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NATURALISTAS EN LA SERRANÍA DE RONDA: MODESTO LAZA PALACIOS

Andrés Rodríguez González Octubre 27th, 2019

MODESTO LAZA PALACIOS

A finales de la década de los setenta cuando el botánico rondeño Daniel Montilla encontró una farmacia a nombre de Modesto Laza Palacios en la Calle Larios de Málaga; Daniel realizaba una tesis doctoral sobre la Flora de las Sierras Occidentales Rondeñas y le llamó la atención el nombre ya que M. Laza Palacios era autor de un artículo titulado “Algunas observaciones geobotánicas en la Serranía de Ronda” publicado en 1.936 y, por lo tanto, del máximo interés para Montilla. Intrigado por esta coincidencia, llamó por teléfono a la farmacia y pregunto por el Sr. Laza, su sorpresa fue mayúscula cuando localizó al autor del artículo del año 1.936. Efectivamente, se trataba de Modesto Laza Palacios. A partir de ahí se entablo una relación de profesor-alumno entre el joven doctorando y el venerable anciano.

Por méritos propios Modesto Laza forma parte de la élite intelectual que la provincia ha dado al conocimiento botánico con sus investigaciones geobotánicas sobre la flora y vegetación de las sierras Tejeda y Almijara, algunos enclaves de la Serranía de Ronda y otros lugares de la provincia. Pero sus inquietudes le llevaron a participar en otros campos, como el farmacéutico y la literatura. Es de resaltar que por un breve espacio de tiempo, intervino también en la política local al proclamarse la II República en 1931, cuando resulta elegido concejal del Ayuntamiento de Málaga.

Modesto Laza Palacios nació en Vélez Málaga el 24 de marzo de 1901, pero vivió practicamente toda su vida en Málaga capital ya que siendo aún muy niño, quedó huérfano de ambos progenitores. Esta circunstancia motivó que se trasladase a Málaga capital, a casa de su tío Enrique Laza Herrera, hermano de su padre, sin hijos y farmacéutico de profesión. Laza Palacios estudia con brillantes notas el Bachillerato en el Instituto General y Técnico de Málaga. Concluidos estos primeros estudios, sin duda influido por el ambiente en que se desenvolvía su tío Enrique, investigador y miembro de la Sociedad Malagueña de Ciencias, se traslada a Granada, donde inicia la carrera de Farmacia, licenciatura que concluirá en la Universidad de Madrid.

A partir de 1923, el joven Modesto decide realizar un proceso de ampliación de sus estudios universitarios con la realización de cursos que le especializan en las técnicas de laboratorio de análisis clínicos, técnicas que puso en marcha con gran prestigio en Málaga al hacerse cargo de la farmacia de su tío. Pero sus inquietudes científicas le hicieron recibir también otros cursos especializados sobre temas relacionados con la síntesis orgánica, la microbiología, la bacteriología y las técnicas microanalíticas.

A partir del año 1930, comienzan sus estudios de ecología botánica en la flora y vegetación de las sierras Tejeda y Almijara y la Serranía de Ronda. Emplea una metodología fitosociológica absolutamente novedosa llamada de “Huguet del Villar», así llamada por haber sido iniciada por el eminente investigador en ecología botánica Emilio Huguet del Villar (1871-1951).

Una vez proclamada en España la II República, su preocupación social y política le lleva a presentar su candidatura en las elecciones municipales de abril de 1931, formando parte de la lista del Partido Republicano Radical Socialista de Alejandro Lerroux, en las que resulta elegido concejal, en representación del distrito 32 de Málaga.

Durante el periodo inmediatamente anterior a la Guerra Civil de 1936, prepara su doctorado, pero la lectura de su Tesis Doctoral queda interrumpida con la llegada de la guerra. Concluida la contienda en 1939, es represaliado sufriendo prisión en Burgos y destierro en Valladolid. En 1940 es puesto definitivamente en libertad y puede presentar su tesis doctoral en la Universidad de Madrid que obtiene, por unanimidad, la calificación de ‘sobresaliente’.

