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La Formación del Tajo de Ronda

Andrés Rodríguez González Marzo 11th, 2010

COMARCA LA SERRANIA DERONDA
¿Cómo se pudo formar el Tajo de Ronda?

José Macpherson y Hemas, junto a Domingo de Orueta y Aguirre y el hijo de éste Domingo de Orueta y Duarte, ha sido unos de los más importantes estudiosos de la Geología de la Serranía de Ronda. A él se debe la hipótesis de formación del famoso Tajo de Ronda y las formaciones geológicas asociadas a él, más admitida a pesar de ya tener unos años desde que se formulo.
Mac-Pherson, de origen escoces, evidentemente,  publica en Cádiz, en 1874 su “Memoria sobre la Estructura de la Serranía de Ronda” editado en la Imprenta de la Revista Medica; en este estudio, entre otras cosas, explica claramente la formación del Tajo de Ronda. Sus palabras son un modelo de que el rigor científico puede ser compatible con la fácil comprensión de la lectura por parte de neófitos en las ciencias geológicas; la belleza de la descripción y la comparación que podemos hacer con la realidad actual del Tajo y sus márgenes, me hacen que trascriba textualmente esta parte del estudio:


…Cuando por primera vez lo observé, creí contemplar restos de algún antiguo glaciar; pero lo gastado de los cantos en general, su evidente estratificación y los restos marinos que con frecuencia se encuentran, me hicieron cambiar de parecer y me inclino a creer sea más bien un deposito litoral en el fondo de aquella bahía en donde se acumulaban los detritus que de esa parte de la Serranía acarreaban los antiguos torrentes.
Este depósito, gracias a los permeables elementos de que está compuesto y a la gran cantidad de carbonato de cal que las aguas que descienden de esa sucesión de montañas calizas traen en disolución, se halla tan fuertemente cementado por esa sustancia, que constituye en general una roca en extremo coherente, y a esta particularidad se debe, en mi juicio la esencial estructura del Tajo de Ronda.
Al salir el río Guadiaro del estrecho y salvaje desfiladero en que lo aprisionan las sierras de Parauta y de la Gialda (
en la actualidad Hidalga), entra en los poco resistentes depósitos Numulíticos y Terciarios, por donde se abre un ancho y apacible lecho.
De esta manera corre el río unos cuantos kilómetros, hasta que encontrando esa tenaz y resistente formación que recubre los depósitos terciarios, la socava quedando otra vez aprisionado entre las paredes verticales como al cortar la serie de calizas secundarias en la sierra de la Gialda.
Así atraviesa la ciudad de Ronda, hasta que cortada toda esa formación, vuelve a penetrar en los deleznables depósitos Terciarios.
Al llegar por segunda vez a estos depósitos, de nuevo los desgasta con facilidad suma, destruyendo al mismo tiempo la parte que constituye la base del conglomerado superior. Socavados gradualmente sus cimientos, se desploma por falta de suspensión la coherente roca en espantosa ruina, dando al Tajo ese sorprendente aspecto que presenta cuando se le ve desde el valle.
Por un medio kilómetro viene el río encallejonado entre las verticales paredes de la angosta brecha que divide a la ciudad de Ronda en dos porciones. Esta brecha que tiene cerca de ochenta metros de profundidad termina de una forma un tanto brusca.
De repente se encuentra el conglomerado cortado a pico y en lo más profundo del valle aparece la formación Terciaria. El río salva esta colosal ruina de más de cien metros de elevación en una serie de bellísimas cascadas, hasta que penetrando otra vez en los blandos depósitos Terciarios corre apacible por el ameno valle cubierto de árboles frutales que es el principal adorno de la ciudad de Ronda…

Como vemos, es mucho más simple que lo que nos han contado tantas veces sobre la formación del Tajo a base de terremotos que parten y separan los barrios de la Ciudad y del Mercadillo y otras fantasías por el estilo.

Se trata de erosión pura y dura del río Guadalevín o Guadiaro, como le llama Macpherson, sobre materiales geológicos de diferente dureza; los materiales geológicos más blandos, arcillas, están en la base, sobre ellos se encuentran otros más duros como los conglomerados y las calcarenitas (areniscas con cal y fósiles marinos), el río perfora estos materiales más duros formando un cañón, cuando encuentra los más blandos, se los “come” con mucha facilidad, erosionada la base del cañón, las paredes se derrumban, como ocurre con los acantilados del mar.

