consideraban merecedores de su acción protectora contra los malignos encantos de brujas y hechiceros.
Sus raíces no tocan el suelo, pero la planta tampoco se sustenta en el aire, por lo que era considerado un elemento que, sin ser de la tierra, tampoco era del cielo. De ahí la costumbre de recogerlo sin permitir que caiga al suelo, y de colgarlo del techo o en un lugar elevado.
Según la costumbre, para que dé suerte, el muérdago tiene que regalarse, y una vez en casa hay que situarlo cerca de la puerta de entrada, en un sitio alto, para impedir el paso a los malos espíritus.
Todas estas tradiciones son debidas a la creencia que esta planta representa el ciclo vital: Los pájaros (en particular el tordo) comen las bayas y evacuan las semillas viscosas, que si caen a una rama pueden germinar.
La sustancia pegajosa de las bayas, llamada “liga”, debidamente elaborada, se unta en dos varas cruzadas llamadas “perchas”. Las aves quedan “enganchadas” en ellas y son capturadas. Es una práctica no recomendable y una actividad prohibida.