PLANTAS DE LA SERRANÍA DE RONDA: HIGUERA.
Andrés Rodríguez González Julio 22nd, 2017
PLANTAS DE LA SERRANÍA DE RONDA
HIGUERA (Ficus carica)
Brevas e Higos, dos frutos que provienen del mismo árbol, la higuera, perteneciente a la familia de las Moráceas. Desde la época de los egipcios y los griegos, es un fruto característico de las tierras mediterráneas, aunque las higueras y sus frutos pudieron venir originariamente desde Asia occidental. Hay indicios de su recolección, desde el año 9000 a.C.
Ambos poseen un alto contenido en agua e hidratos de carbono, en forma de glucosa, fructosa y sacarosa, por ese motivo también es alto en contenido calórico. También son importantes las aportaciones de calcio, magnesio y potasio, así como su contenido en fibra, lo que les hace ser un buen aliado en el buen funcionamiento del tránsito intestinal.
A la hora de su consumo, son posibilidades son innumerables. Por un lado tenemos el consumo directo que, como casi siempre en el caso de las frutas suele ser la preferida; pero además está el importante catálogo de dulces “naturales” en el que ambos ingredientes son protagonistas (en especial el higo) como por ejemplo, las compotas, el “pan de higos”, mermeladas, tartas… por no hablar de su presencia como ingrediente complementario en platos “principales”, muy habitualmente acompañando a platos y guisos elaborados con carnes de distinto origen, con caza, pero su sabor y su dulzor se han abierto camino también entre los platos salados, en combinaciones tan atrevidas como la sobrasada con higos sobre una coca salada, en ensaladas estivales, frescas, mezclando quesos y otros elementos o en tapas diversas.
La diferencia es que las brevas crecen entre junio y julio; los higos son el resultado de la segunda de las dos cosechas del mismo árbol, y tiene lugar entre agosto y septiembre, como dice nuestro refranero español: “Por San Miguel, higos a vender y por San Juan verdes o maduras, brevas seguras”. Otro refrán relacionado es “Ni higos sin vino ni pucheros sin tocino”.
En el Hemisferio Norte, las brevas aparecen para San Juan, es decir, la entrada del verano. En el Hemisferio Sur, coinciden con la llegada de la Navidad, para los higos, nos iríamos a febrero/marzo.
Para diferenciarlos diremos que las brevas son más grandes y menos sabrosas que los higos, más pequeños y más dulces.
Uno de los errores más extendidos entre la gente es que los higos proceden de “unas” higueras y las brevas de “otras”… y en realidad no tiene porqué ser así. Como ya sabrán los más puestos, las brevas son el “falso” fruto de aquellas higueras denominadas bíferas, es decir, con dos “cosechas” a lo largo del ciclo anual: por un lado la de finales de junio o principios de julio, caracterizada por la presencia de brevas; y por el otro la de agosto o septiembre en el que, ahora sí, son los higos los protagonistas. En otras palabras un mismo árbol, dos “frutos”.
En realidad las brevas son aquellos “frutos” de la temporada anterior (higos en potencia) que no habiendo llegado a madurar en agosto-septiembre, se mantienen en una especie de estado de latencia hasta los primeros calores de la temporada siguiente… Así, en los meses de junio o julio, tradicionalmente entorno a la festividad de San Juan se recolectan las brevas, un “hijo” o higo que no fue el año anterior y que es breva en este.
Desde el punto de vista gastronómico las brevas suelen ser bastante más apreciadas que los higos, pero tal vez esta preferencia se debe más al tamaño de una y otra cosecha, indudablemente menor en el caso de las brevas. Y lo digo porque desde el punto de sus características la breva, habitualmente más grande que el higo, es menos dulce que éste aunque de carne más prieta.
Si eres de los que te gustan las mezclas como el queso con membrillo, no dejes de probar a cambiar ese membrillo por unos buenos higos, cuando lleguen, o ahora con brevas.
Bibliografía
blogs.20minutos.es
http://eltercerbrazo.com