Ruta a la Virgen de La Cabeza y El Duende

Andrés Rodríguez González Diciembre 8th, 2009

Ruta por la Virgen de la Cabeza y El Duende 

Dedicada a Tere Perujo, gran amante de estos parajes, de ellos disfrutaba en compañia de algún libro, sus recuerdos y algo más de ella siempre permanecerán asociados a estos paisajes.
Características Generales
Otro de los recorridos clásicos por los alrededores de Ronda es ir a la Ermita Rupestre de la Virgen de la Cabeza. Se propone ampliar la ruta para disfrutar de unos parajes de inusual belleza, el bosque en galería del arroyo Sijuela, el entorno del Cortijo de El Duende, la unión del arroyo Sijuela y el río Guadalevin, el encajonamiento del río a la salida de la Hoya de los Molinos son algunos de los paisajes que podemos disfrutar si hacemos esta ruta. Tan solo presenta cierta dificultad en la bajada al arroyo Sijuela, pero las maravillas que vamos a ver compensan el esfuerzo en el tramo medio de la ruta.

Descripción
Punto de inicio es el barrio de  S. Francisco, en unos setecientos metros saliendo por la calle Torrejones llegamos al cruce del camino al Tajo Abanico y la Virgen de la Cabeza. Seguimos el indicador que nos orienta hacia la Ermita Rupestre. Pronto el carril se transforma en una pista de tierra que discurre entre bien cuidados olivares y algunos almendros, a poco más de un kilómetro desde el inicio encontramos a la derecha las ruinas de la Casa Rua, que debió ser una hermosa casa residencial.
A nuestra derecha tenemos magníficas vistas de Ronda y la Hoya de Los Molinos.
Algunos olivos abandonados son parasitados por muerdago, también las encinas, coscojas y el zumaque se dejan notar en los bordes del camino. Algunos pocos de eucaliptos sirven para dar sombra en los duros días de verano. A unos  2 Kilómetros del inico encontramos los pinos ya en terrenos cercanos a la Ermita.
Unos doscientos metros más adelante encontramos una explanada con un pequeño pilar de agua, a la derecha el camino desciende hasta la Ermita Rupestre de la Virgen de la Cabeza, una cadena impide el tráfico rodado.
Esta Iglesia Mozárabe data del siglo IX –X, son un conjunto de naves abiertas en la roca, con dos  sectores diferenciados, uno dedicado al culto y otro a vivienda. El dedicado al culto, más grande consta de una nave principal, la sacristía y el altar, bajo el cual se encuentra una pequeña cripta que guardaría las reliquias. La zona de vivienda tiene cuatrop celdas y otra estancia. Pudo albergar una pequeña comunidad monástica que se reactivo en el siglo XVIII como bien acreditan los restos de pinturas que se conservan.
Junto a una pared de piedra, un cartel aporta información de la Cultura Árabe Andalusi, a la izquierda del panel informativo sale una vereda que cruza una alambrada que debemos dejar siempre cerrada. Junto a este cartel, otro informasobre las caracetrísticas de la ermita rupestre.
Debemos extremar la precaución por que el descenso es muy brusco y tiene piedra suelta y arenas que pueden provocar una caida, la presencia de  matorral de esparto nos indica que es una zona erosionada, el romero, muy abundante aporta un intenso olor, otros matorrales como las jaras y el matagallo tapizan la ladera, a nuestra derecha siempre llevamos una alta pared de piedra.
A la izquierda tenemos un encajonado valle, es el del arroyo Sijuela, en otoño los colores amarillos y ocres de los chopos, higueras y otros vegetales de ribera, aportan belleza cromática al ya hermoso valle, el arroyo se encajona aguas arriba en los Tajos del Abanico.
Pasamos junto a los restos de lo que parece una torre de piedra de las que ya hemos visto varias en la zona. En todo lo alto de la divisoria de aguas existe un Era al frente vemos el cortijo de El Duende, a la derecha Ronda, a la izquierda sale un camino con más pendiente aún que el que hemos traido hasta aqui, por ello debemos extremar las precauciones, sobre todo si en la ruta vienen niños; el peligroso descenso nos lleva hasta las ruinas de una casa, nada más pasar los restos de la casa un camino nos lleva en suave descenso hasta el borde del arroyo. El bosque en galería es precioso, la presencia de árboles frutales como Membrillos, algunos ornamentales como el Árbol del Amor y los Eucaliptos, se adapta sin estridencias a la vegetación autóctona de ribera como los chopos y las higueras. Sin duda estos parajes fueron disfrutados por personas que apreciaban su belleza e intentaron engradecerla aún más sembrando árboles ornamentales y de huerta. Pasamos el arroyo Sijuela y sin alejarnos de él giramos a la derecha, la humedad es considerable, los restos de piedra de una pequeña casa aparecen cubiertos de musgo. En la ladera un pequeño bosquete de quejigos nos indica que estos  parientes de las encinas les gustan los ambientes muy húmedos.
Si no supieramos que Ronda está a pocos kilómetros de distancia bien podriamos pensar que estamos en Asturias o en algún recondito valle de la España húmeda. Cruzamos el arroyo y volvemos a cruzarlo otra vez. De nuevo lo tenemos a nuestra derecha. Poco a poco subimos por un camino rocoso y nos separamos del cauce. Al mirar en dirección sureste vemos preciosas vistas de Ronda. Como a medio kilómetro más adelante del primer cruce del arroyo encontramos la entrada al Cortijo de El Duende y unos doscientos metros de descenso por un amplio carril, nos llevan hasta la entrada cerrada de una explanada donde existe un Mausoleo restaurado y una pequeña imagen d de la Virgen de Lourdes. A toda esta zona que tradicionalmente se llama El Duende, también se conoce como “Lourdes”. Afortunadamente tanto el cortijo como la explanada y el Mausoleo están cuidados y protegidos, durante muchos años, un agujero en la verja de protección de la explanada permitía el paso a gamberros que destrozaron el lugar. Me cuentan que aquí se bañaban hace muchos años en el río y se hacian romerias en honor del pequeño busto de la Virgen de Lourdes que se venera en una oquedad de la roca en la explanada antes reseñada. Justo antes de cruzar el río por un pequeño puente, no debemos cruzar el río, ese camino nos llevaría a Ronda y permitiría comunicarnos con la Ruta a La Cueva del Gato. Nuestra ruta actual toma el camino que antes del puente gira a la derecha, ahora el río Guadalevin lo tenemos a nuestra izquierda, apenas a doscientos metros entra por la derecha el arroyo Sijuela, una curiosa formación rocosa a modo de escalones de piedra, deja a nuestra derecha el arroyo Sijuela, y a nuestra izquierda el río Guadalevin, subimos por los peldaños de piedra (popularmente se le llama “el Lomo del Burro”) y volvemos a encontrar preciosas vistas de Ronda y la Hoya de Los Molinos. Volvemos a coincidir con el camino que trajimos pero ahora regresamos por un antiguo camino que poco a poco nos introduce en la Hoya de Los Molinos o del Tajo. A setecientos metros desde el cruce anterior encontramos una cancela que debemos cerrar tras nuestro paso. Más adelante encontramos un carril más ancho  y unos viñedos, cuando hemos recorrido sobre 1 Km en carril terrizo aparece encementado, después desembocamos en un carril asfaltado que a la izquierda va al Puerto de La Muela, a la derecha, nuestro destino se dirige al Barrio de S. Francisco, en poco más de 2,5 Kms, llegamos a un carril empedrado que baja hasta los Molinos y nos trescientos metros más adelante llegamos a la plaza del Barrio, punto final de la Ruta.

