Calendario natural julio 2014: Expertos en SIDA y sentencia del Prestige
Andrés Rodríguez González Julio 24th, 2014
Expertos en SIDA y sentencia del Prestige.
En el Boeing 777 hacia Kuala Lumpur volaban 298 personas, entre ellas las de tres bebés, y según los periódicos australianos, 108 de ellos eran científicos e investigadores que se dirigían a la ciudad de Melbourne (Australia) para asistir a la XX Conferencia mundial sobre el SIDA que se celebrará entre el 20 y el 25 de julio.
Uno de ellos era Joep Lange de 60 años de edad que viajaba con su compañera Jacqueline Van Tongeren. Al igual que el resto de sus compañeros, el plan incluía volar hasta Kuala Lumpur (Malasia) y de ahí a Australia.
Lange era una autoridad mundial en el tratamiento del Sida. Fue presidente de la Sociedad Internacional Sobre Sida entre 2002 y 2004 y ahora era el director del Departamento de Salud del Academic Medical Center de la Universidad de Ámsterdam. Era uno de los expertos más reconocidos en el campo del sida y hace apenas un año demostró que un compuesto probiótico, el NR100157, podría actuar sobre el VIH.
Ha destinado más de 30 años de su vida a la investigación en el campo del sida. Su aportación fue clave en el desarrollo de terapias combinadas asequibles para el virus del sida y de medicación para prevenir la transmisión de madres a bebés.
Ha sido miembro de varias sociedades, incluyendo la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, la Sociedad Americana de Microbiología y la Sociedad Internacional de Sida, organizadora de la XX Conferencia Internacional del Sida. Esta última organización ha expresado sus condolencias por el fallecimiento de Lange y sus compañeros en un comunicado, en el que señala que colaborarán en lo necesario con las autoridades para aclarar la forma trágica de esta pérdida. Uno de los responsables de la Sociedad Internacional de Sida,, ha lamentado la “tragedia” del avión y, especialmente, el fallecimiento de Lange.
Mientras en España, más de lo que nos tienen acostumbrados: Ausencia de responsabilidad en las decisiones que se toman. Tras diez años de investigación judicial, nueve meses de juicio y, al final, la mayor causa jamás instruida en España por un delito medioambiental, se resuelve con una única condena: la del anciano capitán del barco, el griego A. Mangouras, por un delito de desobediencia grave a las autoridades españolas. Tardó tres horas en aceptar el remolque del buque, en apuros y vertiendo fuel, cuando sufrió el accidente, del que este miércoles se cumplieron 11 años, frente a las costas gallegas.
Pero el principal acusado por uno de los mayores desastres ecológicos ocurridos en Europa ha sido exonerado de cualquier otra responsabilidad por la gigantesca marea negra de más de 2.000 kms del norte español y del oeste francés. Queda también exculpado el jefe de máquinas del buque, N. Argyropoulos. Los dos marinos griegos no actuaron, determina la sentencia hecha pública por la Audiencia Provincial de A Coruña, “ni con imprudencia, ni de forma dolosa al asumir una navegación arriesgada” al mando de un petrolero de 26 años, en mal estado y cargado con 77.000 toneladas de fuel.
Libre de toda culpa queda además el Estado español, gracias la total absolución del tercer acusado, el exdirector de Marina Mercante J. L. López-Sors. Fue incluso, considera el tribunal, “víctima y afectado del desastre que trató de solucionar” como máxima autoridad marítima en aquel momento. No hubo tampoco por su parte ni actuación imprudente ni dolosa. Es la primera vez que el Estado, a la vez demandante y acusado en este juicio “largo y árido”, queda eximido de toda responsabilidad penal y civil en un accidente causado por un petrolero en aguas españolas. La culpa como la dijo la esposa de Sr. Aznar, la tuvo…EL BARCO.
Pero quienes sí pueden tenerla, desde el punto de vista civil, son algunas partes del escurridizo entramado empresarial del Prestige, concretamente su armadora, Universe Maritime, y la firma que expidió su último certificado de navegabilidad, la clasificadora American Bureau of Shipping (ABS). La justicia fue incapaz de sentar a ninguna de esas dos sociedades en el banquillo. España se gastó, en vano, 30 millones de euros en intentar llevar a pleito a la sociedad estadounidense, uno de los líderes mundiales en su sector. La Audiencia coruñesa, al considerar más que probado que el viejo petrolero estaba en tan malas condiciones que nunca tendría que haber obtenido, salvo de forma fraudulenta, los permisos para navegar, dictamina que “solo se podrá exigir la oportuna responsabilidad civil” por la catástrofe a ABS y a la armadora, con sede en Atenas aunque desaparecida para las autoridades españolas.
Muy benévolo, e incluso elogioso, es el tribunal con la gestión de la crisis por parte del Gobierno de José María Aznar, gestión que fue muy criticada tanto social como tecnicamente. Cierto es, dicen los tres magistrados del tribunal, que se apreció “falta de rigor en la gestión administrativa y formal de la crisis”. Pero no se demostró que “tuviese incidencia alguna en el agravamiento” de la catástrofe. Y en todo caso era a responsables del Gobierno de más alto rango que López-Sors a los que había que exigir ese “rigor exquisito” en la gestión. “Resulta poco convincente que esa responsabilidad no dependiese directamente de otras autoridades tan o mejor asesoradas que el acusado y con posibilidad de influir en que la crisis y su resolución sea mucho más rápida y eficaz”. Y como nadie del gobierno fue imputado por encima de López-Sort, a nadie se le han exigido responsabilidades.