Plantas de la Serranía de Ronda: Acelgas
Andrés Rodríguez González Mayo 27th, 2012
Plantas de la Serranía de Ronda
Acelga (Beta vulgaris)
La Acelga pertenece a la familia de las Quenopodiáceas. Esta familia tiene muchas especies, unas 1.400, pero el género de Beta se clasifica en 2 variedades: La amarilla de Lyon y la Verde de Penca Blanca. La acelga es un vegetal de un verde intenso, de hoja grande, con tallos planos y anchos. La acelga es una planta bianual, no forma raíz o fruto comestible. En el extremo del tallo forma un penacho de flores, puede alcanzar una altura promedio de 1,20 m. Las flores son sésiles y hermafroditas, es decir tienen los dos sexos, pudiendo aparecer solas o en grupos de dos o tres. Las semillas son muy pequeñas y están encerradas en un pequeño fruto al que comúnmente se le llama semilla pero realmente es un fruto, que contiene de 3 a 4 semillas.
Es originaria de los países europeos de la zona Mediterránea y del norte de África. Ya se consumía en el siglo I d.J.C. La consumieron los griegos y romanos pero fueron los árabes los que desaroolaron su cultivo y apreciaron sus propiedades medicinales. La acelga no llegó a EEUU hasta 1806, hoy es uno de los principales países productores, junto con Italia, Francia, Holanda, Bélgica, Alemania y Reino Unido. España exporta acelgas a Francia.
Necesitan de un clima templado de zonas costeras o de terrenos salinos.
Las acelgas contienen 91% de agua, muy pocas calorías, Glucidos y alto contenido en fibra. Con estas características es perfecta para dietas adelgazantes.
La acelga contiene además Vitaminas A en gran cantidad y C en menor; minerales como Potasio, Calcio, Magnesio, Hierro, Yodo. Su contenido en Sodio es el más alto de todos los vegetales. Y otras sustancias como Beta-carotenos y ácido oxálico. Muchas son las propiedades que se atribuyen a las acelgas, como ser Anticancerígenas, eliminar el Estrés. Ser diurética, laxante y depuradora del cuerpo, favorece la producción hormonal del Tiroides, ayuda al sistema inmunológico en la formación de anticuerpos, producción de glóbulos rojos y blancos. Favorece el trabajo del hígado y el tránsito intestinal. Actúa en problemas cardiovasculares y degenerativos. También en la transmisión y generación del impulso nervioso y muscular. Favorece la curación de infecciones respiratorias. Las hojas constituyen la parte comestible y son grandes de forma oval tirando hacia acorazonada; tiene un pecíolo o penca ancha y larga, que se prolonga en el limbo; el color varía, según variedades, entre verde oscuro fuerte y verde claro. Los limbos de sus hojas se llaman pencas, tienen un pecíolo acostillado que se injerta en el tallo. Ambas partes, tallos y pencas, se consumen cocidas.
Se pueden consumir durante todo el año, pero lo mejor es consumirla en otoño e invierno y que el número de verduras disminuye. Al comprarlas, es importante que estén muy frescas, es decir, las hojas muy verdes, brillantes, tersas, sin picaduras ni manchas y las pencas muy tiesas. Sólo aguantan un par de días en la nevera. Lo mejor es consumirlas en el día. Las hojas de acelga se congelan bien después de hervirlas, pero los tallos se ponen blandos y un poco amargos, es preferible congelar solo las hojas. Para ello ponemos la acelga en bolsas de plástico que se pueden cerrar sin dejar espacio en la bolsa.
Para cultivarla no necesita excesiva luz, perjudicándole cuando ésta es elevada, si va acompañada de un aumento de la temperatura. La acelga es una planta de clima templado, que vegeta bien con temperaturas medias; le perjudica bastante los cambios bruscos de temperatura, cuando las bajas siguen a las elevadas, pueden hacer que se inicie el segundo periodo de desarrollo, subiéndose a flor la planta. La planta se hiela cuando las temperaturas son menores de 5º C bajo cero. Vive mejor cuando la textura tiende a arcillosa que a arenosa. Requiere suelos profundos, permeables, con gran poder de absorción y ricos en materia orgánica en estado de humificación. Es un cultivo que soporta muy bien la salinidad del suelo, resistiendo bien a cloruros y sulfatos, pero no tanto al carbonato sódico.
La siembra directa en semillero, lo mejor una bandeja de alveolos, donde se pone una semilla por alveolo. Después se aclarean las plantas, debido a que de cada semilla emergerán varias plantas. En invernadero es común germinar las semillas en semilleros, repicando las plantas cuando tienen cuatro o cinco hojas. La acelga se debe sembrar directamente en el huerto, desde inicios hasta mediados de primavera. La acelga es un cultivo que debido a su gran masa de hojas necesita en todo momento mantener en el suelo un estado óptimo de humedad. Después de plantar, regar diariamente durante una semana sin abono. A los 8 ó 10 días después de aplicar el primer riego, conviene dar una rastrillada en el lomo del surco para quitar unos 2 o 3 cm de tierra con la finalidad de tumbar y desmoronar los terrones, emparejar el lomo del surco, eliminar la maleza recién nacida, arropar la humedad y conseguir una emergencia uniforme.
Los caracoles se evitan con la ceniza de las chimeneas, que impide que los caracoles se acerquen, aunque cuando se riega o llueve pierde efectividad. Es atacada por el escarabajo aceitero, los mirlos también la comen, sobre todo cuando es tierna.