La ruta en pocas palabras:
•    Distancia Total: 6,5 Kilómetros.
•    Modalidad: A pie.
•    Dificultad: Mediana.
•    Época recomendada: Cualquiera. En verano puede resultar un poco dura el primer tramo hasta ee Arroyo Sijuela.
•    Duración estimada: Tres horas para hacer la ruta con tranquilidad y disfrutar del paisaje.
•    Consejos Prácticos: Llevar agua, botas con buena suela para evitar los resbalones.

Ruta al Tajo del Abanico

Andrés Rodríguez González Noviembre 17th, 2009

A.R.A.C.A.   presenta una

Ruta al Tajo del Abanico.

Es uno de los recorridos más clásicos de los alrededores de Ronda. A pesar de estar muy cerca de la ciudad la ruta nos sumerge en un mundo sugestivo de rocas, Tajos, valles encajonados y vegetación exuberante. La parte final del recorrido se realiza entre unas rocas idénticas a las que forman la parte superior del famoso Tajo de Ronda, la erosión de los ríos y arroyos junto a los frecuentes desprendimientos causados por la propia fragilidad de la roca ante los agentes atmosféricos ha producido caprichosas formaciones  habitadas por rapaces y algunos árboles encaramados en las paredes. Es un bonito recorrido donde se conjugan perfectamente la actividad humana, las rocas, los arroyos y la vegetación para formar un paisaje verdaderamente espectacular.

