Pato Malvasia. Malvasia Cabeciblanca (Oxyura leucocephala)
Andrés Rodríguez González Abril 25th, 2013
Fauna de la Serranía de Ronda
Pato Malvasia. Malvasia Cabeciblanca (Oxyura leucocephala)
Es sin duda el pato que mejor bucea de todas las aves acuáticas.
Pertenece a la familia Anatidae.
Es un pato de tamaño pequeño, más bien rechoncho, con claro dimorfismo sexual, es decir que el macho y la hembra son muy distintos. Los machos adultos tienen un cuerpo gris y rojizo, un pico azul y una cabeza de forma muy característica principalmente blanca con un casco y cuello negro. Las hembras adultas tienen un cuerpo del gris-castaño con una cara blanca y un pico más oscuro, gorra y una raya de la mejilla.
Este pato se reproduce en España y norte de África, la población más grande parece estar en Asia. Su hábitat de la cría son lagos grandes de agua abierta con densa vegetación acuáticas, que las malvasías utilizan para anidar.
Estas aves bucean y nadan en la superficie. Son omnívoras, con predominio de vegetales en su dieta. Son muy reticentes a volar, prefiriendo nadar o bucear para escapar.
La nidada consiste de cinco a diez huevos. La incubación toma de 25 a 26 días. La longitud es de 43 a 48 cm. Los machos pesan de 700 a 800 gramos, las hembras entre 500 y 900 gramos.
Este pato está considerado en peligro de extinción por la reducción de las poblaciones en los últimos diez años. Este declive es debido a la pérdida del hábitat, el deterioro de los humedales, la caza furtiva y al cruzamiento de la población española con la introducida malvasía canela (Oxyura jamaicensis), cuya expansión supone una reciente amenaza. La especie americana fue introducida artificialmente en Inglaterra. Allí empezó a criar en libertad y se convirtió en una especie invasora que llegó a España y comenzó a mezclarse con la malvasía mediterránea produciendo híbridos. Esta invasión está afectando a la especie mediterránea, que en el 2000 contaba con unas 4.500 especies.
En 1977, el único lugar de Europa Occidental donde todavía se podían observar a los patos malvasía cabeciblanca era la laguna de Zóñar, en Aguilar de la Frontera, donde tan sólo se censaron 22 aves, las últimas de nuestro continente. Allí, un 17 de noviembre de 1977, un grupo de biólogos cordobeses fueron testigos de una cacería legal, que acabó con centenares de patos. Comenzó entonces el trabajo para proteger esta especie tan amenazada al conseguir la prohibición de la caza en Zóñar. La creación de la asociación de Amigos de la Malvasia tomó la iniciativa de recoger fondos hasta conseguir dinero suficiente hasta comprar la laguna contribuyendo así, a la protección de la Malvasia.
Me cabe el honor de ser uno de esos pioneros. Por ello me dio mucha alegría cuando localice una pareja de Malvasias en la laguna de Campillos el pasado día 16 de abril.
De 22 patos Malvasia censados en 1977 en la Laguna de Zoñar, que era lo mismo que decir en toda Andalucía ya que era el único lugar donde anidaban, hemos pasado a día de hoy a 2.600 los ejemplares de malvasía que se contabilizan en el sur de España.
Lo cierto es que en Córdoba fuimos pioneros en la conservación de esta especie y ahora siguen este modelo países como Francia e Italia, donde se están empezando a introducir malvasías cabeciblancas que se habían extinguido.
Como dato curioso decir que el pene más largo de los vertebrados lo tiene un pato, una malvasía suramericana (Oxyura vittata), pariente cercano a las nuestras. Ese pato sudamericano tiene un pene de 40 centímetros de largo.
Sin duda es el más largo entre las aves, que por alguna extraña razón, la mayoría los pájaros machos no tienen pene. Las avestruces son las aves más grandes, y tienen un pene de unos 20 cm. El pene de la malvasía tiene una forma peculiar, es como un sacacorchos, que llega a los 40 centímetros cuando se extiende. Lo gracioso es que el cuerpo de este pato propio de Sudamérica mide unos 46 centímetros de promedio, y suele pesar unos 600 gramos. Tiene un pene casi tan grande como su cuerpo. El pene es espinoso en la base, y tiene la punta erizada como un cepillo. Y justamente esa forma, como de cepillo limpia botellas, al parecer las hembras de Malvasia son muy promiscuas. En la época del celo forman grupos grandes, y para que el macho se pueda asegurar su descendencia, tiene que limpiar el oviducto de la hembra con su pene, para borrar los rastros de semen de algún competidor. Por eso, cuanto más largo, mejor limpia, más descendencia deja.