A partir de entonces se establece definitivamente en Málaga, se dedica al laboratorio y farmacia de su tío que por motivos de salud, se retira de sus labores farmacéuticas.

Las investigaciones realizadas por Laza Palacios son variadas y abundantes, van desde estudios estrictamente botánicos a los de crítica literaria y trabajos periodísticos vinculados a temas malagueños. Es digo de resaltar su interés y esfuerzo en la salvaguarda de instituciones y entornos particulares de Málaga y su provincia.

Entre sus trabajos botánicos destaca por su importancia, la publicación de “Algunas observaciones geobotánicas en la Serranía de Ronda”, que vió la luz en el Boletín de la Sociedad Española de Historia Natural, 1936 y que representa un primer avance para el conocimiento de la composición florística de la comunidad de los pinsapares.

De ese trabajo extraigo un párrafo que define a la perfección el espíritu conservacionista y las dotes de observación de nuestro personaje con especial incidencia en el sobrepastoreo que fue el origen del estado de absoluto deterioro que encontró Laza en 1.935 en la foresta de La Nava de S. Luis; los pinsapos eran  eliminados por los rebaños y  una oruga parásita; a pesar de todo el autor muestra cierto optimismo sobre la regeneración si se protegiera el pinsapar “por la gran vitalidad y capacidad de resistencia que da muestras este bosque”.

La Nava de S. Luis ha sido rebautizada en la actualidad como La Nava de Los Pinsapos. Dedicada tradicionalmente al pastoreo de ovejas y cabras, los dueños actuales han realizado una magnífica gestión en los últimos treinta años, han conseguido hacer compatible la explotación sostenible del medio con la conservación. Esa magnífica gestión tiene continuidad se ve complementada actualmente con el apoyo técnico de sus herederos que redundará, sin duda, en una mejor explotación de la finca si cabe.

Otro trabajo suyo es Notas geobotánicas de la provincia de Málaga, publicado ese mismo boletín y el mismo año.

En 1940 hace su discurso de entrada en la Real Academia de Farmacia, con el título de Flórula farmacéutica malacitana, publicado en los “Anales” de dicha institución, y constituye un trabajo de extraordinario interés científico. Su calidad queda contrastada al ser intensamente citado por el profesor leridano Pio Font i Quer (1888-1964), (a quien Laza consideraba uno de sus maestros), en su Dioscórides renovado(1961).

En 1942 son publicados dos trabajos dignos de mencionarse: Notas sobre un herbario de plantas andaluzas de don Simón Rojas Clemente y Estudios sobre la flora andaluza. En el primero, Laza Palacios pone de manifiesto el origen del herbario elaborado por el botánico Simón de Rojas Clemente y Rubio (1777-1827) y llama la atención sobre el conjunto de pliegos que llevan la anotación “Ex collecione D. Clemente”, y, en el segundo, una continuación del ensayo anterior, realiza un estudio sobre 545 pliegos de plantas andaluzas y marroquíes recolectadas por Schousboe, Cabrera, Haenseler, Prolongo y Muñoz Capilla, entre otros estudiosos, que se hallaban archivados en el herbario de la Sociedad Malagueña de Ciencias.

En su artículo “Estudios sobre la flora y la vegetación de las Sierras Tejeda y Almijara. Publicado en Anales del Jardin Botanico de Madrid. Tomo VI-Volumen II: (217-395) en al año 1946 hace mención al terrible estado de conservación de los Tejos con las siguientes palabras: “En la actualidad son tan escasos que yo solamente he podido ver y fotografiar uno protegido por una profunda grieta rocosa lo bastante ancha para que a su fondo pueda descender un hombre. El ejemplar en cuestión no alcanza la talla arbórea y parecía, por el diámetro de su tronco y escaso espesor de su corteza, joven.