Partimos de antiguo barrio de S. Francisco en Ronda, tradicionalmente habitado por agricultores y pequeños propietarios de tierras. La calle Torrejones nos permite abandonar la ciudad, justo cuando coronamos la cuesta donde termina esta calle, a la derecha encontramos El Predicatorio. Para el suministro de  de agua a Ronda desde la Fuente de La Hierbabuena, se construyó una tubería que llegaba hasta esta curiosa construcción que es, en realidad un desarenador, un lugar donde se depositaba la arena que arrastraba la tubería de agua. Se llama el Predicatorio por que el Beato Diego José de Cádiz cristianizaba a los rondeños junto a él. Al lado se ha construido un restaurante que presume de tener las mejores vistas del mundo, absolutamente recomendable. Se conservan también restos de la tubería y una “Era” de grandes dimensiones donde se hacían las faenas de la trilla con los cereales segados.
Continuamos en paralelo a la carretera de Ronda a Algeciras, encontramos una pequeña retonda y poco más adelante, a la derecha, tomamos un carril que rápidamente se abre en dos caminos, debemos tomar el de la izquierda, marcado con una señal de “Tajo del Abanico”, por la derecha iriamos a la Ermita Rupestre de la Virgen de La Cabeza.
El carril que seguimos, denominado como “Camino de Sijuela” coincide en su inicio con la antigua colada del camino de Cortes de la Frontera, nos acompañan cuidados olivares y algunos almendros, después empiezan a verse algunas encinas, coscojas y hasta algún quejigo.
Andamos poco más de 1 Km cuando a la derecha sale un carril, muy cercana aparece una casa con una torre de piedra de las que veremos más adelante alguna. Este carril no debemos tomarlo. Existe un descenso muy brusco del carril, el repecho ha sido encementado para facilitar el paso de vehículos, al final de ese repecho, unos trescientos metros más adelante del carril con la casa y la torre de piedra, casi a 1,5 Kms desde la carretera, el carril es de tierra y se bifurca en dos carriles, tomamos el de la izquierda. El de la derecha corresponde a la ruta siguiente.
En los bordes del camino y zonas que no se cultivan crecen grandes matorrales de “Zumaque”, una planta usada para curtir pieles. Llegamos a la fuente de Santa Isabel situada a unos 200 metros del cruce de donde parte la ruta 2. Actualmente el acceso a la fuente está vallado. Bien pronto, por la izquierda del camino encontramos grandes cortados rocosos en los que es frecuente ver aves rapaces y aviones roqueros que en ellos se cobijan; existen un par de covachas en la pared, son de poca profundidad, la más conocida se llama Cueva de los Aviones. La roca es de composición arenisca unida con un cemento de caliza, es una roca debil de la que se desprenden algunos bloques entre los que discurre el camino, la vegetación es abundante destacando diversas especies del género “quercus” y el matorral.
Encontramos una torre de piedra y los restos de un cortijo. Estas torres son relativamente abundantes en los alrededores de Ronda, se ha pensado que formaban parte de una red defensiva pero parece más probable que sirvieran como almacén de granos de cereal y que fueran construidas por los  conquistadores castellanos que llegaron con los Reyes Católicos. Poco más adelante encontramos una cancela de hierro que debemos dejar siempre cerrada.
Pronto, a la derecha aparece una Era y un empedrado de un camino medieval, en el borde del Tajo que tenemos delante un trozo de piedra de forma triangular da nombre a la zona ya que recuerda por si forma a un Abanico.
Las leyendas populares citan estos desfiladeros como lugares donde han ocurrido hechos de armas y emboscadas. El desfiladero empedrado es una hermosa imagen que nos acerca a unas covachas situadas en la pared rocosa que servían de refugio para pastores. Poco más adelante cruzamos el arroyo entre grandes matorrales de adelfas.
La cercanía del antiguo y ya sellado vertedero incontrolado de basuras de Ronda aún se deja notar, aún se ven restos de plásticos, suciedad y algunos neumáticos en el cauce del arroyo. De cualquier forma la situación ha mejorado considerablemente desde que se sello el vertedero.
Las retamas y adelfas son solo algunos de los matorrales que acompañan hasta llegar a la Cueva del Abanico, que tan solo es una cavidad en la pared rocosa. Frente, el cortado rocosa de la pared se desmorona por la erosión del arroyo Sijuela que se encajona en su búsqueda  del río Guadalevin. Aguas arriba el arroyo Sijuela recibe los torrentes del arroyo de los Chopitos y del Pozo
Es el punto final del recorrido. Volvemos sobre nuestros pasos hasta el comienzo de la ruta. Por las cercanías del cauce del arroyo se puede llevar hasta el Duende, pero no es aconsejable por que los caminos están muy perdidos. Hace unos años se podía llegar hasta el Puerto de Encinas Borrachas en la carretera de Ronda a Algeciras pero el camino está actualmente cortado por una alambrada.

La ruta en pocas palabras:
•    Distancia Total: 4,5 Kms
•    Modalidad: A pie.
•    Dificultad: Baja.
•    Época recomendada: Cualquiera.
•    Duración estimada: Dos horas.
•    Consejos Prácticos: Tener en cuenta que existen algunas angarillas que debemos dejar cerradas.

Ruta a la Cueva del Gato y vuelta en tren

Andrés Rodríguez González Agosto 18th, 2009

Ruta de Ronda a la Cueva del Gato por la Pasá de Gibraltar

La ruta que propongo es perfecta por su cercanía, la belleza del paisaje, el interés geológico y la presencia de agua.

