Orina de lobo contra jabalíes
Andrés Rodríguez González Noviembre 24th, 2015
Orina de lobo contra jabalíes
Los accidentes de tráfico son tan frecuentes que, desgraciadamente, todos tenemos alguna relación con alguien que los ha sufrido o nos ha tocado a alguno de nosotros, con los accidentes provocados por animales en carreteras también está pasando lo mismo.
Las cifras marean, ocurren unos 15.000 accidentes de tráfico cada año a causa de animales en las carreteras españolas. Con la ley actual, el propio conductor del vehículo asume la responsabilidad de los daños por la colisión con el animal y no su propietario, el coto de caza o la administración territorial. Por ello, ya hay seguros que comercializan protección ante este tipo de eventualidades. El jabalí es la especie silvestre que más accidentes provoca. Un estudio de AXA cifró que los cerdos salvajes causan el 33% de los siniestros con animales. Después van los corzos, los venados y los zorros. En algunos puntos, como en Galicia, se les ha grabado saltando las medianas de las autovías con sus crías. Se atreven a vivir en los suburbios de muchas ciudades.
Las épocas de mayor siniestralidad por animales son noviembre, diciembre y enero, y los accidentes se producen principalmente por la noche. Las cacerias incrementan su presencia en las vías al ser «desplazados» de las zonas que frecuentan, a las que tratan luego de regresar.
Un remedio tan natural como antiguo es utilizar la orina de lobo para ahuyentar animales. Se comercializa desde hace dos décadas pero las administraciones han comenzado a recurrir hace apenas un lustro para ahuyentar a la fauna salvaje de las carreteras y reducir el índice de siniestralidad. En Euskadi han comenzado a «señalizar» algunas vías con botellas de orina de lobo -desprende un olor fétido con el que los cánidos han marcado desde siempre su territorio frente a otras manadas rivales- para evitar la irrupción de jabalíes y corzos en la calzada. Los animales, que como es natural, no entienden de señales, sí son en cambio muy conscientes del peligro de muerte que supone ese olor lo que les empuja a alejarse.
La Administración vizcaína empleó por primera vez las micciones de lobo como receta para disminuir el número de atropellos en el 2012. Adquiere el orín a una «granja de lobos del norte de Europa». También se está comercializando orines de lobo procedente de Canada. Se reparte en botellines que se fijan a objetos fijos más o menos rígidos como postes o arbustos a una altura media de entre 60 y 80 centímetros y para incrementar la efectividad de este repelente, se combina con otros métodos que redirigen a los animales hacia los pasos de fauna habilitados para ellos, para ello, se utilizan atrayentes, feromonas de hembra de corzo y de jabalí que se colocan en las zonas por las que deben pasar las manadas.
El orín de lobo se «recarga» en las botellas cada seis meses, coincidiendo con los periodos de celo de estas especies. Porque cuanto más potente sea el repelente y más atraído se sienta el animal por el aroma a hembra, más posibilidades habrá de que cruce por su senda y no irrumpa en la carretera.
Hay conservacionistas que sostienen que es la recuperación de las colonias de corzo y del jabalí la que ha «propiciado» el regreso del lobo a Euskadi.
En la Serranía de Ronda y Montes de Málaga, donde el problema de los cerdos asislvestrados es muy grave, yo sigo pensando que la solución sería que habitaran unas pocas parejas de lobos.