Modesto Laza publica Pau y la flora malacitana, en el que recoge especies, variedades y formas nuevas que  el ilustre botánico Carlos Pau Español (1857-1937) había descrito de la flora malagueña, muchas de las cuales procedentes del intercambio de pliegos que Modesto mantuvo con éste todavía en vida.

A 1946 corresponden dos trabajos suyos, el titulado Apuntes para el estudio de la farmacopea popular malagueña, aparecido en la Revista Médica de Málaga, y Estudios sobre la flora y la vegetación de las sierras Tejeda y Almijara, publicado en los «Anales del Jardín Botánico de Madrid». Estos estudios representan un extraordinario esfuerzo de síntesis de la flora de esta zona malagueña, pues constituyen un espléndido catálogo de 541 especies, entre las que define y cataloga cinco nuevas para la ciencia en general, además de citar y confirmar la existencia de siete nuevos taxones para la provincia de Málaga; incluyen también una síntesis fitosociológica del territorio.

En la década de los cincuenta, Laza Palacios se encuentra en una época muy prolífica, ya que de esta época son las publicaciones que se realizaron en la revista «Farmacia Nueva» con los títulos de Miscelánea botánica retrospectiva y Una publicación importante, referida esta última a la edición por el Instituto de España de la obra La materia médica de Dioscórides, traducida y comentada por el médico y humanista Andrés Laguna y Segovia (1499-1559).

Su pasión por los temas malagueños tiene su inicio en 1950 cuando dirige la tesis doctoral de Manuel Sánchez Garro bajo el título de Una farmacia malagueña del siglo XVIII, trabajo que supone también el inicio de sus incursiones en la literatura en las que destaca por su fino estilo literario . Nombrado académico correspondiente de la Real Academia de Farmacia, el insigne botánico malagueño intensifica sus trabajos sobre crítica literaria e historia, trabajando siempre en temas relacionados con su especialidad.

En 1955, Laza Palacios da comienzo a la publicación de una serie de estudios en la revista «Farmacia Nueva» que van a constituirse en el germen de la que posteriormente será su más renombrada obra literaria, El laboratorio de la Celestina, en la analiza todos los términos de la inmortal obra referentes a plantas que son utilizadas para la preparación de pócimas y ungüentos mágicos. De esta publicación parte la relación epistolar que mantiene con el pintor Picasso a través del poeta barcelonés Jaime Sabartés Gual (1881-1968), ya que su libro, editado con el patrocinio de la Diputación Provincial de Málaga, ve la luz con una reproducción a color del famoso cuadro La Celestina en la sobrecubierta.

Otras publicaciones significativas de esta etapa son La hidrofilia hispánica, en la que hace una especial referencia a las virtudes de las aguas de Carratraca (Málaga), y Los fármacos afrodisíacos en un autor castizo del siglo XV, en la que continúa un tema ya tratado con anterioridad en otro trabajo publicado en la revista «Gibralfaro» con el título de El ungüento de las brujas, en el cual, tras una recopilación de datos sobre dicho famoso y oculto ungüento, deduce su fórmula y realiza un comentario crítico y científico sobre las plantas utilizadas en la elaboración de dicho producto; todo ello, enmarcado en un fino estilo literario.

Esta incursión en el mundo mágico y literario la hace simultánea con sus investigaciones científicas y sus preocupaciones por los temas malagueños como la protección de la finca La Concepción, entonces abandonada. Lo que nos da una idea de la enorme capacidad de trabajo creativo por parte de Modesto Laza.

En 1956, publica “Vegetación rupícola y formaciones frutescentes de altura en la provincia de Málaga” en los «Anales de la Real Academia de Farmacia”, una obra de gran interés para la geografía botánica, ya que en ella tipifica algunas de las comunidades florísticas más características de nuestra provincia.

En el libro “Málaga y su flora ornamental” publicado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga se publica una conferencia pronunciada por Modesto Laza en el Ateneo de Madrid proponiendo la recuperación y conservación de La Concepción. En ella esboza una semblanza de destacados personajes malagueños, así como de ilustres extranjeros afincados aquí atraídos por las excelencias de Málaga,  además realiza un recorrido histórico de la provincia, ensalza su clima y da a conocer las maravillas de la ciudad, de tal modo que la flora ornamental de Málaga aparece al final de su conferencia casi como un tema forzoso.