Tomamos como punto de partida la entrada al Hotel Reina Victoria. El hotel queda a nuestra izquierda y nos dirigimos hacia el Barrio de La Dehesa, pronto encontramos las preciosas vistas de la Hoya del Tajo y las Sierras del poniente de la Serranía destacando en el horizonte las montañas de Grazalema.
Atrás queda una imagen de la Virgen, iniciamos un suave descenso, los pisos de La Dehesa quedan a nuestra derecha, tras pasar frente a unos jardines encontramos una larga fila de casas blancas adosadas, por el primer carril de tierra que encontramos a la izquierda abandonamos la calle, como indicador veremos un poste eléctrico, el carril desciende teniendo a la izquierda el cortado de los Molinos y a la derecha una repoblación de pinos, un camino sale a la izquierda para adentrarse en la Hoya del Tajo a través de los viñedos de Los Terrones, no debemos cogerlo seguimos en descenso teniendo ahora a nuestra izquierda un elevado muro de piedra. Poco más abajo encontramos la puerta de la propiedad del muro que hablamos antes y la trinchera de la carretera de Sevilla, estamos en la entrada de los afamados vinos de Los Descalzos Viejos, continuamos en descenso sin alejarnos del muro, nos acercamos al borde del precipicio ahora ya por un camino estrecho que continua descendiendo entre pinos, plantas aromáticas y las paredes rocosas que limitan la Hoya de Los Molinos hasta que encontramos un amplio carril que sube desde la Hoya. Estamos en el Puerto de La Muela. Hemos recorrido casi dos kilómetros. A nuestra izquierda queda el Puerto de la Muela, los Molinos y el río, continuamos hacia la derecha. Ahora es una antigua escombrera lo que tenemos a nuestra derecha según descendemos, cuando avistemos una nave industrial que es el centro de recepción de residuos sólidos, debemos estar muy atentos pues nuestro camino de desvía por la izquierda del carril principal junto a una viejas casas. Existe un poste indicador. En caso de duda y que siguieramos por el carril principal pronto encontraríamos la carretera de Ronda a la Estación de Benaojan, prueba evidente de que nos hemos confundido. Descendemos de nuevo hasta encontrar un carril que nos hace pasar delante de la Antigua Escuela Rural de La Indiana. Estamos a unos 3,5 Kms del inicio de la ruta.
Continuamos nuestro camino hasta encontrar la carretera junto a una curva, hemos de extremar las precauciones por que el camino continua por el borde de la carretera durante unos seiscientos metros, justo antes del puente, nos desviamos de la carretera a la derecha por un amplio carril junto a unas casas, buscamos el borde del río, pasamos un pequeño puente que supera el río Guadalcobacin que viene de Arriate.
El nacimiento del Guadiaro es la unión del Guadalcobacin con el río Guadalevin (que pasa por el Tajo de Ronda).
También pasamos sobre el arroyo del Cupil que trae las aguas de la estrechura del Hondón y del Puerto de Montejaque.
La Vía del tren, situada apenas 500 metros más adelante marca el inicio del Parque Natural Sierra de Grazalema, actualmente no tenemos que cruzarla para continuar nuestra ruta, por la izquierda, entre la vía y el río han construido un carril recientemente que nos permite seguir un cómodo trayecto llano, jalonado de grandes chopos, algunos invadidos de hiedra. A unos cinco kilómetros del inicio de la ruta, en la otra parte de la vía encontramos un hermoso e histórico Fresno, fue un punto de referencia para pastores y matuteras en sus continuos recorridos por la zona. Cuando el amplio carril casi desaparece convertido en una vereda que busca el río y otra que cruza la vía para iniciar el Camino Viejo de Benaojan, estamos en la Pasá de Gibraltar, un hito importante de la Cañada Real del Campo de Gibraltar. Estamos a 6,5 Kms. del inicio. Hemos de buscar un disimulado puentecillo de madera que nos permite cruzar el río e iniciar la parte final del recorrido, no debemos perder de vista el río a nuestra derecha, si nos alejáramos nos iríamos a la carretera y el camino (aunque con ciertos problemas con la propiedad privada) va por el borde del río. Pasamos detrás de unas casas nuevas (algunas son alojamientos rurales) para llegar frente a la Cueva del Gato, final de nuestro recorrido. Han sido hasta la boca de la cueva 8,5 Kms.

Un puente de hierro revestido de madera que le da aspecto rústico permite superar el río y dejarnos en las mismas puertas de la famosa cueva. No olvidar que estamos en una zona de máxima protección del Parque Natural Sierra de Grazalema. Debemos pedir permiso para acceder al interior de la cueva, por prudencia nunca debemos intentar aventuras en solitario y, en caso de querer atravesar la cueva, lo mejor es contratar los servicios de una empresa autorizada.

La posibilidad de regresar a Ronda en tren es otro atractivo más sobre todo si vamos con niños, si seguimos esta opción, en un par de kilómetros estamos en la Estación de Benaojan. Debemos continuar por una estrecha vereda que discurre por la parte baja del Hotel Cueva del Gato. Dejamos siempre el río a nuestra derecha, estamos en la Vía Pecuaria que comunica la Serranía de Ronda con el Campo de Gibraltar, se pasa por la puerta de un antiguo molino, llamado Cuatro Paradas, rehabilitado para alojamiento rural. Apenas hemos recorrido ni un Km. andando por el mismo borde del río cuando llegamos a la parte baja de un puente, por encima pasa la carretera de Ronda a Benaojan; restos del antiguo empedrado de la vereda nos llevan a la parte baja de un puente. La estrecha vereda se transforma en carril. No debemos dejar de ver el magnífico nacimiento del Molino de El Santo situado muy cerca de la Estación; esta surgencia recoge el agua del Polje de Benaojan y las sierras que hacia él vierten; en periodos de sequía y de verano se presenta menguado de agua pero en otoño, cuando las lluvias son abundantes, la surgencia de agua es verdaderamente espectacular, es otra de las muchas posibilidades que presentan los paisajes de la Serranía, que son diferentes según la época en que los visitemos. Pronto las limpias aguas del nacimiento acaban muriendo en las fangosas del río Guadiaro. De la Estación parte una de las rutas más transitadas del Parque Natural Sierra de Grazalema, es la ruta entre las Estaciones de Benaojan y de Jimera de Libar, que discurre por la orilla del río Guadiaro; otra ruta cómoda pendiente de realizar, lo dejaremos para otro día.

Tomamos el tren en dirección Ronda, por la antigua Estación de La Indiana y el precioso Valle del Guadalcobacín, el tren asciende hasta Arriate, tras la enorme vuelta para superar la diferencia de altura, pronto habremos de bajarnos en la Estación de Ronda, habremos completado así un bonito recorrido.

calendario natural abril 09

Andrés Rodríguez González Abril 10th, 2009

La noticia reciente y triste ha sido que ha muerto Mr. Boyd. Se había establecido hace muchos años en Ronda, primero vivío en el barrio de la Ciudad, después en los campos de La Indiana. Lleva tantos años entre nosotros que los alambres de espino aún no cortaban los campos y los antiguos caminos públicos, eso le permitió hacer una ruta entre Ronda y las Alpujarras casi sin pisar el asfalto a lomos de caballo. Escribío más cosas, algunas se publicaron en su lengua materna, el inglés, otras, incluidas poesías no fueron publicadas. Pero recientemente su recorrido desde Ronda a las Alpujarras ha sido publicado por la editorial La Serranía. Fue un gran defensor de todos los valores naturales de la comarca, especialmente destacó en la defensa del río Guadalevín cuando la contaminación de la ciudad de Ronda lo había convertido en una cloaca y de los encinares de la comarca, por eso tuvo serios problemas como cuando, en un intento de amedrentarlo, los promotores de Los Merinos, lo denunciaron exigiéndole una indemnización de ¡22 millones de Euros¡, afortunadamente la justicia dio la razón a Mr. Boyd pero su salud quedó tocada. Siempre correcto, siempre sonriente, siempre optimista, como correspondía a un señor inglés, a un Lord. El día 26 de marzo, su familia, sus amigos, la colonia de ingleses y sus vecinos de La Indiana le rindieron un bonito homenaje.

Y ha muerto cuando la primavera estallaba de vida, cuando los insectos salen después del duro invierno a buscar alimento y reproducirse; las hormigas buscan nuevas áreas con alimentos, incluidas las casas; los jardines se llenan de bulbos y brotes nuevos; las orquídeas silvestres nacen en los encinares; las gentes preparan los semilleros de los huertos, siembran las patatas y los ajos ya están crecidos. Y los abejarucos ya han regresado. Y cuando nace la Asociación para la Defensa del Patrimonio Histórico de la Serranía de Ronda y Sierras de Grazalema.

Descanse en paz  Mr. Boyd, su lucha es un ejemplo y nos da energía para seguir en nuestras posiciones en defensa de la Naturaleza.