Enamorado del tema malagueño, se dedicó en especial a la historia de Málaga y sus vinos, lo que pone de manifiesto en 1970, cuando pone el prólogo a la obra Postales Malagueñas. Álbum con Poesía, de la poeta Julia Romero Porras.

También escribe artículos para varias revistas malagueñas, entre cuyos títulos cabe destacar «Don Carlos Pan Español», en el Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural (1941), «Los Medicamentos de nuestros abuelos», en Farmacia Nueva (1954) o «Nuestro Parque», en Jábega (1972), entre otros.

A Modesto Laza Palacios se debe en gran parte que la finca de La Concepción sea actualmente el maravilloso jardín que es. A él y a otros muchos que trabajaron por esa noble causa, les muesto mi reconocimiento más sincero.

Como reconocimiento a su ingente labor fue nombrado Profesor Honorario de Botánica de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada, a la que había donado con anterioridad un valiosísimo herbario con más de 3.000 mil pliegos, fruto del trabajo que él había realizado por las sierras andaluzas y de los intercambios que mantuvo con renombradas figuras botánicas nacionales y extranjeras. En 1963 fue nombrado presidente de Sociedad Malagueña de Ciencias, de la que lo fue hasta su fallecimiento. En 1965 resultó elegido académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo de Málaga, y, en 1978, fue nombrado presidente de honor del III Simposio Nacional de Botánica Criptogámica celebrado en Madrid.

Por último, es de justicia recordar recordarse el gran empeño y la decidida defensa de Laza Palacios en favor de la creación de una universidad para Málaga, Universidad que, convertida en realidad a comienzos de la década de los años 70 y agradecida a este hombre por tan noble anhelo, le concedió a título póstumo, en 1982, la Medalla de Oro que sólo otorga a personajes muy distinguidos.

Su fallecimiento ocurió en 1981, tras una larga y penosa enfermedad que lo tenía apartado casi por completo de toda actividad cultural. Su muerte dejaba un importante vacío en el mundo de la investigación geobotánica de muy difícil relevo por la extraordinaria capacidad humana, científica y cultural que Modesto Laza Palacios poseía, y de la que, hasta el último momento, supo dar cumplida muestra

Bibliografía

ALCOBENDAS, Miguel (1986): Personajes en su historia. 2.ª ed., Ed. Arguval, Málaga

CUEVAS, Cristóbal (2002): Diccionarios de escritores de Málaga y su provincia.1.ª ed., Ed. Castalia Bibliografía, Madrid.

GARCÍA DE LA LEÑA, CECILIO. Disertación en recomendación y defensa del famoso vino malagueño Pero-Ximen y modo de formarlo. Reimpresión de la edición de Málaga, Luis de Carreras, 1792. Palabras preliminares de Modesto Laza Palacios.

http://cementeriosanmiguel.malaga.eu/

http://dbe.rah.es/biografias/

http://www.fortunecity.es/metal/canje/112/nabusimake6.html

LAZA  PALACIOS, Modesto (1936): Algunas observaciones geobotánicas en la Serranía de Ronda”. Boletín de la Sociedad Española de Historia Natural. Tomo XXXVI

LAZA PALACIOS (1946) Estudios sobre la flora y la vegetación de las Sierras de Tejeda y Almijara.

LAZA PALACIOS, M. 1946. Estudios sobre la flora y la vegetación de las sierras de Tejeda y la Almijara. Anal. Inst. Bot. A.J. Cavanilles, 6(2): 217-370.

LAZA PALACIOS, MODESTO. El laboratorio de Celestina. Málaga. 1958.

RICO VÁZQUEZ, Carmen. Modesto Laza Palacios. Revista Gibralfaro nº 72 Mayo-Junio 2011