Macpherson

Andrés Rodríguez González Septiembre 24th, 2008

Personajes y Naturalistas Históricos

José Macpherson y Hemas había nacido en Cádiz, el 15 de Junio de 1839, su padre Donald Macpherson llegó a Cádiz desde Escocia en 1814. En Cádiz se caso con Josefa Hemas Martí, de padre de origen valenciano, tuvieron 11 hijos de los que José hacia el último. A causa de la represión antiliberal la familia Macpherson se instala en Gibraltar en 1.821 o 1.822, allí nacieron siete de sus hermanos. Cuando la situación política mejoro para los liberales, Daniel (Donald) Macpherson regreso a Cádiz y fundó su propio negocio. Su madre murió a las dos semanas posiblemente por problemas del parto, su padre dos años después, el hijo primogénito, de nombre Daniel tuvo que  sacar a delante a sus muchos hermanos. Su hermana Catalina que entonces tenía 17 años actúo como una verdadera madre para nuestro protagonista. Parte de sus estudios, José, los realizó  en Gibraltar donde hubo de desplazarse cuando los movimientos políticos antiliberales le obligaban a ello. José estuvo especialmente relacionado toda la vida con sus hermanos Guillermo, nacido en Gibraltar en 1.824 y que era de tendencias liberales y evolucionistas que siempre tuvo una gran influencia sobre el geólogo y con Catalina, nacida un año antes que Guillermo también en Gibraltar. José no mostró nunca el menor interés por los negocios familiares, tanto es así que cuando su hermana Catalina se casa en Madrid con Diego Fernández Montañés en 1.855 le proporciona trabajo en los negocios de su marido llevándose, unos años después, a José vivir con ellos a Madrid; dos años después abandona el trabajo. José vuelve a Cádiz en plena crisis económica del 1.866. Es en esa época cuando se despierta su vocación geológica, sin duda influido por Domingo de Orueta y Aguirre, también por su hermano Guillermo que era cónsul británico en varias ciudades españolas entre ellas Sevilla, donde debió conocer a Antonio Machado (abuelo de los poetas).  En 1.869 se afilio a la masonería. Entre el año 1.869 y 1.871 viajó a Europa para estudiar diversas ciencias relacionadas con la Geología; la desahogada situación económica de la familia permitió a José hacerse un curriculum a su gusto, pudo, así, completar su formación en el extranjero donde estudio con los mejores especialistas de la época en geología de campo y en la teórica.
Hasta la revolución del año 1.868 no se dieron las condiciones de libertad ideológica y estabilidad política necesarias para el desarrrollo científico en España, el 1.871 se funda la Sociedad Española de Historia Natural (S.E.H.N.) en la que un año después Guillermo y José Macpherson entran a formar parte. Fruto de sus relaciones científicas con Antonio Machado y Núñez fue su primera publicación titulada “Método para determinar minerales” publicado en Sevilla en 1870. Tres años después publica en su ciudad natal el estudio “Bosquejo Geológico de la provincia de Cádiz” con un resumen en inglés que le permite una amplia difusión entre los especialistas extranjeros. Su proyección internacional y el reconocimiento de la comunidad científica fueron de desde ese momento un hecho indudable. Realizó interesantes publicaciones de carácter científico sobre petrográfica, geotécnica y paleogeografía en la Serranía y en otras regiones alejadas de ella que permitieron tener las primeras ideas de síntesis sobre la formación y constitución de la Península Ibérica.


En 1.874 recorrió la Serranía de Ronda acompañado de Domingo de Orueta y Aguirre y su hijo Domingo de Orueta y Duarte, que posteriormente seria alumno de José en la Institución Libre de Enseñanza (ILE).
Cuando en el año 1.875 es deportado Giner a Cádiz, José Macpherson inicia la colaboración con él. Se ejercen nuevas represiones ideológicas en la enseñanza y, como reacción a ellas, se crea la I.L.E.. Ese mismo año, en la S.E.H.N. presenta el trabajo “El origen peridótico de la Serpentia de la Serranía de Ronda” que al año siguiente es traducido al inglés. Sus inquietudes científicas no se limitan al campo de la Geología. Junto a su hermano Guillermo y a Machado fue un activo defensor de las ideas de Darwin y Haeckel, un personaje, este último, mas darwinista que el mismo Darwin y creador del término “ecología” tan de moda actualmente.
Entre 1.877 y 1.881 es la época más fecunda de Macpherson en cuanto a publicaciones y actividad investigadora. En 1.879, en uno de sus múltiples viajes por la geografía española conoce en Galicia a la escritora Emilia Pardo Bazán, con quien mantuvo excelentes relaciones el resto de su vida. Otro de los temas apasionantes para Macpherson fueron los terrenos arcaicos españoles, también destacó en los estudios de la química de los minerales, el matamorfismo y la formación de montañas En 1.879 colabora en al Comisión del Mapa Geológico, concretamente en la elaboración del mapa de la provincia de Sevilla.


En su actividad docente e investigadora, en 1.883, creo una casa laboratorio en la Castellana de Madrid donde se formaron gran cantidad de geólogos.
Otra de las grandes aficiones de José fue la fotografía, tanto la petrográfica como la paisajística. El 25 de diciembre de 1.884 ocurrió el hecho conocido como “El Terremoto de Andalucía” que causo 800 víctimas mortales. Macpherson participó en su estudio y organizó la misión francesa que se desplazo a Andalucía para su análisis.
En 1.901 publica un trabajo titulado “Ensayo de la Historia Evolutiva de la Península Ibérica”.
Sus métodos, enseñanzas y conocimientos le hacen ser considerado como uno de los padres de la moderna geología española. Y todo ello, sin tener nunca un título universitario ni dar clase en la Universidad, pero colaboró en la introducción de las técnicas de laboratorio en España y en el inicio de la petrográfia microscópica con la publicación en 1.870 del trabajo titulado  “Método para determinar minerales”. Además completó la estructura global del paisaje de Giner de los Ríos aportando la visión geológica del mismo y fue maestro de muchos maestros en el campo de la geología española además de contribuir didácticamente a los programas educativos de la Institución Libre de Enseñanza. Junto a Salvador Calderón, Francisco Quiroga y Domingo de Orueta y Duarte es considerado como pieza fundamental en la modernización de la geología española. Nunca fue un geólogo aficionado, era un científico que participó en Congresos Internacionales, publicó sus trabajos en varios idiomas y realizó excursiones científicas con los mejores especialistas en geología.
Un ejemplo claro de ello es un estudio ya clásico en la historia del conocimiento geológico de la Serranía titulado: “Memoria sobre la Estructura de la Serranía de Ronda” publicado en la Imprenta de la Revista Medica, Cádiz 1874; con la metodología descrita, explica la formación del Tajo de Ronda. Sus palabras son un modelo de que el rigor científico puede ser compatible con la fácil comprensión de la lectura por parte de neófitos en las ciencias geológicas; la belleza de la descripción y la comparación que podemos hacer con la realidad actual del Tajo y sus márgenes, nos hacen transcribir textualmente esta parte del estudio: “…Cuando por primera vez lo observé, creí contemplar restos de algún antiguo glaciar; pero lo gastado de los cantos en general, su evidente estratificación y los restos marinos que con frecuencia se encuentran, me hicieron cambiar de parecer y me inclino a creer sea más bien un deposito litoral en el fondo de aquella bahía en donde se acumulaban los detritus que de esa parte de la Serranía acarreaban los antiguos torrentes. Este deposito, gracias a los permeables elementos de que esta compuesto y a la gran cantidad de carbonato de cal que las aguas que descienden de esa sucesión de montañas calizas traen en disolución, se halla tan fuertemente cementado pos esa sustancia, que constituye en general una roca en extremo coherente, y a esta particularidad se debe, en mi juicio la esencial estructura del Tajo de Ronda.  Al salir el río Guadiaro del estrecho y salvaje desfiladero en que lo aprisionan las sierras de Parauta y de la Gialda (en la actualidad Hidalga), entra en los poco resistentes depósitos Numulíticos y Terciarios, por donde se abre un ancho y apacible lecho. De esta manera corre el río unos cuantos kilómetros, hasta que encontrando esa tenaz y resistente formación que recubre los depósitos terciarios, la socava quedando otra vez aprisionado entre las paredes verticales como al cortar la serie de calizas secundarias en la sierra de la Gialda. Así atraviesa la ciudad de Ronda, hasta que cortada toda esa formación, vuelve a penetrar en los deleznables depósitos Terciarios.             Al llegar por segunda vez a estos depósitos, de nuevo los desgasta con facilidad suma, destruyendo al mismo tiempo la parte que constituye la base del conglomerado superior. Socavados gradualmente sus cimientos, se desploma por falta de suspensión la coherente roca en espantosa ruina, dando al Tajo ese sorprendente aspecto que presenta cuando se le ve desde el valle.             Por un medio kilómetro viene el río encallejonado entre las verticales paredes de la angosta brecha que divide a la ciudad de Ronda en dos porciones. Esta brecha que tiene cerca de ochenta metros de profundidad termina de una forma un tanto brusca. De repente se encuentra el conglomerado cortado a pico y en lo mas profundo del valle aparece la formación Terciaria. El río salva esta colosal ruina de mas de cien metros de elevación en una serie de bellísimas cascadas, hasta que penetrando otra vez en los blandos depósitos Terciarios corre apacible por el ameno valle cubierto de árboles frutales que es el principal adorno de la ciudad de Ronda… “.
Como vemos, es mucho más simple que lo que nos han contado tantas veces con terremotos y otras fantasías, se trata de erosión pura y dura del río Guadalevín o Guadiaro, como le llama Macpherson, sobre materiales geológicos de diferente dureza.


Pabellón Macpherson, en la ILE

Las fotos que ilustran el texto han sido cedidas por el Colectivo Cultural Giner de Los Ríos, de Ronda.

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